viernes, 1 de octubre de 2010

Razas

Yo crecí en fincas de fines de semana.  A mi abuelito, más que gustarle ser cafetero, le gustaba comer naranjas, guayabas, nísperos, guamas, mandarinas y mangos; y, por ese motivo, tuvimos finca con la excusa del café para el sembrado de frutas y cítricos de León.  Le gustaban las frutas maduras, entonces nos mentía diciéndonos que arrancarlas verdes dañaba los árboles... nos comíamos los mangos en la situación en la que son un problema para los cepillos de dientes y para la seda dental.  León dejaba madurar todo el paraíso de frutas, para comerse tres mandarinas, dos naranjas, cuatro guayabas y un mango, uno, unito, como a él le gustaban.  Igual era el dueño de la finca, ¿qué podíamos hacer? Hacíamos: cogíamos los mangos verdes y decíamos que se habían caído... las frutas verdes no se caen, pero, o no tenían manera de comprobarnos la mentira o se hacían bien los tontos.

Crecer en fincas hizo que el color de mi piel durante toda la infancia y hasta los 14 o 15 años fuera más oscura que clara, yo crecí jurándome morena.  Tenía como referente además a mi abuelita materna que es morenaza, a mi mamá que también tiene un color de piel más bien oscurito y a un tío que, aunque es ñatihinchado y todo, se siente blanco, o no sé qué es lo que tengo que entenderle cuando se declara racista; tal vez no le gustan los rubios.

Dejamos las fincas atrás.  Creo que mi abuelito se dio cuenta de que las frutas las vendían muy buenas en el supermercado y dejó de sufrir con el precio del café.  Nos volvimos gente de ciudad de sol escaso, la piscina se volvió un plan exótico y cualquier día una amiga me dijo: fulanita es así, tan blanca como tú.

¿Cómo que blanca como yo? ¿Blanca? ¡si yo soy morenaza!

No entiendo a qué hora me volví "blanca".  No me siento blanca, me siento desteñida.  Siento que lo que me falta es algo de finca para volver a ser de la raza a la que pertenezco, creo que un poquito de sol soluciona la confusión de todos los que ahora insisten en decirme que soy blanca.

Y es que no soy blanca.  Y no sé qué soy.  Un cruce de negro (mi abuela y mi tío contribuyen con esta teoría), con india (mi mamá tiene unas fotos en las que sale idéntica a la india Catalina), con blanco (porque tengo un montón de apellidos que suenan a mono), una revoltura en la que no me hace falta sino el nipón, y eso que mirándome bien el ojo "razgao" pueden generarse suficientes dudas como para una investigación.

No soy sino el resultado de la mezcla de siglos de gente que se tenía ganas y a quienes no le importó estar "dañando la raza".

Me siento orgullosa de ellos, orgullosa del revuelto resultante... no quiero ser pura por ningún lado.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

ARCO IRIS

(Dionicia Moreno Aguirre)

Estaba pensando...
si acaso los negros
más puros tendrían que ser:
¡negros! ¡Muy negros de piel!
De piel negra azul
o negro café.

Hay negros muy dulces
y bellos también,
como roca fina,
como azúcar morena
o como panela en miel.

Hay negros dulces,
negros, muy negros,
pero no de piel.
Hay negros rosados,
amarillos, blancos,
canela y café.

Y son negros puros
que aman su raza,
sus ancestros, su cultura.
¡Ay, de aquel..!
que se atreva a insinuar
que estos no son negros
porque les cambiaron
la piel.

Richitelli dijo...

Muy buen post. Realmente no me gustan muchas cosas que produce la tierra caliente que tan tonificada mantiene la piel. Detesto el sudor, no me gustan los calores excesivos y me da depresión sentir que mi piel se resiente con la agresividad del mono Jaramillo. Colorea más fácil un queso a palmadas que yo, se podría decir. Sin embargo, creo ciegamente en que lo ideal no es una raza únivoca, prefiero las buenas mezclas.

Y ese anónimo tiene cara de @Fernalonso ¿será?

Ana María Mesa Villegas dijo...

Es @fernalonso : )

Me encanta el poema, gracias!!!! Gracias a ambos!

Adriana Villegas Botero dijo...

Blanca no, desteñida!

Ana María Mesa Villegas dijo...

Morena Adri! Morenaza!

taranto dijo...

Vecina ANA:
Luego de la sutil brevedad, encantadora por cierto, aterrizas con un rosario de palabras que animan mi espíritu montañero.
¡Sígase desahogando así,que por estos lares suspiramos por el VERDE (el color, y el primo hermano del banano!

Ana María Mesa Villegas dijo...

¡Gracias Vecino!

Y gracias por las palabras sobre los desahoguitos, me da pena ponerme muy rosaditopálido... pero pasa...

Carlos Julio Castaño C. dijo...

...la verdad no se como llegue aqui, a este maravillosos desahogo. Mi torpe capacidad de navegar en estos medios, me trae algunas maravillosas sorpresas.

...no se quién sos, pero que hermosa y sensible es tu alma multicolor...

...gracias

Ana María Mesa Villegas dijo...

Gracias Carlos Julio!!!

Supone uno que con ese comentario no vendrás a ver la respuesta... me da pesar!

taranto dijo...

ANA, vecina:
!El que 'cobre! EL SALTO, para prolongar TU RAZA, se las verá conmigo!... ¡TENGO LA MANO multada!

Ana María Mesa Villegas dijo...

Listo Vecino, ahí quedaron advertidos! jajajajajajaj

Ratushka dijo...

Yo también me desteñí...ahora soy color caja de cartón y hay días en que eso me pone un poco triste. Hoy daría lo que fuera por estar en la playa, sólo estar...sin ninguna preocupación ni ninguna tristeza encima. Sólo un minúsculo bikini..o mi desnudez color canela después de un vital baño de sol.
:(