domingo, 1 de agosto de 2010

Para morir en paz


Los gringos (que no es que me caigan tan bien, porque a mi los que me caen bien son los europeos... esos clichés que uno escoge para tratar de indentificarse con cierto grupo de gente que escoge, como uno, dizque lo profundo por encima de lo superficial, es decir, por una idea estúpida de andar generalizando y clasificando lo especial y lo vulgar... en fin... por nada importante y que además es falso) hacen una cosa que me encanta, que me parece saturada de efectos, que es un poquito sobreactuada, que pretende lograr (lo logra) que uno se conmueva con un personaje:

Hacen reconocimientos a dos manos.  A la vida y obra de cuanto gato hay.  Uno alcanza a ver los que hacen en Hollywood, para actores, directores, guionistas; pero no es el único caso, los hay en varios sectores.

Escogen un personaje por año, hacen una gala, organizan todo divino, seleccionan unos momentos de la vida del elegido que serán presentadas a manera de semblanzas de su vida, sus amigos o colaboradores o familiares preparan unos discursos llenos de gracia y de sentimentalismo, la velada se reparte entre lágrimas y risas de manera equivalente, hay música (más de la mitad del efecto conmovedor lo logra la música), hay luces que imponen un ambiente, el escogido no tiene defectos o de tenerlos son matizados a punta de chistes y son presentados como males menores que hay que soportarle porque él a cambio es MARAVILLOSO.

Con todo lo que eso tiene de show, con todo lo que tiene de estrategia de mercadeo, con todo lo que tiene de político, de lobby, de falso, a mi me encanta y me parece que, a pesar de lo maluco, más significativo es que aquí (en Colombia) no seamos capaces de reconocerle a los amigos, de frente y en frente de otros, lo que tienen de maravillosos.  Yo, que vivo feliz con mis amigos, que les repito que los adoro que son talentosos, que son hermosas y hermosos, jamás he organizado un reconocimiento de esas dimensiones para ninguno (y no es que no se lo merezcan), ni para mi gremio, ni para mis colegas, ni para mis amigos, ni he visto o participado, ni me han invitado a asistir a un acto de esos, no puede ser que no haya a quién hacerle un reconocimiento, no es eso, no.  Es, simplemente, que no lo hacemos o lo hacemos muy poco y con poco impacto.  No lo hacemos bien en todo caso, que es como no hacerlo o peor que no hacerlo: "te queríamos reconocer tu vida y obra y... bueno... nos salió esto".

Sigue siendo muy raro que las amigas nos queramos con sinceridad, sin egoísmos.  Las viejas pensamos, "fulanita está linda, qué rabia", me pueden jurar que no piensan eso, pero no les creo, nos da muy duro reconocerle a otra mujer su belleza o su inteligencia.  Cuando uno supera eso y es capaz de decirle a las amigas "estás hermosa" todavía hay gente que se aterra con lo especial que es uno con ellas... con los amigos es distinto, porque somos todas unas arpías tiraperros y por lo tanto eso sí somos capaces de decirlo con soltura: "tan liiiiindo"... eso sí y en otro contexto, pero a las amigas poco y con recelo.  Eso, que no parece conectado con lo anterior, tiene TODO que ver.  Somos envidiosos, no lo reconocemos, pero el hecho de que aquí no hagamos eso que digo que los gringos hacen (muy bien hecho) es una prueba que habla por sí misma.  Ahí está eso para decirnos en nuestra cara una verdad así de simple, nos da mucho trabajo reconocerle a los demás la maravilla de su existencia y la felicidad de la coincidencia de su vida con la nuestra.

Pacheco y Gloria Valencia se van a morir sin que los colegas les hagan una gala que honre su vida y obra... qué pesar ole!  A mi me parece que, independientemente de sus defectos, que deben tenerlos y muy grandes, son dos personas que se merecerían un reconocimiento público, ¿no? (¿ya se murieron?).  Supongo que habrán recibido alguna plaquita que diga gracias, pero nada grandioso, nada que nos contagie a todos.  A estas alturas uno los menciona y no falta quien diga que son unos viejitos decrépitos y no honorables y venerables que es como deberíamos recordarlos.  ¿O es que su aporte no es digno de reconocimiento?

