viernes, 23 de octubre de 2009
La cauchera
Todos tenemos derecho a instantes pretenciosos, así como a instantes decadentes, así como a instantes románticos, así como a instantes fugaces o a instantes eternos... todos tenemos derecho de tener certeza de aquello que nunca sucederá... y tiene derecho la gente, parece, a bajarnos de las nubes en las que nos subimos, con las alas que nos ayudaron a montar...
martes, 20 de octubre de 2009
Alas
Si lo que querían era no darme alas, tenían que haberme quitado primero los ojos para no ver, los oídos para no oír y la piel para no sentir...
...Así no me hubieran salido las alas...
Ahora soy un reguero de plumas.
domingo, 18 de octubre de 2009
Si está de acuerdo, reenvíelo...
Cómo hace uno para decirle a la gente que no le envíe presentaciones de power point o correos cadena de Amy Bruce. Cómo les explica uno que eso está rotando desde que nació Internet y que cuando uno fue novato los leyó y hasta los circuló, pero que ya está cansado de ver la misma historia. Cómo les cuenta que además esos correos suelen ser objeto de dos cosas: una, llevar virus y dos, recoger cuanto correo electrónico sea posible para incluirlo a Usted en bases de datos de otros correos que le dirán como alargar su pene y como bajar de peso... necesidades primarias del ser humano. Bueno, en las necesidades primarias de la gente no me meto.
He ensayado varias cosas.
Una, decir en cuanta reunión tengo con más de dos personas que yo eso no lo abro. No funciona. Los que envían esos correos, no entienden bien uno de qué está hablando, condición esta que los hace proclives a continuar esparciendo mensajes llenos de nada y, como uno realmente no quiere ser agresivo diciendo "esos mensajes que envías tu, tía", pues siguen enviando forwards a dos manos.
Dos. Con algunas personas que considero que tienen suficiente carácter como para soportarlo e intentado respuestas un poquito más fuertes. A una amiga le devolví en un día por lo menos 12 correos y en todos le decía lo mismo: no abro forwards, por favor no me envíes más. Ella enviaba y yo contestaba. Funcionó. Y creo que mi amiga no me odia. Pero estas son medidas que se toman solo con ciertas personas y en ciertos casos... generalmente es porque pienso bien de ellas.
Y tres, apoyo cada post de facebook o de twitter que se manifieste en contra de las cadenas, los forward y los spam... intento también ser proactiva y postear yo misma tips sobre cómo reconocer un correo basura... qué ingenuidad la mía!
La gente es incauta... Regalan celulares: fwd... regalan computadores: fwd, le puedes cambiar el color a facebook: fwd, te pagan por no hacer nada: fwd... y crédulos, piensan que una presentación en power point generará los cambios de conductas y hábitos que las experiencias propias no los han hecho modificar y, digámoslo también, un poquito desocupados. Tienen tiempo de ver todo ese material y todo les parece digno de ser reenviado... no hay criterios! Les gustó la música: fwd, las imágenes eran preciosas: fwd, el texto era tan diciente: fwd, era un mensaje de Jesús: fwd... Dios se comunica a través de la oración y punto! no manda mails!
Además, quienes son proclives a la opción "reenviar" suelen ser personas que se sientan solamente dos o tres veces a la semana a desatrazarse de la lectura de correos. Es decir que no es que uno diariamente mande a la papelera uno o dos correos de esos. No. La cosa es que uno llega el martes tranquilo de la vida a la oficina, abre su correo y se encuentra 20 correos que reconoce de lejos: "ábrele la puerta", "déjalo entrar", "perros", "gatos", "amigos", "los hijos", "el perdón", "el perdón y el olvido", "el amor", "solidaridad", "fotos maravillosas", "fotos increíbles", "fotos únicas" (fotos con photoshop! eso es lo que son!) y por supuesto la muy famosa Amy Bruce, que si esta viva es una veintiañera que, estoy segura, odia los spam.
Sobre el tiempo que cada uno le invierta a eso si no opino, porque cada quien que haga con su vida lo que se le de la gana, pero no pueden pretender que uno que tiene un trabajo y en sus tiempos libres tiene varias ocupaciones extracurriculares, quiere estudiar y sí señores, también quiere seguir la vida de los demás en facebook y mantener actualizado el blog, tenga tiempo además para ver 10 presentaciones de power point al día, para que cuando la tía pregunte"¿viste la presentación tan bonita que te mandé?", uno sepa siquiera reconocer de cuál le hablan!!!.
