jueves, 19 de julio de 2012

Hernán Arango Uribe


Este texto me lo pidieron en la U.  Es sobre uno de mis jefes.  Puede sonar a lambetazo horroroso, pero lo cierto es que Don Hernán ni visita mi blog ni sabrá que fui yo la que escribió esto.  Como además estoy convencida de lo que digo ahí y me gustó como me quedó lo publico acá para no perderlo.

Don Hernán Arango Uribe no es solamente uno de los fundadores de la Universidad Autónoma de Manizales y uno de los hombres de negocios más importantes que ha tenido la ciudad.  Es y será siempre un visionario y un emprendedor de todas las buenas ideas; un hombre que sabe que los éxitos están escondidos detrás de los detalles.  Por eso se le ve recorrer la Universidad preocupado porque la información de las carteleras todavía sea oportuna y no se hayan quedado allí colgados afiches de hace tres semestres; preocupado también por las matas de las que dice “nos hablan para pedirnos abono, que les mejoremos el sustrato”, y de la misma manera preocupado por lo que se hace o no se hace con la basura: “barran y boten basura, que yo le tengo oficio a todo lo que a Ustedes les sobra” le hemos oído decir muchas veces.  Un hombre recio y tierno al mismo tiempo, un apasionado de hacer las cosas bien hechas, de ponerle empeño y entusiasmo a todas las obras que engrandecen las virtudes humanas.  Es una persona ejemplar que, después de haber hecho todo lo que le correspondía hacer de acuerdo con su formación paisa – trabajar, casarse, educar a sus hijos y consentir a sus nietos – todavía tiene tiempo y ganas para seguir proponiendo ideas que parecen salidas de la cabeza de un hombre mucho más joven: ideas grandes, de gente que piensa sin egoísmos en el beneficio de todos… el beneficio de una ciudad que ha hecho suya hasta el punto de ser hincha del equipo local desde antes de que ganara Copa Libertadores de América y cuando los equipos de su natal Medellín ya acumulaban muchos triunfos; una ciudad a la que le ha aportado toda la fuerza y la energía vital de su trabajo.  Manizales tiene con Don Hernán una deuda.  Hoy, tenemos la fortuna de escucharlo hablar en esta, graduados, su Última Cátedra.

miércoles, 4 de julio de 2012

La Partícula de Dios

R: Encontré una partícula diminuta, John, que comprobaría la existencia del Bosón de Higgs.
J: Muéstrame, Roger.
R: Mírala, ¡es fantástica!.
J: Tienes razón, qué gran descubrimiento, tenemos que contarlo a todos.
R: Sí, pero cómo se los contamos, recuerda que esto necesita de las palabras precisas.
J: Hmmm... Las palabras precisas serían: La Partícula del Origen de la Masa.
R: Muy frío, no me gusta. No transmite nada, no hay experiencia de marca.
J: Tiene que ser un nombre que exprese la importancia, la grandeza de este descubrimiento.  El descubrimiento que da origen a todo lo que conocemos.
...
J y R: ¡La Partícula de Dios!
J: Listo, Roger, ahora sí estamos listos. Escribamos el comunicado y pidamos una cita en el Vaticano.