lunes, 25 de octubre de 2010

Soy la persona más egoísta que conozco

Cuando tenía 3 años y medio nació Julia.  A mi me mandaron, mientras todo ese proceso, para Pereira a donde unos tíos y unos primos que adoro.  No sé bien por qué.  Creo que fue porque como a Pili le hicieron cesárea necesitaba unos días sin Ana María de 3 años demandando atención, que creo que era mucha.  El caso es que de esa época recuerdo oír que "a la niña nunca le da mamitis".  Yo salía de mi casa y no me volvía a acordar de mis papás.

Cuando me fui a vivir a Medellín, en el 92 para hacer Administración de Empresas, ellos empezaron un ritual de llamar todos los días a preguntar qué había de nuevo.  Un día les dije que me llamaran día de por medio, que yo todos los días no tenía mucha cosa que contarles.  Muy obedientes, llamaban día de por medio, pero igual, yo no tenía novedades tan frecuentemente.  Así que al finalizar la carrera hablábamos tal vez una o dos veces a la semana.

Ahorita que estuve en Buga en el XV encuentro coral de música colombiana, los llamé una sola vez a decirles en dónde podían ver la transmisión por Internet de una de las presentaciones.  Y bueno, mi mamá me llamó el jueves (justo el día en que salí) a decirme que se le había olvidado que me iba y que me estaba esperando para almorzar... es decir, no soy la única rara de esta relación.

Llamo a los amigos, aunque poco y no para conversar, llamo a lo que llamo y ya.  Les escribo gracias a que existe el mail, el chat, facebook y twitter, pero si esas comunicaciones dependieran de la compra de sellos y del desplazamiento hasta los buzones, yo jamás me pondría en contacto con ellos.  Soy desapegada, desprendida y desagradecida.

Y a pesar de los amores y cariños intensos que he sentido, han carecido de la fuerza del vínculo que proyecta una vida con otro.  Sigo construyendo un yo que se nutre de mis relaciones con los demás, soy, a pesar de mi generosidad, el ser más egoísta que conozco.

Pero quiero cambiar.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Por mi no hay problema...ya te conocemos, entendemos y queremos asi...pero si quieres cambiar, siempre encontraras espacio...menos en las horas de trabajo y de siesta, jajajaja. MUAS!
julia

Ana María Mesa Villegas dijo...

Tan generosa como yo! jajaj Gracias Julis por el espacio... jajaja todo ese espacio de 8 a 12 y de 12 a más tardecito de las 6...

alvaron dijo...

Me parece que habría un contradicción entre la persona real y la del escrito...
Alguien tan abierto, expresivo y solidario como vos, -visto desde el frente- es dificil admitir es una persona egoista.
!Pero es cierto que la dueña de tu verdad eres tu!

Ana María Mesa Villegas dijo...

Por eso digo Alvaron (y gracias por el comentario bonito) que "a pesar de mi generosidad", porque creo que sí lo soy... pero hay un nivel mío en el que sólo he entrado yo... y que se refleja en ese desprendimiento como de todo, que puede ser hasta bueno, pero que aleja de los demás en un plano ahí como importante... Igual entiendo la contradicción, pero es que si algo somos será contradictorios, ¿cierto?

Anónimo dijo...

Ani... no te angusties... las personas como tu, dificlmente se salen de su azotea... pero eso es porque somos humanos y todos diferentes

taranto dijo...

Vecinita:
¡Líbrame mi Dios!
¡Qué destape!
¡Va de retro!
Como veo, eres una mala junta (¿peor que las JAC?), y no sé si RETIRARTE LA CONFIANZA.
(Consultaré con mi almohada).

Ana María Mesa Villegas dijo...

Sí papito... tu me conoces.
Vecinito, me extraña, eso ya sabíamos ; ) jajaja (no me retire la confianza que vea que yo quiero cambiar)

Adriana Villegas Botero dijo...

No creo que seas egoísta. Eres desconectada. Por fortuna vives en la era del mail, el chat y las redes, porque de lo contrario no tendría noticias tuyas hace como 20 años!

la falsa alicia dijo...

Yo en cambio quiero que se me pegue un poco de ese desprendimiento del que hablas..... Suena a diferencia de lo que crees, hasta bueno!!!!

Isabel dijo...

Completamente en desacuerdo contigo, tu no eres egoista para nada, generosa diria yo tanto con tu amistad como con el tiempo de los demas, pero egoista y desagradecida nunca!

Olguet dijo...

Eso de querer mucho a los amigos y a la familia pero no necesitarlos cerca muy a menudo es una cosa de lo más extraña. A mí hasta hace poco me hacía mucha falta estar en contacto permanente con mis amigos, aunque no con mi familia. Yo puedo pasar varios días y hasta semanas sin saber de mis papás y mis hermanos y cuando los vuelvo a ver me alegra un montón pero no se me hace raro.
Con mis amigos es distinto. Yo siempre quería estar con alguno, pero yo casi nunca llamaba.
Y entonces fue que me percaté de que ahora ya no los necesito tanto a mi lado, que disfruto de estar sola, pero que de vez en cuando es bueno llamar uno y no esperar a que lo llamen. Como que mi relación con el contacto telefónico/facebook/meseenger es inversamente proporcional a mi necesidad de otro.

anilina dijo...

Clasificó en el mismo grupo... a mí que me “tweetien” o “faceboolien” porque cuando se trata del teléfono, para hablar, se produce una especie de fobia en mí y no hay nunca una hora buena para comunicarse conmigo.
Yo creo que es una de esas enfermedades modernas.

Camilo dijo...

En la primera frase del texto, te refieres a que tenías 3 años y medio cuando nació Julia?? o que cuando tenías 3 años, Julia nació a medias?

Ana María Mesa Villegas dijo...

Jajajaja y entonces ¿cómo digo?