Y qué me dicen de las frases manipuladoras para que uno se convierta en parte de la cadena. "Devuélvemelo también a mi y así sabré que me quieres", solamente esa frase me hace botar el correo a la papelera y si no tiro el computador completo por la ventana es porque en un momento de lucidez alcanzo a controlarme. Odio que intenten manipularme, reacciono exactamente al revés de como quieren que lo haga. La gente que quiero no necesita que se lo recuerde enviándole un correo que se inventó un equis desconocido. ¿Será que alguien me ha anotado en la lista de "los que no me contestaron el mail de la amistad"? Que se frieguen...
Yo creo que cada uno de nosotros tiene por lo menos 3 personas de las que reenvían estas bellezas de correos... si cada persona de esas está en la capacidad de enviarle a uno entre 10 y 15 correos basura a la semana, quiere decir que en el mes uno recibe mínimo 120 hermosos correos, con fotos, historias y fábulas con moraleja.
Una noticia chiquita, yo ya me leí a Esopo y a Samaniego en el colegio y suficiente tuve. Gracias y por favor, no me manden más forwards!
viernes, 16 de octubre de 2009
Un post odiosito
Escribiré sobre la gente que no me gusta. Tengo que hacerlo porque hice un trato con una amiga... ambas escribiremos sobre el mismo tema... ella en su tono, yo en el mío.
Y el primer tema propuesto es ese... la gente que no nos gusta.
Tengo que decir que por más amable que sea el tono, el post será odiosito... si se siente identificado con algo que digo y Usted es mi amigo, sepa que lo quiero por encima de sus defectos y sus cualidades, porque uno a los amigos los quiere como son.
Comencemos.
No me gustan las personas achapadas... las que dicen que no han hecho nada y hacen cara de escándalo con la transparencia que uno ha aprendido desparpajadamente a manejar. Son generalmente peores que uno... cuando ya finalmente se conocen sus cuentos, el del escándalo honesto es uno, que para no cohibir a la gente, se resuelve a no juzgar a nadie... cómo detectarlos: abren los ojos cuando Usted cuenta cualquier excentricidad de la que hizo parte; no dicen nada, pero Usted sabe que están haciendo un juicio; a veces se resuelven a hacerlo abiertamente: "a mi la infidelidad me parece muy mal", "a mi no me parece que uno deba encarretarse con alguien acabándolo de conocer", "a mi me parece que uno debe contarle al novio todo, todo"... son infieles, se enredan con cualquiera y al novio le cuentan nada, nada. No me gustan...
No me gusta la gente que entiende despacio. Yo sé que esto suena horrible, porque se asume que escojo la posición de entender todo velozmente... pero en justicia, hasta yo me doy pereza cuando me pongo lenta... No diré más, porque esto no es lindo en mi... solo intento ser honesta y para hablar en positivo, diré que amo la gente ágil de mente, los que la cogen de una, que no necesitan más explicaciones, que ya saben de qué estamos hablando... y bueno... cuando me ponga lenta, los dejo que me saquen esto en cara. Que con lo duro que me tiro e incluso la reacción física que siento (me hormiguea la cabeza y me nublo) suficiente tengo de castigo por atreverme a decir estas cosas.
No me gusta la gente que hace juicios sobre la conducta de los demás. Simplemente me parecen una desviación del primer caso. Si en este mundo estamos, quién nos garantiza que no vamos a terminar actuando de la misma manera que juzgamos negativa. Somos todos taaaaan humanos. ¿En dónde reparten el título ese de autoridad en temas morales que la gente a veces siente que tiene? No es que me interese uno para mi. Es que quiero demostrar la inexistencia de esa oficina. No me gusta esa gente... que además no mira la viga en el ojo propio, como manda la Biblia que parecen conocer perfectamente en todo lo demás. Se saltaron ese parrafito.
No me gustan las mujeres misóginas. "Yo solo tengo amigos hombres", "a mi las mujeres no me quieren", mija, el problema no es de las mujeres... es suyo. Si solo la quieren los hombres, mal síntoma... revise, puede ser que encuentre que tiene razón... Usted es una mamacita, inteligentísima, regia, divina, adorada and a bitch! Claro, a uno hay gente que efectivamente no lo quiere en todos los géneros, pero alardear del odio hacia uno de un grupo poblacional completo es ilógico. Esa vaina la dicen las niñas además para sentirse mujeres envidiadas, cuando lo que realmente pasa es que son dueñas y protagonistas de una película ególatra maluca. Sálganse de eso y vean la maravilla que es tener buenas amigas mujeres, yo adoro las mías.
