Tengo una extraña sensación de fortaleza. Anoche me desperté entendiéndolo todo, pensando que sí soy capaz de dejar ir lo que quiero y darle paso a lo nuevo. Que por fin esta experiencia está lista para ser enseñanza y no dolor.
Me sentí lista para verte y enfrentarme a tu mirada de desconocida.
Me sentí valiente. Porque será inevitable verte.
Si pudiéramos evitar ser valientes.
lunes, 27 de diciembre de 2010
jueves, 16 de diciembre de 2010
Viejas
Voy a olvidar a mis amigas y a muchas de las mujeres que conozco para hablar de unas de las que, casi siempre, he logrado escaparme.
Viejas que si están con el novio o el marido son incapaces de una sonrisa para otra mujer que llegue a saludarlos. No, su hombre no puede tener amigas. Mujeres que celan a los amigos. Mujeres que celan a las amigas. Viejas malucas y desleales que por serlo ellas mismas siempre sospechan.
Viejas que son incapaces de reconocerle a las amigas que están bonitas, que son inteligentes, que las quieren. No, darle atributos generosamente a otra mujer es desviar las miradas, que deben ser todas para ellas. Susanitas llenas de lapsus faciales a las que se les deja ver en la cara la envidia y los malos deseos.
Mujeres que viven en pie de guerra, donde el territorio a ganar se llama de cualquier manera que tenga pantalones. Mujeres que asisten a esa guerra con sus mejores armas: tetas, culo, ropa, zapatos, perfumes, maquillaje, luces, cámara y acción. Acción, sobre todo hay mucha acción. No se les reprocha... a uno también le gusta ese género para las películas, pero hay motivos más nobles para partir a la guerra que satisfacer el superficial ego.
Casi siempre achapadas y competitivas, ellas son las más buenas. Las más inteligentes, las más enteradas, las más leídas, las más estudiadas, las más reconocidas, las más recorridas (por el mundo, no se crea otra cosa), "la competencia es dura mijita, esto aquí, es una selva".
Viejas llenas de inseguridades y con pocos elementos para darle la vuelta a eso y manejarlo de otra manera. Porque inseguras somos todas en uno u otro momento. Porque les falla la estrategia. O porque les falla la cabeza.
Nunca pienso bonito del tipo que se aguanta eso.
Balances
Diciembre, la familia, la vacaciones, el taller de ópera, hacer de Lucía, cantar a Lucía, este corazón vuelto un tres, esta vida mía a la que cada día le pasa una cosa nueva como un castigo por haber pedido en voz alta que no me llegara la monotonía, por haber pedido ser creativa, por querer un camino mío y auténtico, distinto, por mantenerme en los 17 a pesar de tener 36.
Siento que todavía adolezco...
No me quiero tomar en serio a mi misma. ¿Para qué? Duramos tan poquito al fin y al cabo.
Y de no tomarme en serio la seriedad de la vida, me tomo en serio mi consciencia sobre mi misma hasta el exceso del corazón que me guía.
¿Estoy haciendo una oda para mi misma? Por qué si quiero sonar a anhelo de lo que no tengo...
El marido ese que me caliente la cama y que me ayude a compartir los gastos. Los hijos que me despierten desde las 3 de la mañana, que me quiten los kilos que tengo de más y me pongan las ojeras que les veo a mis amigas que ya son mamás. El trabajo que encuentro poco gratificante en lo que hemos llamado el "sector real" donde la venta al mayor y al detal me llene de porcentajes, carro y casa. De 8 a 12 y de 2 a 6. Sastre y tacón. De punta en blanco, tan elegante que es la gente de Manizales.
Encajar... encajar a veces se vuelve anhelo. Cada fin de año hacemos balance. ¿He logrado lo que me he propuesto?
Reconózcanme el ingente esfuerzo.
Siento que todavía adolezco...
No me quiero tomar en serio a mi misma. ¿Para qué? Duramos tan poquito al fin y al cabo.
Y de no tomarme en serio la seriedad de la vida, me tomo en serio mi consciencia sobre mi misma hasta el exceso del corazón que me guía.
¿Estoy haciendo una oda para mi misma? Por qué si quiero sonar a anhelo de lo que no tengo...
