Pero me parece que el amor propio es otra cosa. El amor propio sabe que uno no es tan fuerte. Sabe que puede lastimarse. Reconoce que no puedes dejar entrar a nadie a patear los tarros porque resultarán abollados. El amor propio no es osado, no es arrogante, no se arriesga, no se expone. No te pide que te pares ahí a que te den tres golpes para que veas que no duele. Para que quede claro que qué gran amor propio el que tienes. Te pide que te cuides de que te duela. Te advierte que puede doler. Y cuidarse muchas veces se parece más a huir que a demostrarse pendejadas. El amor propio no se pone con que "mira tan fuerte que soy", "que tan macho que me pongo", "que tan duro que devuelvo el golpe". El amor propio no tiene que demostrarle nada a nadie y si para cuidarse tiene que huir no teme que lo juzguen por hacerlo. Que tan flojo, que tan débil su amor propio.
Sí es una fuerza, pero nace más de las debilidades que de las fortalezas. No se esmera por esconderlas, las reconoce. Y duele. Se supone que uno sabe esto, o lo sabe en abstracto, pero tal vez no cómo actúa. Lástima necesitar repasos.
2 comentarios:
<3
Algo es cierto, el amor propio no es verse fuerte en situaciones, el amor propio es sentirse libre y feliz uno mismo sin depender de algo o de alguien, amarse y sentir que la vida no te estropea por cualquier cosa es por que tienes el carácter de enfrentarlo y cuando eso pasa es por que te amas y sabes y eres capaz de enfrentar situaciones que verdaderamente duelen pero tú sabes cómo hacer que no duelan aunquesea no tanto, por que sabes que no estás apegada,y que todo pasa. Tú y tu mim@, eres la felicidad de ti.
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