No me gusta la gente conchuda. "Me regalas un vasito de leche... ahhhh y te cogí un bocadillito", "Ese plátano asado que me vas a invitar a almorzar, ¡va con queso!", a las 11.45a.m.: "¿Estás haciendo almuerzo? yo traje un yogurth para la ensalada y unas flores que encontré en el camino para la mesa"... van a pensar que esto es ficción... no! Y hay gente santa que se aguanta eso... yo no. Prefiero la gente delicada con las cosas y los tiempos de los demás y procuro serlo. Eso es muy feo. En ese mismo sentido, no me gusta que me metan la mano al plato de comida y no me gusta que cuenten conmigo sin contar conmigo. Me gusta la gente delicada y considerada. Eso sí, esto aplica poco con la mamá y con el papá... de los que uno abusa sin consideraciones y a los que pido misericordia, porque sé que leen esto, con orgullo y todo.
No me gusta la gente intolerante con la diferencia y con la diversidad... a esos, yo no los tolero... a los homofóbicos, los de cualquier religión que condene a los demás a un infierno por no creer lo mismo que ellos, a los que piensan que la "cuna" los hace mejores personas y miran a los demás como si olieran feo, a los racistas y a toda esa gente que se siente que hace parte de un grupo exclusivo al que pertenecerán 3... somos todos distintos y ahí, justo en que somos seis mil millones de individualidades es donde se hace congruente nuestra igualdad... somos iguales en que somos distintos... todos! Pero hay que respetarlos, porque somos, para ser coherentes, incluyentes y entendemos eso de que cada uno tiene derecho a pensar lo que le de la gana. No sin rabiecita somos capaces de hacer eso.
No me gusta la gente pretenciosa. Los que alardean de lo que tienen o incluso de lo que se imaginan que tienen (esos son patéticos y tristes). Me choca el fantoche, el que sienta cátedra, el que habla para que los demás sepan como es que es la cosa... esa necesidad de hacer eso, generalmente refleja lo contrario... los que saben mucho suelen ser muy prudentes...
Y no diré más para no ser imprudente. ; )
¡Equilibremos! Amo la gente divertida, que no se toma en serio, la gente coherente, los que se asumen como son, la gente franca y frentera, los pilosos, los que llevan sus defectos con gracia (a no ser que sean los mencionados arriba en cuyo caso, no lo entiendo), la gente que sabe escuchar, que sabe ser amigo, la gente que hace cosas para los demás, la gente solidaria y servicial, respetuosa y noble de corazón, la gente cariñosa y afectuosa, la gente que piensa en la naturaleza y en los animales (sobretodo la gente que ama a los perros), la gente con arte (sobretodo los músicos) ... Amo mis amigos.
Ya cumplí con mi parte del trato... Ahora espero no quedar sola en la picota pública.
domingo, 11 de octubre de 2009
El árbol no está...
El árbol gigante no está, el árbol que fue mi casa, donde serví tes imaginarios, donde recibí visitas imaginarias, donde tuve hijos imaginarios, no está... está talado, muy a ras. Eso sí... está ese sitio que dejaron para que sus raíces le siguieran dando vida. Cuando allanaron el terreno, le dejaron su espacio, espacio para sus raíces... un montículo de tierra para él. Le hicieron un muro de piedras, para que soportara su peso... sí debía ser grande, porque esa muestra de respeto de gente adulta por un árbol, debe significar que sí era grande. Ahora está el muro de piedras, están sus raíces, y el árbol talado muy a ras... dan ganas de llorar. Un árbol que fue hogar imaginario para una niña de 9 años, fue talado y dan ganas de llorar... y no tengo idea por qué dan tantas ganas de llorar... un árbol talado, en un montículo de arena rodeado por un muro de piedras... y yo con eso quiero llorar.
Es como que le talaran a uno un momento de la vida en el que la fantasía era todo lo que uno tenía. Ni responsabilidades, ni obligaciones, ni muy conscientes derechos, solo la evasión de una realidad bonita, a un mundo incluso mejor, donde un árbol era suficiente para cubrirlo a uno y darle techo y abrigo y, alimentar sus fantasías... uno era un gnomo. Le talan a uno las fantasías... hay que crecer y ser adulto y no llorar por niñerías...
Siquiera no está... debía ser también diminuto, como el montículo de tierra y como el muro de piedras que recuerdo gigantes y son diminutos... el árbol en mi mente es gigante... gigante el recuerdo, diminuta la realidad... siquiera no está... puede todo seguir siendo gigante en mi cabeza... yo no vuelvo por allá...
martes, 6 de octubre de 2009
Del refranero popular
Cuando todo se vuelve una nube y uno no entiende nada de lo que pasa, como cae de bien eso de que nada es coincidencia.
No saber, ni entender, si habrá leído, o le habrá importado, si habrá seguido, o habrá sentido, algo de lo que aquí he dicho.
Nada es coincidencia. Consuelo de tontos. Consuélame! Tonto!
lunes, 5 de octubre de 2009
Y fui el periódico...
