Yo sólo sé que nada sé... pero, como me has autorizado a meter la cucharada, pues entonces te sugiero que le pongas alerito o gorrito o copetico o rayito o puntillita a SÉ (es decir, más o menos, aprox., TILDE).
Claro, es que comenzar siempre es más fácil, mas emocionante.... en el camino o uno se pierde o se desanima y ya no sabe como salir o no quiere. Lo complicado del asunto es que a veces cuando uno se queda dando vueltas por ahí y no sale, la vida lo termina sacando a las buenas o a la malas.
(culpa al día gris y apocalíptico que hace por aquí de este comentario).
8 comentarios:
Vecina ANA:
Yo sólo sé que nada sé...
pero, como me has autorizado a meter la cucharada, pues entonces te sugiero que le pongas alerito o gorrito o copetico o rayito o puntillita a SÉ (es decir, más o menos, aprox., TILDE).
Siempre con aprecio... Gerardo.
(¡Muy linda tu entrada! ¿Y tu salida?).
Gracias vecino!!!!!!! Cuento contigo!
La salida, regular...
Claro, es que comenzar siempre es más fácil, mas emocionante.... en el camino o uno se pierde o se desanima y ya no sabe como salir o no quiere. Lo complicado del asunto es que a veces cuando uno se queda dando vueltas por ahí y no sale, la vida lo termina sacando a las buenas o a la malas.
(culpa al día gris y apocalíptico que hace por aquí de este comentario).
Para mí, el comenzar requiere valentía; el tiempo se encargará de terminar cuando ello sea necesario...
Será que ninguna historia mía requiere de finales? Eso sería bonito...
Uy, no sé quién es Alvarón pero dio, en parte, la clave de lo que yo pensaba decir.
Los comienzos son de valientes (a veces también de ilusos) los desarrollos hay que disfrutarlos y los finales hay que recordarlos.
esa maldita muerte que se expresa en cualquier parte...bueno...este comentario se muere aquí.
Mira este cuentito, sólo ese
http://tictacdenaranja.blogspot.com/2010/09/la-muerte-jubilada.html
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