A mí me parece charro que los policías hayan filmado a Merlano.
Hace como dos años íbamos en una camioneta para cinco personas ocho integrantes del octeto vocal Kumae. Yo cantaba ahí. Nos pararon unos policías que nos iban a multar por sobrecupo y porque la tarjeta de propiedad del carro en el que íbamos casi no aparece. Les dijimos de todo a los agentes de la ley, que por favor, que nos devolvíamos a pie, que nos regañaran pero que no nos multaran; terminamos cantándoles, aquí está la historia. No nos íbamos a dejar partir. No nos dejamos... o no quisieron partirnos.
Los policías nos perdonaron el parte, nos dejaron seguir, porque ellos tienen antes que autoridad, poder. Ellos finalmente deciden si le ponen a uno el parte o lo dejan seguir. Y dejan seguir a muchos sin siquiera cobrarles un soborno... a mí me han puesto poquitos partes, jamás he pagado un soborno a un policía de tránsito y he cometido muchas infracciones.
Es que ustedes no saben quién soy yo cuando me propongo no dejarme partir. Los policías sí saben, yo soy la que canto.
Entonces, dado que los policías deciden si lo parten a uno o no, me parece charro que se hayan puesto en esa discusión con el senador. Me da la sensación de que los policías lo querían emproblemar más de la cuenta, no solo cobrarle el parte o hacerle una prueba de alcoholemia, sino filmarlo para subirlo a redes sociales y ponerlo en evidencia: ¡que lo juzgue el gran hermano! cuyo veredicto, además, no se hace esperar... y yo no soy conspiparanóica, pero me parece raro. Parece como si el senador les hubiera caído particularmente gordo, como si se hubiera vuelto personal. Se ensañaron con él.
Me parecen pendejos todos. El Senador que no es capaz de ganarse por las buenas a unos tipos como él. Y los policías también que les dio por llevar eso a las "últimas consecuencias", a no ser que estén sirviendo a otros intereses que desconozcamos. Hay una actitud de los policías que se alcanza a ver en el video, una actitud displicente, en la que me parece que le quisieran decir al senador "aquí te tenemos, te estamos filmando", y que me parece impropia de gente que está defendiendo la ley.
Aquí nadie cree en la ley, ni los que la hacen, ni los que la ejecutan, ni a los que nos toca.
A mí no me parece que ahí haya a quién defender.
viernes, 25 de mayo de 2012
jueves, 24 de mayo de 2012
La hombría, ese bien delicado
El otro día le dije a un amigo delante de mucha gente que era una de las personas más nobles que conocía, porque a pesar de conocernos bien y de haber tenido discusiones en más de una ocasión, él todavía me habla. Creí estar haciendo un piropazo cuando el tipo en cuestión me dijo, en privado, que eso sonaba a que él era mi amigo pelotón, pero que muchas gracias.
Como varias cosas así me han pasado últimamente, yo reaccioné un poquito ofuscada porque no sé qué les pasa a los tipos a los que uno les dice, o peor, dice de ellos, que son tiernos, queridos, simpáticos osos de peluche que parece que todo eso significara que están emasculados, que no tienen pipí.
Es decir, sé que es un salto largo pasar de decir eres tierno a que eso signifique "no tienes pipí", pero parece que a los tipos muchos adjetivos relacionados con la bondad de su alma los hace pensar que los vemos como personas inofensivas, amigos inocentes que no podrían lastimarnos, gente que nunca nos haría una propuesta indecorosa, como si a nosotras se nos olvidara que ellos todo eso podrían hacerlo con solo querer y que lo que pasa es que no quieren. No es que no puedan, es que no quieren... pero si quisieran... ah, si quisieran... ¡ellos podrían! No se nos olvide, señoritas, ellos tienen con qué. Y no solo tienen con qué sino que nunca los olvidaríamos.
