viernes, 3 de julio de 2009

En puente no hay curas...

Iba en el taxi para donde mi familia pensando en como cambian las tecnologías pero no las necesidades; si mi abuelita cosía un saquito en tejido de maya, en colores que no combinaban, era solo para evadir la situación... lo mismo hacía yo, pero mi escape era facebook. Así nos llegó la noticia, después de 4 o 5 días, en un evento veloz que dio solo el tiempo justo para asimilar, se murió la tía Ángela. Tía mia. La hija de mi abuelita.

Desde los días anteriores la casa de la abuelita estaba siempre llena de gente y el teléfono no dejaba de sonar... todos los que podíamos queríamos estar allá. Yo estuve los dos últimos días completos y por una costumbre de mi familia de pedir a los nietos el hacer todos los mandados, me tocó el mandado de organizar la misa...

Ángela se murió el 30 de abril en Medellín... allá la cremaron y al día siguiente, 1° de Mayo, sería la misa en Manizales... 1° de Mayo, el día internacional del trabajo, caía viernes... puente!!!

María Paula la hija de Ángela, quería un sacerdote bacano... uno que no se pusiera con mucha cosa ortodoxa, que nos diera fortaleza y que no se le fuera a ocurrir decir que rezáramos por la salvación de Ángela o cosa parecida, que si no conocen al muerto que no se atrevan a juzgarlo o a cuestionar su vida y menos a decidir por él si le importa o no la existencia de Dios. Que todo el rito se hizo más por la abuelita quien encontraba gran consuelo en que Ángelita recibiera los Santos Óleos, en que se le hiciera una misita en Medellín y en que rezáramos el rosario entre timbre y timbre del teléfono o de la puerta.

Ese filtro del cura bacano limitaba mi búsqueda. En Manizales!!!! Descartadas de una vez la parroquia de Palermo y la de la Santísima Trinidad... curas famosos. Yo recordaba con agrado al capellán de la policía, pero ni el nombre ni otro dato... coja el directorio y llame a la Policía... John Jairo, solo el nombre era garantía. Uno se llama John Jairo en Colombia si su estrato es de 4 para abajo y esta visto que los curas más ortodoxos son los de estrato 5 para arriba... arriba y parar en 6 es limitarles. Esos eran los descartados. Pero un cura estrato 4 es un cura que ha visto y probablemente ha vivido, sin remordimientos que es el punto importante, una vida normalita. La edad suele ser también un indicador de "bacanidad", John Jairo es joven. Son curas que no se escandalizan ni lo excomulgan a uno cuando manifiesta sus muy grandes dudas de fe. Muy grandes en este caso es que ni a mi prima, ni a su hermano Camilo les importa la existencia de Dios y mi tía Ángela había manifestado que todo eso sería relevante en su entierro, solo si su mamá estaba viva.

Ahhh esa es otra cosa, Ángela tenía todo muy claro. Así, si mi mamá esta viva y así, si mi mamá esta muerta. La mamá estaba viva... yo tenía que encontrar al cura.

John Jairo viajaba, me recomendó al Padre Rigoberto, director del Cecam. El padre Rigoberto podía entre 4 p.m. y 5:30 p.m. a esa hora viajaba. La misa era a las 6:45 p.m. Él me recomendó a los sacerdotes del colegio del Seminario Menor. Todos viajaban, eran 3 y los 3 viajaban. El padre del Batallón Ayacucho... me lo recomendó una de las visitas de la abuelita, viajaba también. Los capellanes de las Universidades de Caldas y Autónoma, viajaban. Ocho curas bacanos, todos viajaban. Nunca llamé a los curas estrato 5 en adelante, pero supongo que también viajaban... El 1° de Mayo debía haber curas en Manizales, con seguridad, pero debían ser de otras partes, viajaban para acá. Por fin alguien recomendó a Ana María Londoño Lema, amiga cercana de los curas de Manizales (en el caso de los sacerdotes no se usa "amiga íntima") y recomendó al segundo de la Parroquia de los Dolores. Jesús Norbey... otro nombre con garantía! Ese podía... como era el segundo lo dejaron encargado, porque el párroco sí viajaba.

La Parroquia de los Dolores es casi la Parroquia de mi familia. El sacerdote Párroco de esa iglesia fue durante muchos años Fabio Villegas Toro, hermano de León Villegas Toro, el marido de mi abuelita. Si hubo un sacerdote que no fue bacano ese fue Fabio. Detenía la misa hasta que no abandonaran el recinto las parejas de amancebados que quisieran acercarse a Dios. Nunca entendió la parábola del hijo pródigo, ni fue pastor de ir por las ovejas perdidas. A él le gustaba la gente blanquita, rica y católica. Tuvo peleas con mi mamá porque se atrevió a decir que si no se casaba igual sería madre y con mi tía Ángela porque le dijo "no me joda Fabio", alguna vez que la molestó porque estaba llorando mucho, le parecía a él.

Pues de esa parroquia iba a salir el cura bacano para la misa de mi tía Ángela. Yo no tenía mucha fe. Finalmente fue la misa, estuvo bien... bien no... estuvo muy bien, muy bonita. Yo tuve la oportunidad, consultada con mi prima, de cantar la misa de la tía junto con mi grupo, Ángela gozaba con que yo cantara, le gustaba más si lo hacía con Cami y cantábamos el hombre del piano. Camilo, quien no pudo estar, envió unas palabras para ser leídas al final de la misa... Maria me pidió que las leyera y lo hice con orgullo y alegría, después de repasarlas varias veces con el objetivo de llorar lo menos posible y poderlas leer de corrido, creo que cumplí bien mi labor y pude leer con sentido el mensaje hermoso de mi primo a su mamá. La gente que alcanzamos a advertir fue vestida con colores, Ángela no quería negro, solo tenía permiso la abuelita. Luego dejamos a la tía Ángela al lado del abuelito León... esa es una parada temporal, porque el camino de la tía no se ha detenido, cuando venga Cami, él y Maria harán lo que ella quería, dejarla ir con el viento.

Al día siguiente Maria y yo fuimos a pagarle el estipendio (aprendimos esa palabra ese día) al Padre Jesús Norbey y entramos a la Parroquia de los Dolores. Estaba vacía y a las dos nos pareció una iglesia mucho más pequeña de lo que la recordábamos. Le contamos al Padre acerca del tío Fabio, él lo conocía y lo tenía en buena estima... fue buen momento para enterarnos, ya habíamos pagado el servicio.

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