jueves, 14 de enero de 2010

Pelos




Pelo en la sopa, pelo en el arroz, pelo en el jabón.  ¿El pelo es en sí mismo mugre?

Y es que el trato al pelo es por decir lo menos inequitativo.  Si pegado del cuerpo, se le limpia, se le trata, se le usa para coquetear, se le amarra, se le suelta y hasta se le besa, en el sur y en el norte, no vayan a decir que no;  pero una vez desprendido del cuerpo humano pierde todo status y queda inmediatamente convertido en mugre, al que se le hace el feo, se le trata con desprecio, se cambia el plato que lo lleva, se reniega porque quedó adherido al jabón o luchando para no irse por el sifón.

Y no importa el dueño.  Si aparece en restaurante y no sabemos de quién es, vaya y venga.  Uno no sabe si lo limpian, si lo tratan, si lo quieren, si lo aman.  Pero, ¿de parte aseada?.  ¿Del hermano, de la hermana?, ¿del amado, de la amada?.  Si sujetos a sus cuerpos hacen parte de su atractivo, porqué al caer, ¿caen también en desgracia?

Como si quedaran convertidos en NN's difuntos malolientes, al pelo caído, nadie lo ama.

(Sé que la foto es inmunda, pero me obligo, para ser consecuente)

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