martes, 12 de abril de 2011

Sin arriesgar

Lo imposible es seguro.  Los riesgos de verdad, se corren donde es posible.

6 comentarios:

Susana dijo...

Eso me acuerda de lo que decía un profesor de obligaciones sobre un artículo del código civil que hablaba de obligaciones jurídicamente imposibles y decía que eso no existía.

De otro lado, claro. Si no hay nada que arriesgar, uno va soltando cualquier cosa sin pensarlo mucho.

Ana María Mesa Villegas dijo...

Exactamente el punto en el segundo párrafo. Lo de abogada me dejó en las mismas, Doctora.

Susana dijo...

Y es que, pa acabar de ajustar, lo dije mal. Lo que mi profesor decía es que era tan jurìdicamente imposible una cosa que se supiera que iba a pasar como una que se supiera que no iba a pasar. No podès obligarte a lo inevitable.

No tiene mèrito decirle a alguien "ve, me gustàs" o "estoy enamorada de vos" si uno no tiene la esperanza de que pueda ser correspondido.

Susana dijo...

Por eso es que tanta gente dice: uno se casa y le aparecen novias(os).

Para muchos el matrimonio de esa persona de la que estàn enamorados es la señal de que nunca van a ser correspondidos. Cuando no hay nada que ganar, sólo ahí, son dizque valientes. Pfff

Ana María Mesa Villegas dijo...

Sí... todo eso... Si uno NO PUEDE intimar, no debe hacerlo... otra cosa es meterse con alguien arriesgando menos en una de esas relaciones que uno sabe que no van para ninguna parte y donde nadie se vaya a enamorar.

Ratushka dijo...

Tal cual