Ayer en Bogotá fue Monserrate (muy lindo) y el Andino... el clima no dio para Usaquén. Almorzamos en Santa Clara, uno de los restaurantes del cerro, delicioso!
A las 10:30 p.m. nos metimos al avión. Todo empezó bien, sirvieron la comida pero cuando ya era momento de recoger "la loza" el clima no dejó. de las 5 horas de vuelo 3 y media nos las pasamos como si fuéramos por carretera destapada. Yo intenté mantener la calma para darle ánimo a Julia, pero a las 2 horas y media empecé a rezar "Dios te salve María, llena eres de gracia...", en silencio sin que ella se diera cuenta, pensando que tal vez una conversión a tiempo haría detener semejante juego de maracas del clima con el avión, y a las 4 horas decidí que yo también tenía permiso para preocuparme y tan duro como Julia me apretaba la mano yo se la amagullaba a ella. Para colmo de males el avión "sonaba" todo, entonces este mecerse estuvo acompañado del desajuste del air bus, que, por ese motivo, más parecía un sprint modelo 89.
Es la primera vez que siento ganas de vomitar del susto.
Le consultamos a uno de los sobrecargo:
- ¿Esta turbulencia qué?
- Sí, está maluco, hay muy mal clima por esta zona
- Y, ¿Cuándo pasa?
- Cuando lleguemos a Buenos Aires
Mal zona Suramérica. No habíamos caído en cuenta de que vinimos a darnos de frente contra el invierno.
Estamos que nos devolvemos por tierra.
Muy, muy miedoso... y a mi me gusta volar...
3 comentarios:
Ana:
Buenos Aires ofrece tantas sorpresas a los visitantes, que los inconvenientes del vuelo se olvidana las pocas horas de llegar a la Reina del Plata.
Yo se porqué te lo digo.
Bienvenida!!!
Sí, y ya se nos olvidó... mañana te llamamos mañana a contarte nuestro plan y a anunciarte nuestra visita...
Mua!!!!!!!!a
fresca mi amor... el agua lava al avión y la turbulencia lo seca... si ustedes se mojan, es por otra razón... lo malo es que en la cama es donde más se tuesta la gente...
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