Hay ahí una especie de guerra de poder, que seguramente está relacionada con la igualdad de géneros, con el mensaje que los hombres han recibido desde hace tanto tiempo "los niños no lloran" que en el fondo quiere decir que no son vulnerables, y el que hemos recibido las mujeres de ser tímidas y castas. De que el coqueteo es propuesto siempre por los señores y que nosotras se supone que nos quedamos estáticas esperando a que nos hablen, a que nos propongan y a que nos digan cosas bonitas mientras temblamos con disimulo.
Entonces será muy raro que uno, sin dársele mucho, le diga a un tipo delante de un grupo de gente que es un bonito: - ¡Eres un lindo! Y los tipos se quedan sin saber qué hacer: - Hmmm... ¿gracias? ¿Eso es un piropo?
Es un piropo. Lo que le da a uno ganas de no saber si pueden o no pueden "deshonrarlo" a uno, señores, es que no los sepan recibir con gracia y sin dudar de su hombría.
Como varias cosas así me han pasado últimamente, yo reaccioné un poquito ofuscada porque no sé qué les pasa a los tipos a los que uno les dice, o peor, dice de ellos, que son tiernos, queridos, simpáticos osos de peluche que parece que todo eso significara que están emasculados, que no tienen pipí.
Es decir, sé que es un salto largo pasar de decir eres tierno a que eso signifique "no tienes pipí", pero parece que a los tipos muchos adjetivos relacionados con la bondad de su alma los hace pensar que los vemos como personas inofensivas, amigos inocentes que no podrían lastimarnos, gente que nunca nos haría una propuesta indecorosa, como si a nosotras se nos olvidara que ellos todo eso podrían hacerlo con solo querer y que lo que pasa es que no quieren. No es que no puedan, es que no quieren... pero si quisieran... ah, si quisieran... ¡ellos podrían! No se nos olvide, señoritas, ellos tienen con qué. Y no solo tienen con qué sino que nunca los olvidaríamos.
Hay ahí una especie de guerra de poder, que seguramente está relacionada con la igualdad de géneros, con el mensaje que los hombres han recibido desde hace tanto tiempo "los niños no lloran" que en el fondo quiere decir que no son vulnerables, y el que hemos recibido las mujeres de ser tímidas y castas. De que el coqueteo es propuesto siempre por los señores y que nosotras se supone que nos quedamos estáticas esperando a que nos hablen, a que nos propongan y a que nos digan cosas bonitas mientras temblamos con disimulo.
Entonces será muy raro que uno, sin dársele mucho, le diga a un tipo delante de un grupo de gente que es un bonito: - ¡Eres un lindo! Y los tipos se quedan sin saber qué hacer: - Hmmm... ¿gracias? ¿Eso es un piropo?
Es un piropo. Lo que le da a uno ganas de no saber si pueden o no pueden "deshonrarlo" a uno, señores, es que no los sepan recibir con gracia y sin dudar de su hombría.
jueves, 10 de mayo de 2012
El hombre para mí
- No era la mujer para mí, se había convertido en una puta.
- ¿Cómo así, cobraba?
- No, no, pero, a mis ojos ya no era la mujer para mí.
- ¿Qué hizo?
- No, no, no... no era la mujer para mí.
- ¿Qué le reprochas?
- ... Se separó del marido y andaba dándolo por todas partes.
- ¿Estás seguro?
- Eso decían.
- ¿Con cuántas viejas te has acostado tú?
- No seas insolente.
- ¿Te crees mejor que ella?
- No, pero esa no era la mujer con la que yo quería formar una familia.
Es gracioso que haya padres criando hijas que resultan ser mujeres con las que no se casarían.
- ¿Cómo así, cobraba?
- No, no, pero, a mis ojos ya no era la mujer para mí.
- ¿Qué hizo?
- No, no, no... no era la mujer para mí.
- ¿Qué le reprochas?
- ... Se separó del marido y andaba dándolo por todas partes.
- ¿Estás seguro?
- Eso decían.
- ¿Con cuántas viejas te has acostado tú?
- No seas insolente.
- ¿Te crees mejor que ella?
- No, pero esa no era la mujer con la que yo quería formar una familia.
Es gracioso que haya padres criando hijas que resultan ser mujeres con las que no se casarían.
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