He estado en varias relaciones donde la diferencia de edades es bastante grande. Desde llevarle a mi novio 5 minúsculos añitos, hasta la posibilidad de llevarle a alguien 13 años. Pasando por 7, 9 y 12 años de diferencia, en todas siendo yo la mayor.
También me han llevado hartos años; 12 ha sido la máxima diferencia, así que juego y digo que tengo un rango de +- 12 años. Pero si me ponen a escoger me quedo con todas esas relaciones en las que yo soy la mayor, y tengo claro por qué.
Me encantan los hombres que dejaron los carritos la semana pasada pero que ya son hombres, tienen una inocencia y una candidez que es hermosa. Son gente bonita, sin pretensiones estúpidas, no te andan mostrando lo machos que son, ni todo lo que han conseguido y si no han conseguido nada, no pretenden haber conseguido... no, a esa edad no se espera que hayan conseguido nada, así que solo tienen para mostrarse ellos, transparentes y buenas personas. Bonitos.
Los hombres, luego, recuperan algo de eso, por allá de los 45 hacia arriba, cuando la vida les ha dado duro, cuando ya los hijos les han cobrado sus pretensiones, y otra vez vuelve la candidez. Ya no la inocencia, porque ya no son inocentes, aunque algunos logran recuperar algo de inocencia también, cuando se dejan sorprender por tonterías, pero sí la candidez. La candidez les vuelve. Lo que pasa es que esa edad, viene acompañada de otros adornos, que no tienen los de veintitantos: barriguita, caspita, calvita, cajita, en fin, cositas que se llaman vejez. Que hay unos a los que les sientan divinamente y son hombres muy atractivos. Son unos pocos afortunados, hay que decir la verdad. Eso sí, cuando son de esos pocos afortunados, son señores muy impresionantes que lo derriten a uno con sabérsele el nombre.
Pero los hombres que están en esa etapa que se llama Adultos Jóvenes, que ya trabajan, que se ganan su plata, que ocupan puestos en compañías, que están para casarse o recién casados, son francamente insoportables. Bueno, no, siempre hay quién se los soporte, pero a mi no me gustan. Y no es el tema de la edad, es el tema de la actitud que acompaña la edad. Pretenciosos, conocelotodos, sabelotodos, yateexplicocomo, asicomotulohacesnoes, notevoyadecirquemegustas, menostelovoyademostrar, averígualosipuedes, mírameloyuppiequesoy, miramicarro, miramicel, miramimoto. Francamente, ¡qué desespero! cómo se va a sentir uno cómodo, con una persona que uno siente que está de pose todo el tiempo! Yo siento que no conozco a esa gente... así converse con ellos y me cuenten sus cosas, nunca sabe uno dónde está el ser humano ahí, no aparece! Ese no sale a escena, uno no lo ve... uno ve la pinta y el carro y el celular y toda la parafernalia, pero uno a ellos no los ve.
Hay que ser justos, tampoco todos los Adultos Jóvenes, son así como los pinto... aunque sí siento que son la mayoría. Hay una minoría hermosa, sin pretensiones, sin poses... son minoría, ese es su único defecto.
En cambio en los de veintitantos, uno solo los ve a ellos, transparentemente ellos... y son bonitos, así que no tienen que pretender que lo son... simplemente así son... tan de buenas! Y a los grandotes, uno los ve a ellos y les ve los golpes, muy bonitos golpes, muy bonitas cicatrices... y si el tipo es atractivo, waw!
Por eso ando metida en las relaciones que ando metida, por eso a mi mamá le da un infarto cada que le cuento con quién ando saliendo... por eso me ha tocado amortiguarle las verdades con mentiras más catastróficas: Anita, ¿estás saliendo con alguien? Sí mamá, es casado, tiene hijos, pero me ama y se va a separar... y mi hermana remata: y es mafioso y por eso Ana María está estrenando tantas cosas últimamente... Mi mamá se quiere morir, para enterarse luego de que el único inconveniente que tiene el muchacho, es que no es muchacho, es muchachito... mi mamá no es que quede menos mal, pero logra algo de perspectiva... las cosas definitivamente podrían ser peor.
Las cosas pueden ser peor... puede suceder, que por darle gusto a todo el mundo, el muchacho no me guste a mi... que es lo único importante... por eso, que importa si tiene 20, 30, 40, 50 o 60... si lo importante es que me guste a mi... Y ese tema de la edad es tan relativo como el amor, yo no sé quién sea el berraco que mande en su corazón todo el tiempo, el mío definitivamente se manda solo... yo solo lo sigo... por eso aquí voy con una sonrisa idiota, directo al precipicio de otra diferencia de edades enorme...
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