jueves, 30 de julio de 2009

Los toros

Tengo un amigo que cada que hablo de esto me dice ignorante... y sí, desconozco todo de las corridas de toros... no sé ni quiero saber cuánto sufren estos pobres animales antes de salir al ruedo, no sé decir si embisten o no, si merecen ser indultados o no... lo que sé, es que mi cuerpo todo rechaza un evento en el que la gente se alegra con el sufrimiento de un ser vivo.

He visto entrevistas a gente del ambiente taurino defendiéndolo con argumentos que tampoco entiendo... "es que si se acaba la fiesta brava, se acaba el toro de lidia", yo no sabía que los animales existen en función de nosotros... es decir, que un animal que no tiene un papel en nuestra idea del mundo ¿no sirve? Si nosotros existiéramos en función del león, no tendríamos ninguna utilidad, yo lo que noto es esa idea, muy católica, de creernos el centro del mundo, el fin último de la creación, la obra máxima del Señor, en cada una de esas arrogantes afirmaciones.

Mi papá (el mismo del que ya escribí y que todos quieren tanto) me llevó muy chiquita a una corrida... cuando yo nací a mi papá le nació partner para todo... y allá terminé con él en una plaza de toros... sufrí todo el tiempo y cuando llegó el momento de matar al toro, yo me voltié y donde tenía la nalga puse la cara y lloré a gritos pidiendo que alguien hiciera algo por ese pobre animal... nunca había sentido, lo recuerdo claramente, algo que me pareciera más horroroso que lo que estaba presenciando, una plaza llena de gente eufórica, rabiosa, como poseída toda, ante la muerte de un animal, la gente tomando y disfrutando con el dolor de un ser vivo, una plaza llena de gente y solo una niña (así me sentía) capaz de sentir por ese ser, capaz de pensar que algo le debía estar doliendo... me parece increíble la manera como esos sentimientos son capaces de apoderarse de nuestra humanidad... yo, que sería capaz de matar a un ser humano, si tuviera que defenderme, no entiendo el que matemos porque sí a un toro, o peor, a 6 cada día, durante una semana en Enero. Y sobre mí, ese día descubrí ese sentimiento por los animales, se mantiene con fuerza, es tal vez uno de mis rasgos más notorios.

Y no me echo más flores de las necesarias para decir que soy una persona empática y que solo yo logro sentir eso... no soy vegetariana, amo la carne... pero lo dicho, creo que puede haber caridad y respeto al matar, y creo que una cosa es matar para alimentarse o para defenderse y otra matar torturando y para celebrar. No entiendo.

Y podré ser muy ignorante, y por favor, sé que he pedido opiniones, pero que nadie me venga a explicar la "fiesta brava" ahora, que por más argumentos que me den, yo solo podré recordar la cara del toro, babeando sangre, sin saber qué estúpidos eventos lo llevaron a un arenal, rodeado de gente que grita ole, como poseída, sin conciencia para entender que gracias al cielo, ese sufrimiento parará cuando por fin tanto golpe rinda sus frutos y él pueda morir a manos de unos imbéciles que para ser felices y estar alegres no encuentran nada mejor que hacer que meterse con su animalidad.

Odio la palabra humanidad! y odio más a la humanidad cuando pienso en estas cosas... y no veo la hora de asistir a nuestra corrida... perdón expongo una fantasía: a veces pienso que llegan unos alienígenas a los que les parecemos muy simpáticos (variopintos, por colores, por tamaños, por razas), ellos creen que somos inferiores, así que no tienen ningún respeto por nuestro "desarrollo", no entienden una palabra de lo que decimos, ni nosotros a ellos, solo entienden que nos superan en número, tamaño y tecnología... así que fácilmente nos dominan. Nos volvemos su entretenimiento, juegan, nos torturan, gritan ole (en alienígeno) y nos van matando a uno por uno, durante ferias... dejan solo a los especímenes más buenos... es decir, los corpulentos, les valen huevo nuestros cerebros, somos su ganado, nos tienen en potreros, nos inseminan para sacar lo mejor de nosotros, y cada tanto nos tiran al ruedo... y solo hay a veces una niña alienígena, que nos ve babear y hace que su papá la saque de ese espectáculo horroroso, en el que el azar de la vida dijo: ustedes, más poderosos que ustedes, así que ustedes aprovéchense de ustedes.

