martes, 29 de abril de 2014

Informe de lectura por correspondencia

Bueno. Primero que todo, el huevo y la gallina no es sobre un huevo y una gallina. Eso para estar claros. Segundo. Tuve que leer eso varias veces porque, sí, no es fácil de entender. Tercero. No sé y no
creo que vaya a decir sobre qué se trata el huevo y la gallina cuando diga lo que creo que quiere decir Clarice Lispector cuando habla del huevo y la gallina y, de todas maneras, este me parece un ejercicio pretencioso. Pero yo creo que se trata sobre ella. Ahora, ella sobre ella misma podría decir muchas cosas y de hecho las dice todo el tiempo, pero en este caso creo que habla de algo sobre su alma, o su esencia, o algo que habita dentro de ella y que es perfecto. "Alma" tiene connotaciones religiosas y no
creo que ella esté hablando de religión... De pronto por eso es que le dice huevo. Y ella es la gallina a la que me parece, pero puede que yo no sepa leer, que la describe como algo muy inferior al huevo. Creo que el huevo es algo como el alma, pero más perfecto que decir alma, y que es difícil que sea en todo su potencial porque está contenido por una gallina. Y ya no voy a decir más porque me siento incómoda tratando de decir lo que yo creo que significa eso que sí me parece tiene mucho de fondo, por supuesto, pero voy a seguir defendiendo mi idea de que para todo ese fondo existe una sola forma que se mantiene en todo lo que he leído, que son unos escritos que ella hacía para ganar plata en el Journal do Brasil y no sus novelas, ese dato de pronto es importante para que quede claro por qué siento que he leído muchas cosas con la misma forma... Me falta leer más a Clarice Lispector.

Un tema musical que no sabemos si tiene alguna relación con el asunto para amenizar su lectura.


"El huevo es algo con lo que hay que tener cuidado. Por eso la gallina es el disfraz del huevo. Para que el huevo atraviese los tiempos existe la gallina. Las madres son para eso".

De pronto es sobre la reencarnación.
No sé de qué se trata el huevo y la gallina.

jueves, 24 de abril de 2014

La Persia

El sendero tiene un metro y medio de ancho en sus partes más amplias. Luz Amparo Arias sí me advirtió que no bajara en tacones. Yo desestimé la advertencia porque como siempre estoy en zapatos bajitos me siento súper canchera. A pesar de la arrogancia no me caí, pero tuve que poner mucho cuidado; el camino tiene tramos de barro anaranjado que es resbaladizo como jabón, hay un nacimiento en plena vía pública y por lo tanto está todo embarrado, en los tramos más estrecho se me enredaba el saco en los cafetales, y al final de la tarde, cuando estaba descansando, me di cuenta de que tenía naturaleza enredada en los crespos. Por lo demás, no tenía idea de que tan cerquita de Manizales hubiera algo tan bello como eso que conocí. Bosque de niebla, un guadual inmenso que hay que atravesar, montañas, un paisaje hermoso y, al final de 15 minutos de camino, La Persia, la finca de Luz Amparo.  Antes de llegar un montón de fincas pequeñas una tras otra.  Pobreza, claro, en medio de la riqueza del paisaje y de la tierra. Corrupción: hay una bajada por otro lado, mucho más empinada pero más cortica, que fue contratada por la Alcaldía para que le hicieran 100 metros de huellas en cemento de las cuales el contratista hizo solo 50. Que se le acabó la plata en vueltas.  Luz Amparo está organizando a los vecinos para que entre todos terminen ese trabajo.




 Mi interés era conocer los procesos productivos que tiene Luz Amparo en su finca, todos orgánicos.  Lo que me encontré fue a una enamorada de la naturaleza... O de su hijo, geólogo, que es a quien le está siguiendo la corriente de hacerlo todo de esa manera y ella critica: "mi hijo es geólogo, o sea que con la geología él daña la tierra y yo la estoy organizando", y se muere de la risa.