El marido ese que me caliente la cama y que me ayude a compartir los gastos. Los hijos que me despierten desde las 3 de la mañana, que me quiten los kilos que tengo de más y me pongan las ojeras que les veo a mis amigas que ya son mamás. El trabajo que encuentro poco gratificante en lo que hemos llamado el "sector real" donde la venta al mayor y al detal me llene de porcentajes, carro y casa. De 8 a 12 y de 2 a 6. Sastre y tacón. De punta en blanco, tan elegante que es la gente de Manizales.
Encajar... encajar a veces se vuelve anhelo. Cada fin de año hacemos balance. ¿He logrado lo que me he propuesto?
Reconózcanme el ingente esfuerzo.
martes, 30 de noviembre de 2010
Sumando... y restando...
Y como todo lo que hago, a mi nadie me ha llevado de cabestro. Ahí estoy de pies y manos viendo cómo hago para salir con gracia y dignidad, la que no me importa tanto, porque primero está la nobleza antes que la otra y luego, pero también antes, está lo que siento que muchas veces no es tan digno.
Con otra experiencia... con otra historia bonita... con otro bonito recuerdo... que me construye, que me llena de algo que quisiera que fuera parecido a la sabiduría...
Y que por ahora sólo llora...
Con otra experiencia... con otra historia bonita... con otro bonito recuerdo... que me construye, que me llena de algo que quisiera que fuera parecido a la sabiduría...
Y que por ahora sólo llora...
sábado, 27 de noviembre de 2010
Mi llanto
Hay llantos de llantos. Llantos como el de Pili: mucho, doloroso. Llantos como el de Jairo: poco (con los años un poco más), sensible. Llantos como el mío: mucho, sensible... lo que se hereda. Y me hace pasar unas vergüenzas terribles.
Recién llegada a mi actual trabajo y revisando el contenido general de lo que hacemos, me dio por proponer una idea que me llenaba de emoción. La reunión en la que mencioné la propuesta estaba presidida por Hernán Arango Uribe, un señor de la edad de mi papá que, luego me he dado cuenta, es tan sensible como yo, pero se controla mejor, un paisa recio. Yo empecé bien: otros temas, otros asuntos... y luego mi propuesta... y mi llanto. Asistían a la reunión varios compañeros de trabajo, todos personas de 8 a 12 y de 2 a 6, que me miraban aterrados como preguntándose 'qué le pasará a esta niña que exponiendo un asunto tan cotidiano no puede parar de llorar'. Y es que me da mucho trabajo. Pocas veces he tenido la necesidad de contenerme y esa contención debe funcionar como cualquier músculo: si no se usa se atrofia. Yo exponía mi idea, lloraba y pedía disculpas por emocionarme. Don Hernán me decía que "tranquila niña", y yo decía que estaba tranquila, pero que no podía parar de llorar, que era emoción y que la emoción me sobrecogía. Vergonzoso.
Don Hernán como digo, resultó parecido a mi en eso. Le gustó la idea y la pusimos a funcionar. Pero en otro escenario esa manera de manifestar mis emociones hubiera arruinado el futuro de cualquier propuesta, porque el llanto le resta a uno credibilidad. He entendido eso y cada que lloro en circunstancias parecidas digo lo mismo: Que yo me emocione y que esto me llene de pasión, no le quita verdad / seriedad / importancia / etc. a lo que estoy diciendo... o algo así... siempre digo lo mismo... a ver si la gente es capaz de oírme por encima del llanto y de pararle bolas a lo que digo, porque definitivamente ha resultado más fácil eso que no llorar.
En otra oportunidad hicimos en la oficina una actividad de esas que empiezan con que la gente dice su nombre y qué expectativas tiene frente a la misma... no me gustan ni cinco esas cosas, pero participo porque yo quedé bien educada. En esa ocasión, no sé por qué la gente empezó con unas intervenciones llenas de emotividad; estoy segura de que el moderador no lo pidió así, pero una vez que el primero a la derecha habló de su familia y de la importancia que para él tenía alguna cosa trascendente, todos la cogieron por ahí... yo tuve la desgracia ese día de ser la última en intervenir y para cuando el turno me tocó a mi, yo estaba absolutamente sensibilizada... no dije ni una cosa coherente, creo que les dije a todos que admiraba su honestidad y su talante, cualquier ridiculez como esa y, sobre mi, sé que alcancé a decir que era muy sensible y que qué pena, cosa que no necesitaba decirse porque quedó clarísima en la gráfica. El oso del siglo delante de un montón de recién conocidos con los que he tenido que seguirme viendo durante estos años. Creo que me saludan con miedo de que yo rompa en llanto, o para que no lo haga, no sé.
