Es muy fuerte. Juan es muy fuerte.
La puerta de su cuarto no se abre como las demás: las bisagras están a lado y lado ubicadas un poco más alto que su propia altura; para abrirla hay que halarla de abajo hacia arriba. Cuando lo logras ocupa todo el corredor y para cerrarla desde adentro tienes que traerla contigo alzando el brazo para luego terminar agachado. Así evita un alto porcentaje de las visitas de su mamá.
Juan morirá pronto.
Cuando sea ingeniero mecánico, que es lo que quiere ser - la puerta da fe de ello - se encontrará un día trabajando en una obra. El ingeniero residente que hoy tiene 18 años y que no quiere ver tanto a su mamá, empezará a recibir el material que le ha traído una volqueta para la construcción de un puente. Experto en bisagras empezará a revisar por qué la volqueta no quiere volver a bajar la carga. Experto en bisagras notará el problema y sabrá cómo resolverlo. Hay que empujar allá.
Juan morirá ese día, parado donde no debía, como quien cierra una puerta instalada mal.
4 comentarios:
Un gran texto, Ana María, te felicito de a deveras y te deseo un feliz fin de semana. Vale.
Ay!!! Gracias! :)
Gracias, gracias!
¿Ya te había dicho que me gustan mucho tus ficciones?
Así directamente, no, Cosmo. Gracias... esta es ficción en la medida en que masomenitos...
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