La Persia son cuatro cuadras de tierra en las que Luz Amparo tiene gallinas "quiquitas", que son de adorno y de las de poner, gallos (uno no dejó de cantar durante toda la entrevista y el audio quedó todo lleno de "ruido"), dos patos, dos gansos, dos piscos, siete perros recogidos en la calle, cuatro vacas, un caballo, peces y abejas. Y siembra de todo. Para que sea claro me contó que solo merca arroz, panela, chocolate y lo de aseo. Y yo salí de allá con remesa de plátanos, bananos y flores "aves del paraíso".  El paraíso.

Sobre sus procesos productivos orgánicos me impresionó lo que me contó sobre los tomates, ese sembrado que parece imposible sin químicos porque todos los gusanos, los moscos y las hormigas se lo quieren comer.  Luz Amparo va tres veces a la semana entre 5:00 p.m. y 6:30 p.m., que es la hora en la que salen esos bichos, a quitarlos todos uno por uno (!).  También lo fumiga con una preparación con hongos, ajo y ají que ahuyenta las hormigas y que aprendió a hacer en el SENA donde ha tomado todos los cursos que hay sobre agronomía.  No pude probar el resultado porque Luz Amparo está volviendo a montar el invernadero de los tomates que le tumbó un vendaval, pero ella dice y yo le creo, que los tomates producidos así saben muy distinto, y que se ven raros, porque no son simétricos.  Con eso creo que queda clara la dedicación y determinación que Luz Amparo tiene de producirlo todo así.



Quedé impresionada por lo bello y por la capacidad de trabajo de Luz Amparo. Y yo rendida con 15 minutos de camino en subida.  Luz Amparo me dijo que tenía que volver, y de verdad tengo que volver, pero voy a esperar a que se me olvide la cara de comprensión y paciencia de Eliécer, el niño de 11 años de la vecina, que me ayudó a llevar los plátanos y los bananos y que me tuvo que esperar y caminar despacio. Cuando vuelva le llevo a Luz Amparo un diploma de agrónoma.



(No sé cómo hacer para que no salga mi foto en los archivos de Soundcloud :S)

domingo, 20 de abril de 2014

Ocho personas

La verdad es que solo recordé a la abuela Alba cuando había que pensar cómo nos íbamos a acomodar en el carro para irnos y para regresar. Cuando había que pensar en asuntos que pertenecen a la logística de las cosas, más que al disfrute de las cosas. Sentí un poquito de culpa cuando se lo confesé a mi mamá, pero dijo que también se acordó de ella cuando pensó que había que llamar a decirle que la íbamos a recoger. Aunque seguro mi mamá la recuerda mucho más. Pensando en eso caí en lo otro, ese fue el primer paseo familiar sin abuela.  Restando: ella, el abuelo, la tía Ángela y todos los primos que viven lejos... Quedamos pocos. No me gusta esta diáspora de las familias por el mundo y ese verse con la gente por etapas. En agosto viene Natalia. Vamos a ver si en diciembre puede venir María Antonia con Álvaro. Santiago, Andrea y las niñas están decidiendo cuándo pueden venir. Camilo regresa en mayo. María Paula viene fácil porque San Pedro de los Milagros o alguna parte del norte de Antioquia queda allí (queda en la porra). Lina también porque Bogotá por lo menos es el mismo país. Marce, Ale y los niños vienen el viernes. Julia regresa del todo en diciembre... —¿Si va a volver a vivir en Manizales? Yo no creo. —Sí.

Ahora la familia está compuesta por ocho personas.
Queda más tiempo para leer, eso sí.

miércoles, 16 de abril de 2014

Descontrol

No me definas, no me digas quién crees que soy, no me llenes de ideas sobre la idea de mí. Y yo no te digo lo que pienso de ti. Ni que creo que eres así o asá y tú no me dices que cómo soy de esto o aquello. Y nos dejamos para que podamos ser a veces todo lo contrario de lo que creemos que somos, que cuando uno le dice al otro lo que cree que es le limita las posibilidades de ser. Déjame yo soy, y sé tú. Y amemos la sorpresa que somos a veces.

