Una reseña de las obras que más me gustaron en esta versión del Festival que estuvo maravilloso.
Labio de liebre:
Coproducción de la Compañía de Teatro Petra y el Teatro Colón que vino como invitado.
Escrita por Fabio Rubiano.
Muy dura, dolorosa. Una historia sobre el conflicto colombiano. Debido a mi trabajo pude hablar con Fabio Rubiano sobre el recurso de los "chistes" que contiene. Él dice que no fueron puestos ahí para que la gente se riera y que ellos mismos se sorprendieron cuando el público respondió de esa manera. Incluso creo que algunos de esos "chistes" han sido pronunciados en serio por los criminales de este país en medio del cinismo con el que a veces hablan de sus atrocidades. Por ejemplo, como me contó Fabio Rubiano, esta frase pronunciada por los paramilitares: "nosotros sí los decapitamos, pero no jugamos fútbol con sus cabezas porque nosotros no somos unos monstruos", o algo así, justificando lo injustificable. No pude ver la obra sin abstraerme y pensar que cosas como esas realmente sucedieron. Y creo que por eso no me reí. Mis amigos, que la vieron conmigo, se rieron y comentaron que era después de la risa y justo por ella que la obra les había dejado una reflexión sobre el cinismo con el que a veces todos reaccionamos frente a la violencia en Colombia. No calificaría la obra como hermosa, aunque su escenografía y la puesta en escena lo sean, es sobre todo un sacudón en el alma y un riesgo artístico enorme. Algo debe pasar en este país que no fue rechazada con la misma pasión con la que ha sido aceptada, hubiera podido, perfectamente, pasar eso otro, hubiera podido ser repudiada. Y a veces me preocupa que no haya sido así.
Otelo:
Compañía Viajeinmóvil. Chile.
Basada en la obra de Shakespeare.
Otelo es la historia de un dictador que mata a su esposa convencido por sus aúlicos de que ella le es infiel. Nada nuevo en la historia. La gracia de esta versión es que dos actores recrean cinco personajes con la ayuda de unos maniquíes y de sus maravillosas voces. Cambios levísimos en la inflexión de la voz y movimientos precisos hacen que uno olvide que solamente hay dos personas en el escenario mientras ve diálogos entre dos personajes y una sola persona, por ejemplo. Un trabajo impecable. Fascinante. Leí que las obras que ha montado Viajeinmóvil tienen en común el uso de marionetas y la animación de objetos, les sale hermoso.
Me llamo Suleimán:
Compañía Una hora menos. España.
Escrita por Antonio Lozano
Otra obra dolorosa. La historia de las migraciones de África a Europa. Dos frases me marcaron y parafraseo porque no las recuerdo con precisión: "mientras más grande es la miseria en África más altos se hacen los muros en Europa" y "cuando se es pobre uno no puede darse el lujo de ser niño mucho tiempo". La puesta en escena es hermosísima, unas cajas de cartón sirven como pantalla para la proyección de unas animaciones que ayudan a contar la historia y también como utilería: alambrado, nevera, microondas, clóset, embarcación. Conocí a Antonio Lozano, el escritor, persona absolutamente hermosa. Él y otras personas de la compañía de teatro me contaron que una de las primeras veces que presentaron la obra lo hicieron en un colegio frente a adolescentes y que tenían susto porque ese es un público difícil. Según cuentan ellos, a los tres minutos de comenzar el auditorio se había quedado en silencio y así estuvo hasta el final cuando se dieron cuenta de que incluso los chicos que se veían más rudos estaban llorando. Una sola actriz representa tres personajes: Suleimán, el niño africano que cuenta su viaje, una mujer policía que había conocido a Suleimán cuando estaban chiquitos y que se lo vuelve a encontrar más adelante y, brevemente, al capitán de una embarcación pequeña. La historia la hemos visto en las noticias: los muertos, las injusticias, los abusos, la esperanza de miles de personas de llegar a un lugar seguro, la tragedia humana. La actriz, además, canta y la música merecería capítulo aparte si yo supiera algo más sobre ella. Hermosa, poética, conmovedora, triste... Este mundo es una mierda, pero puede ser contado bellamente.
Que ya vuelva el Festival Internacional de Teatro de Manizales.
Gracias Octavio, Elvira, La Mona, Pamela, Beatriz, Julián, Sergio, a la Junta y todos.