domingo, 25 de julio de 2010
Que no acabas de llegar
miércoles, 14 de julio de 2010
Sebastián Marroquín y Rodrigo Lara Restrepo
A Lara Bonilla lo asesinaron en 1984. Yo tenía 10 años y recuerdo con claridad ese asesinato. Recuerdo que todo el mundo decía que lo habían matado porque había tenido valor. Había denunciado los nexos del narcotráfico y el gobierno. Rodrigo Lara Bonilla tenía un hijo de mi edad... yo no necesité más, para sentir ese asesinato, que pensar que a mi me podían matar a mi papá. Y lloré la muerte de ese señor, como hubiera podido en ese momento, llorar la de mi papá. Era una cuestión de empatía hacia ese niño de mi edad que había perdido a su papá por ser valiente y, como a mi el mío me parecía valiente, yo pensaba que eso podía pasarme a mi. Me dio muy duro ese asesinato.
Leí la carta que Sebastián Marroquín les mandó a él y a los hijos de Carlos Galán. Y no puedo pensar en eso sin llorar y llorar. Me parece admirable. Me parece un tipo brillante Sebastián. Esa carta no puede estar mejor escrita, no puede ser más respetuosa y a la vez dejar más claro el mensaje de necesaria reconciliación de este pueblo. Y me parece el tipo más noble Rodrigo, cuya reacción fue coger de una un avión para irse a ver con el hijo del tipo que mató a su papá. ¡Ejemplar! Sin duda los dos son tipos inteligentes, sensatos, pero además de una madurez que va más allá de lo que muchos pueden entender. Evolucionados. La carga simbólica de ese encuentro es descomunal.
Otros con historias similares han llegado al extremo de hacerse presidentes de este país para librar una guerra personal. Pero Sebastián y Rodrigo, lo que hacen es sentarse a conversar, a reconciliarse con su pasado, a entender que ninguno es responsable por eso. A entender que la historia no puede desconocerse, pero tampoco puede ser motivo de discordia, porque el pasado por el que son responsables sus actores, no puede llevarnos a librar guerras en el futuro, reconocer esa historia tiene que llevar a encontrar caminos de paz. Yo los admiro profundamente, al uno por escribir una carta tan hermosa y al otro por responder con una visita.
Me parece que mejor ejemplo no hemos podido recibir los colombianos y me parece que a eso no se le ha hecho toda la bulla que se le debería haber hecho.
Yo aquí contribuyo con mi bullita.
La Carta
Leí la carta que Sebastián Marroquín les mandó a él y a los hijos de Carlos Galán. Y no puedo pensar en eso sin llorar y llorar. Me parece admirable. Me parece un tipo brillante Sebastián. Esa carta no puede estar mejor escrita, no puede ser más respetuosa y a la vez dejar más claro el mensaje de necesaria reconciliación de este pueblo. Y me parece el tipo más noble Rodrigo, cuya reacción fue coger de una un avión para irse a ver con el hijo del tipo que mató a su papá. ¡Ejemplar! Sin duda los dos son tipos inteligentes, sensatos, pero además de una madurez que va más allá de lo que muchos pueden entender. Evolucionados. La carga simbólica de ese encuentro es descomunal.
Otros con historias similares han llegado al extremo de hacerse presidentes de este país para librar una guerra personal. Pero Sebastián y Rodrigo, lo que hacen es sentarse a conversar, a reconciliarse con su pasado, a entender que ninguno es responsable por eso. A entender que la historia no puede desconocerse, pero tampoco puede ser motivo de discordia, porque el pasado por el que son responsables sus actores, no puede llevarnos a librar guerras en el futuro, reconocer esa historia tiene que llevar a encontrar caminos de paz. Yo los admiro profundamente, al uno por escribir una carta tan hermosa y al otro por responder con una visita.
Me parece que mejor ejemplo no hemos podido recibir los colombianos y me parece que a eso no se le ha hecho toda la bulla que se le debería haber hecho.
Yo aquí contribuyo con mi bullita.
La Carta
sábado, 10 de julio de 2010
Carta abierta a un hermano desconocido
Y lo cierto es que, conociendo a Jairo, lo raro sería que terminaras por no existir.
Si existes, debes tener 14 años más que yo, es decir 50. Eres de Puerto Nare y tu mamá tiene que ser una campesina de la localidad (esperemos que sea sólo campesina) o una enfermera del hospital donde mi papá hizo su año rural. Jairo (tu papá, mi papá y el papá de Julita) cuenta una historia de una enfermera que le pidió referencias para solicitar traslado a Medellín. Él le dijo que claro, que con mucho gusto, pero que tenía que mostrarle su curriculum para saber a quién estaba recomendando, a lo que ella contestó que "claro que sí Doctor, pero por qué no cerramos las cortinas"... tal vez es esa tú mamá... espero no estarte revelando nada que te haga pensar mal de tu señora madre, todos cuando jóvenes hacemos pendejadas... vaya uno a saber si Jairo (¡JAIRO!) no aprovechó esa oportunidad como tan servidita en bandeja de plata, que tampoco es motivo para que no lo quieras...
Si existes y aún no te conocemos, tiene que ser porque mi papá tampoco sabe de tu existencia, porque él será todo lo que quieras pero no es un irresponsable que vaya dejando hijos por ahí regados sin responder por ellos... así que me pregunto por qué no habrás aparecido ya... no se te ocurra aparecer cuando mi papá se muera, ni vas a llegar directo al entierro que eso es de muy mal gusto... Vení por acá, presentate... seguro que mi papá te recibirá bien, pero por favor avísanos antes porque él ya no está para recibir semejantes sorpresas, como la de tener un hijo cincuentón; esa es la edad que él todavía cree tener.
Te va a caer bien Julita y si tienes algún problema en la piel ven preparado para la consulta porque tienes hermana Dermatóloga, como el papá (tú papá, mi papá, el papá de Julita). A Pilar ya te la iremos suavizando, porque puede ser que a ella si no le caigas tan, tan bien. Pero tú qué culpa tienes de haber nacido, tú no tienes por qué cargar con los pecados de tus padres, a ti nadie te preguntó. No te preocupes, de ella nos encargamos Julita y yo.
Te advierto sobre tu papá: hay que hablarle durito, no le gusta Uribe así que no se lo vas a nombrar, tampoco cree en Dios y si lo que quieres es que te quiera, lo mejor es que tu lo quieras harto primero, que no te vayas a poner a chicanear con nada que no le gustan los chicaneros, que nos quieras harto a Julia y a mi, porque hemos sido la "luz de sus ojos" rosca a la cual me imagino que querrás entrar.
Con cariño, tu hermana que te espera.
(Papi y mami: fregando!!)
lunes, 5 de julio de 2010
Un juez
¿Quién hay loco o cuerdo? ¿Cómo hacemos para saber de qué lado de la razón estamos?
Si hay un dios, es para que defina eso...
Si hay un dios, es para que defina eso...
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