lunes, 14 de abril de 2014

Cálculos

Como esos malabaristas lanzacuchillos que ponen a su ayudante amarrada contra una pared que gira y le lanzan navajas esperando no lastimarla. Como hacer el ejercicio y buscar la respuesta al final del libro para comprobar que uno fue impreciso y solamente estuvo cerca. Como dar un paso para saltar un charco y quedar a medio camino todo lleno de pantano. Como cantar sin haber ensayado y confiar en que el del piano sepa acompañarte toda la canción. Como depositar una responsabilidad: lo digo y ahora este problema no es solo mío, mire a ver qué hace usted con esta información... Algo, usted tiene que hacer algo. Es egoísta, pero no le queda a uno otra opción:

Te amo.
... No, yo todavía no.

martes, 8 de abril de 2014

Sola

Me subo al carro, prendo la música, canto.  Busco la vía que me saca de Manizales.  Se me olvidó echarle gasolina al carro.  Creo que tengo suficiente, más adelante busco una bomba.  Olvidar eso, Ana María, ahí estoy pintada.  Como no hay nadie que me regañe yo me encargo.  Me perdono ese descuido y pienso que no sé si con lo que tengo en el tanque alcanzo a llegar a Riosucio, voy a calcular que sí porque es el pensamiento más práctico.  Es viernes y hay muchos camiones.  Adelanto camión tras camión tan rápido como puedo.  Resulta ser muy despacio, hay que poner cuidado.  No me importa, no tengo afán, voy sola, no estoy en competencia, a quién le importa.  Sigo cantando... Canto más duro... Saco la mano por la ventana porque ahora interpreto las canciones, no solo canto.  Repito una canción hasta que sale como me gusta, la repito hasta el cansancio.  Me gusta esto del carro solo para mí, la carretera solo para mí, el pelo alborotado porque llevo las cuatro ventanas abiertas.  La libertad se debe parecer a llevar las cuatro ventanas abiertas y el pelero alborotado.  Paro en la carretera porque ya me eché a la pena, no voy a llegar temprano.

Riosucio ya empezó la fiesta y yo no he comido para poder emparrandarme con ella.  Como y me voy a sentar en las escalas del atrio de la iglesia, justo al frente del centro de la tarima donde se presentarán varias agrupaciones riosuceñas esta noche.  Otra cosa buena de estar sola, pienso, es que es muy fácil conseguir un buen puesto para una persona.  Me converso: linda la música; el señor del guitarrón es el único de este grupo que saluda al público cuando terminan cada tema; los cuatro integrantes de este grupo se ven lindos desde acá, seguro de cerquita no son ni la mitad de guapos, así es siempre; este del báculo que va conversando con todo el mundo tiene que ser uno de los locos del pueblo... Y mirá otro, ¡ah! este camina parado en las manos, ¿está borracho?, admirable, gran proeza.  Mirá ese tipo, el morenito, ¿está como lindo? Está como lindo ¿Viene para acá?  Viene para acá, disimulemos.  Ah, conoce a las de adelante.  Noooo, pero qué simpatía, qué alegría, qué empalague.  Ya no me parece tan lindo, qué pereza tanto dulce.

Llegaron las dos personas que conozco en este pueblo.  Sin saberlo quedé sentada en medio de un montón de amigos, qué buen cálculo, Ana María.  Mucho gusto, Don César.  No, no quiero tomar ahora, Don César.  Está bien, claro que le recibo un aguardiente, Don César.  Después de que le dije que no la primera vez usted sabe que lo único que necesitaba era que me insistiera otro poquito.  ¿Otro? Otro. Ah, conocemos también al morenito empalagoso.  Mucho gusto.  ¿Otro aguardiente, Ana María?  Otro.  Me conversa el morenito.  Ya no me parece que sea tan empalagoso.  Con este montón de trago seguro la simpatiquísima soy yo y ni me importa, ni me doy cuenta.  No tengo con quién verificar esta información pero yo creo que nos gustamos.  

Me queda el resto del fin de semana, sola, para comprobarlo.