Yo, que no seré indultada, que mi edad reproductiva está por terminar y que no soy de los mejores especímenes (no voy a dar un brinco), seré feliz viendo como torean a los dueños de ganaderías, a los toreros y a los que han gritado ole en nuestras plazas, especímenes corpulentos y sin cerebro.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que es la vanidad humana. El toro de lidia, es un toro transformado por el hombre para ser capaz de ser toreado, de ahí que el toro de lidia sea un invento de la vanidad humana.

Luego, el toro, muerto o indultado viene a ser el trofeo de un dios ridiculamente disfrazado y de una masa conformada por lo mas "selecto" de nuestra sociedad y unos colados con ocupación de dudosa reputación.

Nos deben ver entonces, muy ridiculos desde el espacio, cuando en el mismo escenario se reunen unos y otros haciendo oda a la vanidad y la doble moral.

Pequeños dioses, dueños de nada ...con razón ahogan el aire que respiran, agotan el agua que beben y se masacran entre ellos, los de la misma especie. Eso diran, quien sabe si en burla o en total decepción.

Paulo Sánchez dijo...

Anita, como ya bien sabes, me parecen muy respetables y admirables tus apreciaciones y criticas sobre asuntos cotidianos y sobre los que se pueden plantear, de manera diversa, muchas posiciones.
Tu dolor y el que sienten muchas personas en el mundo con la muerte de los toros bravos, es sin duda una consideración que, como la de los que somos aficionados, no admite revisión. En estos tiempos, los argumentos que apelan a la tradición y algunos otros similares, ya no tienen la validez de antes. Pero valdría la pena que hubiera un detenimiento en lo que plantea la tauromaquia en términos del arte, de la actitud, el valor y el triunfo (de unos y otros), de los indicadores económicos vigentes y dinámicos por causa de los toros, de la preservación de esa especie, sin que ello implique validar nuestra existencia en función del león. ó entonces es el momento preciso para que tu inquietud tome vuelo y promuevas eficazmente la abolición de las corridas de toros y de paso, sin atenuantes, la desaparición del toro de lidia en todos los paises. Haber si procurando aquello, te sientes menos intranquila al liderar un sacrificio masivo de toros de lidia en mataderos para el consumo animal.
Gracias siempre por tu inquietud.

Anónimo dijo...

