viernes, 10 de junio de 2011

Etiquetas

Recuerdo a mi papá diciéndonos que nos nos dejáramos colgar etiquetas.  Él tiene varias.  No las voy a repetir para no seguir echándole leña a la candela de su leyenda.  A mí me gusta pensar que es sobre todo una cosa: auténtico.

Desde la hoja de vida, hasta la red social y el blog, pasando por las actividades de oficina para el fortalecimiento del trabajo en equipo, todo empieza con un "defínase, díganos quién es Ud".  Y yo no sé.  Nunca me ha gustado definirme. Sé que soy un ser humano.  Soy de esta especie y esta especie tiene la posibilidad de ser de todo y todo lo contrario.  Siempre empiezo diciendo que soy Ana María Mesa.  Así: soy.  Me gusta decir que soy mi nombre porque le cabe todo.

No creo que la gente no pueda ser medio honrada, tan repetido como verdad verdadera últimamente. No creo que las categorías puedan durar toda la vida.  No creo que ni los más grandes errores o los más destacados logros nos definan, algunas cosas no son tanto el resultado de uno mismo como de las circunstancias que nos rodean.  Hay estados: embarazada, soltera, casada, empleada, vacante, bronceada, con hambre.  Pero eso no quiere decir que uno sea madre, sola, pareja, muy ocupada, muy desocupada, morena o hambrienta.  Los roles no los jugamos todo el tiempo.

Definirse es limitarse, ponerse barreras.  Decir "soy responsable", "soy emprendedora", "soy desordenada", "soy perfeccionista", es comprometerse con una imagen de uno hacia los demás (como si importaran tanto) y hacia uno mismo a serlo siempre; comprometerse a defraudar a alguien, porque nadie puede ser responsable, o emprendedor, o desordenado, o perfeccionista, todo el tiempo y en todo caso eso no es bueno.  Eso de ser lo que sea permanentemente, de no permitirse la libertad de actuar de manera flexible, dependiendo del contexto, porque tenemos una imagen que mantener ante otros o con nosotros mismos es volverse el esclavo más tonto, el esclavo de uno mismo.  Jurarse tanta cosa como que haya que rendirse cuentas.

Me gusta cuando hago algo que no cabe en la cuadrícula y cualquier conocido dice "típico de Ana María".  No soy tan rebelde, pero es bueno que no los esté defraudando y es bueno que no lo haga siendo solamente lo que a mí me dé la gana de ser.

El día menos pensado me someto y los defraudo.  También puede pasar.  Pasa.  Lo advierto.

12 comentarios:

Norman dijo...

Mire que la voy a defraudar con este comentario que, según usted, estaría bien visto.

Ana María Mesa Villegas dijo...

No, no me defraudas Norman, gracias por comentar, me gusta mucho! : )

Anónimo dijo...

Muy "yoguica" tu reflexion. Es un trabajo diario el no etiquetarse y sobre todo el no identificarase (definirse) con lo que hacemos. Somos mucho mas que periodista, medico, madre, hijo... Todo eso son trampas que noa pone el ego. La cuestion es no caer en ellas. Y la gracia es ponerse varios sombreros y jugar con ellos cada vez que las circunstancias lo permitan. Abrazo!

Patito dijo...

Es que estamos en continua metamorfosis, cambiando siempre, alimentándonos de lo que hacemos o hacen a nuestro alrededor. No somos ni de asomo lo que fuimos hace un año y no somos lo que seremos dentro de un año. Que importante entonces ESCOGER lo que hacemos, decimos, amamos, soñamos, vestimos, comemos, gritamos, leemos, defendemos porque eso definirá nuestro mañana.

Susana dijo...

Me gustó muchísimo este post. Varias cosas:
1. Tu nombre es muy bonito, los apellidos van muy bien con Ana María
2. Eso de definirse me parece que tiene origen en el miedo, el vértigo que sienten las personas frente al caos, ante la inmensidad. Uno no es capaz de digerir la realidad si se le presenta toda así, de sopetón, entonces necesita coger una harinita, agarrar lo que pueda para sentir que ahí sí entiende algo y que no está tan desprotegido y a la deriva. Las personas sentimos miedo de los demás y de nosotros mismos y nos definimos (encasillamos) para intentar predecir si nos pueden hacer daño (eso creo).
3. Por eso, me parece una señal de madurez que la gente deje de definirse y entienda que el mundo y ellos son un caos, que son variables, que en realidad son inasibles.
4. Vos te salís de la cuadrícula hasta cuando entrás en ella.

Isabel dijo...

Yo soy un poquito loca, muy sicorigida, soy economista, soy casada ... igual nada de esto dice nada de mi, el poquito lo define quien me conozca, el mucho tambien, el economista un carton y el casada un papel ...

Ana María Mesa Villegas dijo...

Me gustan mucho todos los comentarios (sobre todo el 4 de Lalu que es un piropo divino, jajaja)... y me parece que es un asunto en el que todos parecemos estar de acuerdo, pero que se pierde en el día a día de todas las certezas que nos pide la vida. En la práctica es muy raro andarse relativizando siempre, parece poco profesional, la vida adulta nos pide algún nivel, por favor, de seriedad... póngase seria, tómese en serio, seriedad... Y uno no puede andar enarbolando un post para pedirle a los demás que se tomen el tiempo suficiente para decir "mire, lea aquí para que entienda por qué no me provoca ser seria. ¿Si ve por qué hago chistes con sus urgencias?".

alexander dijo...

En una constante necesidad humana de reconocer y encontrarnos entre similares, buscamos conceptos como espejos que nos reflejen y así salir en las mañanas con un destino marcado, solo que en las noches al regresar a ese espejo, la imagen distorsionada nos recuerda que mutamos, cambiamos, morimos y nacemos a cada instante........como poder entonces definir el cambio??? Quizás encontraste la mejor forma de decir quien eres...Eres Ana Maria

LaCaballero dijo...

Súmele las etiquetas que le ponen a uno los demás, venidas no sé de dónde, cosas que uno no se imagina lo definen. Sorprende lo que otras personas pueden imaginar de uno, más ahora, que hay algunos canales donde uno suelta ideas, fotos, información suelta para que la gente se dé gusto cazando pispirispis, armando el muñeco. Ése es el deporte preferido de estos tiempos: adivinar quien es el otro. Porque pocos se atreven a acercarse de verdad, a conocerse, a compartir vida, momentos, historias, a gozarla juntos.

Ale Londoño dijo...

Ani por eso te queremos... simplemente por tener tu "etiqueta" cambiante, personal, unica, irrepetible!! ALE

Adriana Villegas Botero dijo...

A mi me gusta cuando dices que eres cantante. Eso encierra todo lo demás (o al menos mucho)

Ana María Mesa Villegas dijo...

Alexander, sí, eso.. y ya.
LaCaballero, terrible que nos quiten la paz a punta de las ideas que los demás construyen fanáticamente acerca de quienes somos... terrible.
Ale... :') ese comentario tuyo me llega al alma más profunda, gracias!
Adri... yo digo que canto, eso de ser cantante es para gente grande, le tengo pánico a esa definición, pero tienes razón... la música sí define mucho de lo que soy. : )