Repito, a mi eso me encanta y para que quede claro por qué escribí esto: quiero uno para mi.  Quiero que mis amigos se reúnan 6 meses a organizar un evento donde hablen de mi con generosidad, donde mis defectos se mencionen diciendo que todo eso tan maluco que tengo no se compara con la maravilla de ser mi amigo, donde haya música bien escogida que los ponga a todos a llorar y a pensar en que qué pesar el día que yo me muera, yo creo que el mismo pensamiento iluminaba (i-lu-mi-na-ba!!!) al que se le ocurrió la brillante idea de hacer el primer evento de esos: "este año se lo organizo yo a él, lo vendemos como algo que tiene que volverse tradición y así, el año entrante, me lo tienen que organizar a mi".  Pero yo me quiero saltar ese paso, quiero que vayamos directamente a mi gala, me preocupa una cosa práctica, yo soy la mayor de casi todos mis amigos.  Es sólo eso, me les puedo morir primero y no vaya yo a quedarme sin la gracia de sus palabras, después, si me quedan fuerzas, les organizo los eventos de ustedes.

Así me puedo morir tranquila... ¡Ay! que no les falte atender esta pequeña solicitud, no sé cómo harían para vivir con esa culpa!  Les doy permiso de usar este post como discurso de apertura, para que digan allá que esa es la dimensión de mi generosidad!

Y el que lea esto y diga "Ana María tan vanidosa", es mejor que no lo inviten, está faltando al principal espíritu de esas cosas.

9 comentarios:

Richitelli dijo...

Yo también me merezo uno, creo, como todos, también creo. Pero soy tan cítrico que nunca lo recibiré y mi mayor orgullo limonezco será nunca tener un evento de tal magnitug. ¿Por qué?, porque homenajear al ser querido no debe verse como un evento de especial coincidencia temporal, debe verse como un rito sagrado en el que el amor (no solo el pasional, también el de amistad) posee nuestras acciones y nos vuelve Gringos. (en el sentido adulador y espectacular del asunto

Unknown dijo...

Propongo que el 7 de agosto en vez de conmemorar un hecho bélico que recuerda que nuestra historia está marcada por la violencia, cambiemos esta tradición por una nueva... propongo que celebremos el día de la Animesidad, en el que todos los amigos de Ana María Mesa Villegas, estemos donde estemos, evoquemos con alegría la grata presencia en nuestras vidas de este ANImico personaje... :P

Ratushka dijo...

Estaba triste. Me hiciste reír, Ana. Me alegraste un poco la noche antes de irme a dormir. Gracias :)

Ana María Mesa Villegas dijo...

Richitelli, yo también creo en los ritos, y creo que eso se constituye en uno, público eso sí y no íntimo... creo que te quedas con el segundo?
Por otro lado, eres el segundo en declararse agrio (mierda dijo el anterior) en este blog...

Julián, propuesta aceptada! (eso de ANÍmico tiene más de una interpretación)

Ratushka, eso vi en tu blog! me alegra haberte sacado una sonrisa...

Jorge dijo...

Bueno, yo me declaro buena gente, salvo cuando estoy mierda, caso en el cual se me dificulta ser buena gente. Es decir: Yo soy buena gente salvo cuando soy mala gente y viceversa, pero en general soy una de las dos cosas y nunca las dos al mismo tiempo. EN caso de que me conmemoren algo me gustaría que se dijera sobre mi:

Este man es mierda, pero a veces no. Es decir: es buena gente pero a veces agrio, que es la misma cosa.

Mejor dicho, que se diga de mi que entre más corro, más me falta para llegar y que así como digo una cosa, digo otra.

Achichí dijo...

Pero eso no se supone que son los entierros? Otra cosa es que se dediquen a llorar y lamentarse por no haberle hablado nunca con el corazón al difunto; o porque pasen a saludar 'porque qué pereza'. Ese debería ser un espacio para enaltecer la vida de los que quieren (queremos). Ahí se las dejo a los que son católicos: pesimistas y miedosos por credo.

Ana María Mesa Villegas dijo...

Diremos que Juanito fue de todo lo que alcanzó a ser y nada de lo que no tuvo tiempo y queda un homenaje redondo!

Achichí, se trata de hacer el ritual ese del entierro pero con la gente viva, es eso exactamente, llorando menos.

taranto dijo...

Ana:

Me ofrezco al HOMENAJE:

- Monto la coreografía, donde figure tu tía.
- Frito los chicharrones con camarones sólo para mayores.
- Manejo las luces, y la estelas, y la marías.
- Tomo y obligo, mándeme un trago...
- Hago requisas a la entrada, pero a las muchachas...
- Pido arroz chino colombiano...

Y lo que mande su Mercé, que aunque no la conozco, sé que si es amiga de mis amigos, debes ser ¡UNA AMIGAZA!

Ana María Mesa Villegas dijo...

Lo mismo digo a esa última parte!
Queda anotado tu compromiso para el evento, ya no te podés quitar!