Solamente una vez, durante una temporada, estuve sin llorar varios meses seguidos. Tenía 20 años y era la segunda vez que iba a donde un psiquiatra. A mi, que así como lloro me río, la especialista me mandó Prozac. Fue como si me hubieran cerrado el desagüe. Las escenas más conmovedoras en las películas más tristes y yo me reía. Los corrillos en la Universidad para oírme a mi contando chistes (con humildad, no exagero). No recuerdo extrañar el llanto, pero lo que sí recuerdo son las miradas desconcertadas de mis amigos ante mis reacciones que no eran coherentes con lo que sucedía a mi alrededor.
A pesar de lo vergonzoso que ha resultado en algunas ocasiones y a que si me toca hablar en público es posible que yo termine llorando por cualquier bobada, como les consta a mis compañeros de canto, me prefiero así.
Prefiero que cuando me duela en cada lágrima se vaya un poquito de dolor, antes que quedarme contenida con tantas cosas que siento... siento mucho, lloro mucho... y en compensación he sido muy feliz o muy alegre (una de las dos cosas o ambas, no sé). Mucho. Para qué.
Recién llegada a mi actual trabajo y revisando el contenido general de lo que hacemos, me dio por proponer una idea que me llenaba de emoción. La reunión en la que mencioné la propuesta estaba presidida por Hernán Arango Uribe, un señor de la edad de mi papá que, luego me he dado cuenta, es tan sensible como yo, pero se controla mejor, un paisa recio. Yo empecé bien: otros temas, otros asuntos... y luego mi propuesta... y mi llanto. Asistían a la reunión varios compañeros de trabajo, todos personas de 8 a 12 y de 2 a 6, que me miraban aterrados como preguntándose 'qué le pasará a esta niña que exponiendo un asunto tan cotidiano no puede parar de llorar'. Y es que me da mucho trabajo. Pocas veces he tenido la necesidad de contenerme y esa contención debe funcionar como cualquier músculo: si no se usa se atrofia. Yo exponía mi idea, lloraba y pedía disculpas por emocionarme. Don Hernán me decía que "tranquila niña", y yo decía que estaba tranquila, pero que no podía parar de llorar, que era emoción y que la emoción me sobrecogía. Vergonzoso.
Don Hernán como digo, resultó parecido a mi en eso. Le gustó la idea y la pusimos a funcionar. Pero en otro escenario esa manera de manifestar mis emociones hubiera arruinado el futuro de cualquier propuesta, porque el llanto le resta a uno credibilidad. He entendido eso y cada que lloro en circunstancias parecidas digo lo mismo: Que yo me emocione y que esto me llene de pasión, no le quita verdad / seriedad / importancia / etc. a lo que estoy diciendo... o algo así... siempre digo lo mismo... a ver si la gente es capaz de oírme por encima del llanto y de pararle bolas a lo que digo, porque definitivamente ha resultado más fácil eso que no llorar.
En otra oportunidad hicimos en la oficina una actividad de esas que empiezan con que la gente dice su nombre y qué expectativas tiene frente a la misma... no me gustan ni cinco esas cosas, pero participo porque yo quedé bien educada. En esa ocasión, no sé por qué la gente empezó con unas intervenciones llenas de emotividad; estoy segura de que el moderador no lo pidió así, pero una vez que el primero a la derecha habló de su familia y de la importancia que para él tenía alguna cosa trascendente, todos la cogieron por ahí... yo tuve la desgracia ese día de ser la última en intervenir y para cuando el turno me tocó a mi, yo estaba absolutamente sensibilizada... no dije ni una cosa coherente, creo que les dije a todos que admiraba su honestidad y su talante, cualquier ridiculez como esa y, sobre mi, sé que alcancé a decir que era muy sensible y que qué pena, cosa que no necesitaba decirse porque quedó clarísima en la gráfica. El oso del siglo delante de un montón de recién conocidos con los que he tenido que seguirme viendo durante estos años. Creo que me saludan con miedo de que yo rompa en llanto, o para que no lo haga, no sé.
