lunes, 12 de junio de 2017

D.

Hace tiempo S. dijo que había leído en alguna parte que en promedio una persona se enamora dos o tres veces en la vida de esa manera correspondida y recíproca. La cifra me dejó preocupada porque yo ya me he enamorado algunas veces y, en por los menos dos ocasiones, recíprocamente. Así que empecé a considerar que era probable que no me volviera a suceder. No como cuando dices "no me vuelvo a enamorar, totalmente, para qué", sino con la tranquilidad de "ok, siquiera tengo amigos que me lo dan de vez en cuando para que por lo menos no me falte sexo". Tranquila y asumida, sin drama, ya estoy grande, ya viví. En otros momentos históricos ya estaría muerta, y en otros debería estar casada y criando niños, así que es posible que hayan terminado de aparecer en mi vida las grandes emociones.

Por eso estoy dispuesta a asumir riesgos, por eso no me importa si es imperfecto o breve o fugaz. Agradezco que sea intenso. Agradezco que me impulse a vivir y a hacer una que otra estupidez. Agradezco que he sido alcahueta conmigo misma.

Quizá después de esta enfermedad mortal ya no me vuelva a enamorar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amén