Siempre me pasa algo tras oir los argumentos taurinos, y es convencerme cada vez mas de que estoy totalmente en contra de las corridas.Estoy convencida de que el hombre no tiene ningún derecho a torturar a un animal por una razón tan frívola como la diversión. De hecho, muchos consideramos que los animales tienen sus propios derechos, reconocidos incluso por las Naciones Unidas y estos derechos chocan frontalmente con el ensañamiento que representan las fiestas taurinas.
Pero, aunque estos derechos no fueran reconocidos por ningun foro, el respeto que la vida nos merece nos impediria tolerar esta barbarie.Esta es una posición ética, por lo tanto no hay ganancia de ningún tipo en ello, la defensa de la vida debe representar un imperativo de valor superior al pretendido arte taurino o cultura tradicional.
En otras palabras, no puede haber arte sin ética.Si permitimos que las personas torturen animales, el simple espectáculo de esa tortura resta humanidad a las personas y crea una sociedad violenta y agresiva que tiene como resultado la minusvaloración de la vida como valor.No es necesario recurrir a estudios en los que se demuestra que los psicópatas tienen historiales de malos tratos a animales ya desde la infancia, y el hecho de llevar a un niño a una plaza de toros predispone,en algunos casos, a que pierda el respeto por la vida, en un principio animal, y mas tarde...
Dentro de esta visión, hay otro aspecto importante a considerar. La sociedad tiene como un bien el respeto a la vida, y entre ella a la vida animal, lo que se refleja en leyes en contra de los malos tratos a animales. La contradicción surge cuando los legisladores se enfrentan a las fiestas tradicionales, en las que se incluyen los toros. Así permite que se haga a los toros lo que nunca permitiria que se hiciera a otro animal, un perro por ejemplo. Entonces, nos enfrentamos a una distorsion entre lo que considera la sociedad como bueno y lo que finalmente se legisla,o visto desde otro punto de vista, Como puede moralmente un juez condenar a quien golpea a un perro, mientras no actúa contra quienes torturan a otro animal, únicamente por diversión?. Sé que no sirve como referendum, pero siempre que se ha hecho una encuesta sobre los toros, siempre han superado por abrumadora mayoría los que estan en contra sobre los que estan a favor, comenzando por la propia España.Si torturar es arte y cultura entonces pronto los asesinos que maten a sus víctimas con "gracia y sentimiento" serán considerados artistas.En fin, podriamos detenernos en cada argumento taurino ,y el resultado será siempre el mismo,carecen de fundamento para justificar el ver al resto de las especies como seres inferiores.. como un recurso para ser explotados de manera egoísta y sin límites éticos, y tampoco justifica ningúno el asesinar y torturar salvajemente a un animal,y lo mas ofensivo...por diversión..
Gracias Anita

Anónimo dijo...

Permiso, vuelvo y me desahogo

En un principio la etimología de la palabra arte se refería a la producción del hombre, arte u oficio, entonces, artista era el pintor, el músico, el soldado, el cocinero…un torero, por ejemplo. Arte, era saber hacer. Hoy día, esta claramente identificado el termino para disciplinas que tienen que ver con lo estético y lo emotivo siendo así la técnica una cosa y el arte, otra

Retomando la posición de los taurófilos, habría que suponer que la tauromaquia es arte y en esta condición habría que entregar ciertos elementos para que encajara en una obra teatral. Supongo que tales elementos existen. Hay escenario, espectadores, actores principales, secundarios, argumento etc. De tal suerte que su idea principal podría ser el de la lucha de lo salvaje contra lo civilizado. El tema de desenlace recurrente, la tortura, la posterior y casi inevitable muerte.

Conceptualmente, el conflicto debía avanzar ágilmente hasta llegar a un duelo decisivo de los personajes. Esto entregaría la dimensión artística a la obra de teatro. Los distintos esfuerzos por superar a la fuerza opuesta dan lugar a un pensamiento dramático. Pero en tauromaquia, el personaje principal no puede hacer de otro que de si mismo, es decir de animal, sometido a los instintos mas primarios del ser humano sin mas recurso para la creatividad y dejando en entredicho el recurso de la teatralidad.

Han pasado muchos siglos desde el Circo Romano, Hamlet vacila en asesinar a Claudio por las presiones filosóficas y éticas que implica un asesinato. Para que Franco Zeffirelli sorprendiera al mundo, Mel Gibson y Alan Bates, en efecto, no tuvieron que matarse para dar vida a Hamlet y a Claudio

Intenté ponerme en posición de los taurófilos, pero arte nunca puede ser tortura y muerte

Jorge dijo...

La tauromaquia es un pequeño incidente en un planeta pequeño de una galaxia pequeña en el que una criatura mata a otra por diversión y la otra muere para divertir.

A nosotros también nos torean, nos pican, nos clavan la banderilla, boqueamos en la arena, nos despedimos del público y ya está.

Dentro de 100 años tan muerto estará el toro como el torero.

Ana María Mesa Villegas dijo...

Sí, pero a mi me importan los insignificantes 60, 70, 80 o 35 que pase acá... y si no, no jodía tanto por todo... debería joder menos, eso sí!