miércoles, 12 de septiembre de 2012

Cien metros planos

Los estamos corriendo empinados. Los estamos corriendo cuesta arriba.  Nos estamos exigiendo más de  lo acostumbrado. Estamos haciéndolos rendir de una manera nunca vista. Estamos llevando todo un poco más allá de lo que ya hemos visto. Estamos cansados de correrlos pero seguimos intentándolo. Queremos alcanzar un meta que desconocemos. Queremos abrazar una gloria que es efímera.  Queremos llevar la corona de un triunfo pírrico.  Queremos ir contra la corriente y desafiar lo establecido.  Queremos ir en contra de todo lo que se ha dicho.  Queremos compartir el triunfo con otros que también se rebelaron.  Sentirnos respaldados por gente que no podrá ni aplaudirnos.  Gente que corre su propia pendiente.  Todos en una carrera en contra de nosotros mismos.  Los atletas que somos ya estamos muy cansados.  Cansados del desgaste de correr hacia arriba amarrados desde abajo.

La humanidad está conformada por un montón de gente finita que hace cosas excepcionales para que queden en libros o archivos que parece que durarán más que cada uno de nosotros como registro de lo impresionantes que podemos ser cuando nos exigimos.

En reposo, descansando, cómodos, parece que no somos nada trascendente.  Hay que correr 100 metros planos en menos de 10 segundos para que quede nuestro nombre inscrito en alguna cosa física que nos sobreviva con el fin de poder llevarle el hilo a los logros de la humanidad.
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Qué bueno que de verdad exista otra civilización y que alcancemos a conocerlos antes de que se apague el sol para poderles decir "miren lo que somos capaces de hacer con estas piernas".  Porque sino todo este esfuerzo, teniendo mucha gracia, tiene muy poquita gracia.

5 comentarios:

Unknown dijo...

¡Ay Ana, esa corredera tan espantosa! A veces no sabe uno si es mejor tratar de conseguir una victoria pírrica o quedarse tranquilo en las gradas burlándose de los demás, como las viejas con tetas y marido.

alvaron dijo...

Prefiero llegar después pero llegar, antes que no llegar por tratar de ir más alla de mis capacidades...

Anónimo dijo...

Qué jartera esas carreras, con lo sabroso que es disfrutar del paisaje. Eso es parte fundamental del paseo, no solo llegar.

Saludos.

Ana María Mesa Villegas dijo...

A mí me parece muy impresionante que hay unos preparados para correr a toda y que van de corbata... es decir, además de todo, incómodos.

Germán A. Quimbayo dijo...

Yo a veces me siento tentado a correr, pero siempre me doy cuenta que es mejor tomarse la cosa con más calma.

Jm, eso sí, menos mal he optado por ir lo más cómodo posible en el viaje, así me digan que tengo cara de chino por no llevar nunca corbata y trabajar con ropa "outdoor" :P

Chévere tu blog, pasé y ya leí varias entradas :)