martes, 8 de abril de 2014

Sola

Me subo al carro, prendo la música, canto.  Busco la vía que me saca de Manizales.  Se me olvidó echarle gasolina al carro.  Creo que tengo suficiente, más adelante busco una bomba.  Olvidar eso, Ana María, ahí estoy pintada.  Como no hay nadie que me regañe yo me encargo.  Me perdono ese descuido y pienso que no sé si con lo que tengo en el tanque alcanzo a llegar a Riosucio, voy a calcular que sí porque es el pensamiento más práctico.  Es viernes y hay muchos camiones.  Adelanto camión tras camión tan rápido como puedo.  Resulta ser muy despacio, hay que poner cuidado.  No me importa, no tengo afán, voy sola, no estoy en competencia, a quién le importa.  Sigo cantando... Canto más duro... Saco la mano por la ventana porque ahora interpreto las canciones, no solo canto.  Repito una canción hasta que sale como me gusta, la repito hasta el cansancio.  Me gusta esto del carro solo para mí, la carretera solo para mí, el pelo alborotado porque llevo las cuatro ventanas abiertas.  La libertad se debe parecer a llevar las cuatro ventanas abiertas y el pelero alborotado.  Paro en la carretera porque ya me eché a la pena, no voy a llegar temprano.

Riosucio ya empezó la fiesta y yo no he comido para poder emparrandarme con ella.  Como y me voy a sentar en las escalas del atrio de la iglesia, justo al frente del centro de la tarima donde se presentarán varias agrupaciones riosuceñas esta noche.  Otra cosa buena de estar sola, pienso, es que es muy fácil conseguir un buen puesto para una persona.  Me converso: linda la música; el señor del guitarrón es el único de este grupo que saluda al público cuando terminan cada tema; los cuatro integrantes de este grupo se ven lindos desde acá, seguro de cerquita no son ni la mitad de guapos, así es siempre; este del báculo que va conversando con todo el mundo tiene que ser uno de los locos del pueblo... Y mirá otro, ¡ah! este camina parado en las manos, ¿está borracho?, admirable, gran proeza.  Mirá ese tipo, el morenito, ¿está como lindo? Está como lindo ¿Viene para acá?  Viene para acá, disimulemos.  Ah, conoce a las de adelante.  Noooo, pero qué simpatía, qué alegría, qué empalague.  Ya no me parece tan lindo, qué pereza tanto dulce.

Llegaron las dos personas que conozco en este pueblo.  Sin saberlo quedé sentada en medio de un montón de amigos, qué buen cálculo, Ana María.  Mucho gusto, Don César.  No, no quiero tomar ahora, Don César.  Está bien, claro que le recibo un aguardiente, Don César.  Después de que le dije que no la primera vez usted sabe que lo único que necesitaba era que me insistiera otro poquito.  ¿Otro? Otro. Ah, conocemos también al morenito empalagoso.  Mucho gusto.  ¿Otro aguardiente, Ana María?  Otro.  Me conversa el morenito.  Ya no me parece que sea tan empalagoso.  Con este montón de trago seguro la simpatiquísima soy yo y ni me importa, ni me doy cuenta.  No tengo con quién verificar esta información pero yo creo que nos gustamos.  

Me queda el resto del fin de semana, sola, para comprobarlo. 

3 comentarios:

@sandsuarez dijo...

Así fue mi sábado en el Estéreo Picnic, se me acercó una pareja y me preguntó "¿Por qué estás ahí sola tan aburrida?" y yo les dije "no estoy sola, mis cuatro personalidades y yo la estamos pasando lo más de bueno".

Anónimo dijo...

Tan sabroso que es estar solo.
Yo me regaño mucho, tengo que relajarme.

Saludos y abrazos.

Ana María Mesa Villegas dijo...

Yo sí que no tengo sino una personalidad estoy sola, Sandra, pero igual es como entretenida.

Ve, Dani, ¿nos regañaremos mucho todos? Lo malo de mi cantaleta es que no me hago mucho caso.