miércoles, 25 de mayo de 2011

Rotación de Personal

Se ha vuelto también veloz el paso de la gente por nuestra vida.  Llegan, nos deslumbran, los admiramos un momento, nos hacen sentir importantes cuando nos prestan atención, nos hablan a nosotros, nos reconocemos y luego...

Puffffff...

Desaparecen de la escena.

Y, ¡hola!.

Todo de nuevo.

(Y luego está la gente de planta, los de los resabios, los de los caprichos, los activos fijos, los de antes de ley 50)

martes, 17 de mayo de 2011

Una entrada alegre

Todo lo que leo es triste y está como envuelto en una misma idea: nada vale la pena. Nada.
Bajo la perspectiva de lo corta que es nuestra vida y el poco impacto que tenemos, nada adquiere mucho sentido, pero uno sigue dándole trascendencia a la cotización esta que le va a solucionar el problema de que en la estación de transmisores no dura bueno dos minutos un cargador para un nokia 1100.  Y corre uno a darle solución a esos pequeños problemas trascendentes y la vida es eso... una nimiedad acompañada de cosas aún más pequeñas que nos parecen de vital importancia... qué circo.

Hay un vacío que me resisto a llenar con la figura de Dios aunque no lo niegue del todo, aunque de mi formación me queden más dudas que certezas.  Es decir, no sé si existe o si no existe, pero no quiero centrar el papel que tengo que cumplir en esta vida en nada que dependa de esa concepción...

Somos un accidente intrascendente, una sopa biológica que un día se llenó de vida, y todo lo que hacemos es dar vueltas al rededor del sol jurándonos el centro del universo y vestidos para hacer bien la tarea.

Ya me desahogué, que para eso es este blog... ahora sí voy a volver a hablar de votaciones y de corrupción y de carruseles y del amor y de los hijos y de la amistad y del sistema de salud y de la vía Manizales - Bogotá y de todas esas cosas tan importantes.

Tenía que decir que ando como sin fe.  Pero que estoy contenta.