miércoles, 14 de julio de 2010

Sebastián Marroquín y Rodrigo Lara Restrepo

A Lara Bonilla lo asesinaron en 1984.  Yo tenía 10 años y recuerdo con claridad ese asesinato.  Recuerdo que todo el mundo decía que lo habían matado porque había tenido valor.  Había denunciado los nexos del narcotráfico y el gobierno.  Rodrigo Lara Bonilla tenía un hijo de mi edad... yo no necesité más, para sentir ese asesinato, que pensar que a mi me podían matar a mi papá.  Y lloré la muerte de ese señor, como hubiera podido en ese momento, llorar la de mi papá.  Era una cuestión de empatía hacia ese niño de mi edad que había perdido a su papá por ser valiente y, como a mi el mío me parecía valiente, yo pensaba que eso podía pasarme a mi.  Me dio muy duro ese asesinato.

Leí la carta que Sebastián Marroquín les mandó a él y a los hijos de Carlos Galán. Y no puedo pensar en eso sin llorar y llorar.  Me parece admirable.  Me parece un tipo brillante Sebastián.  Esa carta no puede estar mejor escrita, no puede ser más respetuosa y a la vez dejar más claro el mensaje de necesaria reconciliación de este pueblo.  Y me parece el tipo más noble Rodrigo, cuya reacción fue coger de una un avión para irse a ver con el hijo del tipo que mató a su papá.  ¡Ejemplar!  Sin duda los dos son tipos inteligentes, sensatos, pero además de una madurez que va más allá de lo que muchos pueden entender.  Evolucionados.  La carga simbólica de ese encuentro es descomunal.

Otros con historias similares han llegado al extremo de hacerse presidentes de este país para librar una guerra personal.  Pero Sebastián y Rodrigo, lo que hacen es sentarse a conversar, a reconciliarse con su pasado, a entender que ninguno es responsable por eso.  A entender que la historia no puede desconocerse, pero tampoco puede ser motivo de discordia, porque el pasado por el que son responsables sus actores, no puede llevarnos a librar guerras en el futuro, reconocer esa historia tiene que llevar a encontrar caminos de paz.  Yo los admiro profundamente, al uno por escribir una carta tan hermosa y al otro por responder con una visita.

Me parece que mejor ejemplo no hemos podido recibir los colombianos y me parece que a eso no se le ha hecho toda la bulla que se le debería haber hecho.

Yo aquí contribuyo con mi bullita.

La Carta

11 comentarios:

Susana dijo...

Yo no le había parado ni cinco de bolas a esa noticia y me gustó mucho que me hicieras caer en cuenta.

Qué bueno leer acerca de perdón, reconciliación, desinterés, humanidad.

Muchas gracias, Ana.

Ana María Mesa Villegas dijo...

¿Cierto que no le han dado suficiente relevancia?

¿Cómo sigues Lalu?

Susana dijo...

Muy bien, Ana. Ya como sin miedo, aunque todavía no me he venido en bus a la oficina.

No, no le han dado la importancia que se merece.

Me pongo a pensar por què y lo primero que se me viene a la cabeza es que es culpa del uribismo, de esa forma de pensar en que lo unico bueno, verdadero y que vale la pena es peliar.

Sin embargo, ùltimamente pienso que el uribismo no tiene la culpa de lo que le pasa a colombia, sino que los colombianos tenemos la culpa del uribismo y, en ese orden de ideas, somos todos los que tenemos la culpa de no haberle parado bolas a la noticia.

Ayer soñè con ellos dos, ni siquiera sè còmo son, pero se me mezclaban con los personajes de La guerra y la paz. Era como si Napoleòn fuera Pablo Escobar y Manuel Cepeda, Pierre Bezùjov. NO sé, son sólo sueños incoherentes, pero voy en la parte en que Andrei perdona a Natasha

Ana María Mesa Villegas dijo...

Me leí ese libro en el colegio y ya no recuerdo nada... será retomar, pero suena como lógico tanto revuelto...

Sí, yo también quise explicarme la falta de atención a esa noticia en una complicada trama de complot, pero creo que, como dices, simplemente en un país acostumbrado a la violencia, estas noticias no tienen mucho eco... además con esta dificultad (es como envidia) de reconocer en los demás los ejemplos que pueden darnos y súmale que el ejemplo lo da el hijo de Pablo Escobar, no sé, supongo que la noticia debe generar resistencias...

alvaron dijo...

Me gustó; y sin meterle política al asunto, mucho más que lo que se ha comentado recientemente sobre la señora betancourt y su madre!
Parece evidente que acciones de grandeza como las de los hijos de RLB y PE no aumentan ñla venta de periódicos o la sintonía de las radios...

taranto dijo...

Vecina:

Soy eco de tu bullita.

Escrito con el alma, y digitado con el dedo del corazón.

(Y sigo sin saber como actualizar lo mío... vivo desactualizado).

Cuídese de la gripa trifásica (que padezco): estornudo, lágrimas por la nariz, y tos de pilroja.

Abrazos.

Ana María Mesa Villegas dijo...

Gracias Vecino. Desde que me sacaron las amígdalas, este año, no me ha vuelto a dar una gripa y espero que al estar diciendo yo esto no esté tentando al destino. Alíviate pronto vecino!

Anónimo dijo...

Vecina:
No me tiente a tal extracción.
Además, eso me implicaría vida torera, y yo voy con el toro.
Me quedo más bien con mi peste.

Ratushka dijo...

¿Lástimosamente? yo no tengo memoria de cosas como ésta pero me interesan y me gusta leer al respecto, ver documentales, testimonios, películas etc.
Por eso me gustó esta entrada, porque me pellizca la conciencia, me mueve a saber, a averiguar. De la noticia y el encuentro sí estaba enterada pero la carta no la había leído hasta hoy que leí tu entrada. Tu admiración y "tu bullita" son contagiosas. Me gusta pasar por acá, siempre hay algo interesante. Saludos Ana.

taranto dijo...

Vecina:

¿Se te daño el teclado?
Acueste las gallinas,
tranque la puerta,
orine, pero...
antes de acostarse:
¡Deje una nota bien nota pues noto ausencia!
(No pude con el remate del Comentario, me quedó grande).
Saludos.

Ana María Mesa Villegas dijo...

Ratushka, lo mismo digo de tu blog! Gracias!!
Vecino... y,¿cómo siguió de la gripita?
El teclado bueno (como se aprecia en la gráfica), la energía concentrada en otras cosas, eso sí, sabrás disculpar! Pero tan bueno que sientan nuestra ausencia! :D