Solamente una vez, durante una temporada, estuve sin llorar varios meses seguidos. Tenía 20 años y era la segunda vez que iba a donde un psiquiatra. A mi, que así como lloro me río, la especialista me mandó Prozac. Fue como si me hubieran cerrado el desagüe. Las escenas más conmovedoras en las películas más tristes y yo me reía. Los corrillos en la Universidad para oírme a mi contando chistes (con humildad, no exagero). No recuerdo extrañar el llanto, pero lo que sí recuerdo son las miradas desconcertadas de mis amigos ante mis reacciones que no eran coherentes con lo que sucedía a mi alrededor.
A pesar de lo vergonzoso que ha resultado en algunas ocasiones y a que si me toca hablar en público es posible que yo termine llorando por cualquier bobada, como les consta a mis compañeros de canto, me prefiero así.
Prefiero que cuando me duela en cada lágrima se vaya un poquito de dolor, antes que quedarme contenida con tantas cosas que siento... siento mucho, lloro mucho... y en compensación he sido muy feliz o muy alegre (una de las dos cosas o ambas, no sé). Mucho. Para qué.
viernes, 26 de noviembre de 2010
Qué pereza tanto genio
Sí, muy chévere un tipo inteligente, creativo, curioso, inquieto, trascendente, denso, coherente y contradictorio, que me aporte nuevas miradas y perspectivas sobre lo cotidiano de la vida...
Y que sea capaz de quitarse cualquier capa de "intelectualidad", hacerme cosquillas, reírse de nada y hacer el amor sin pensar.
Y que sea capaz de quitarse cualquier capa de "intelectualidad", hacerme cosquillas, reírse de nada y hacer el amor sin pensar.
sábado, 20 de noviembre de 2010
Vámonos
Lejos, a vivir a esa foto llena de chamizos, a ese sitio donde las estaciones secan todos los recuerdos, lejos, donde no importe ni el pasado ni las heridas que causamos, lejos, donde los reclamos de los que dejamos no nos causen ni nostalgias ni culpabilidades, lejos.
Lejos, a esa foto amarilla, que se siente nostálgica sin ser pasado, que se siente nostálgica porque es un futuro que no tendremos.
Lejos, a esa foto amarilla, que se siente nostálgica sin ser pasado, que se siente nostálgica porque es un futuro que no tendremos.
viernes, 29 de octubre de 2010
En el taxi II
- Ya empezó pues el Festival de Teatro
- Sí señor
- Deben estar trayendo la marihuana en camionados
- (Silencio mudo)
- Cómo ha decaído ese Festival
- ¿Por qué lo dice?
- Ya no le hacen publicidad ni nada
- ¿Usted cómo se enteró?
- (Señalando por la ventana del taxi hacia un poste del que colgaba un pendón) por esos pendones que hay colgados en la calle
- (Silencio mudo)
Cuando todo es malo.
Cuando no hay con quién discutir.
- Sí señor
- Deben estar trayendo la marihuana en camionados
- (Silencio mudo)
- Cómo ha decaído ese Festival
- ¿Por qué lo dice?
- Ya no le hacen publicidad ni nada
- ¿Usted cómo se enteró?
- (Señalando por la ventana del taxi hacia un poste del que colgaba un pendón) por esos pendones que hay colgados en la calle
- (Silencio mudo)
Cuando todo es malo.
Cuando no hay con quién discutir.
lunes, 25 de octubre de 2010
Soy la persona más egoísta que conozco
Cuando tenía 3 años y medio nació Julia. A mi me mandaron, mientras todo ese proceso, para Pereira a donde unos tíos y unos primos que adoro. No sé bien por qué. Creo que fue porque como a Pili le hicieron cesárea necesitaba unos días sin Ana María de 3 años demandando atención, que creo que era mucha. El caso es que de esa época recuerdo oír que "a la niña nunca le da mamitis". Yo salía de mi casa y no me volvía a acordar de mis papás.
Cuando me fui a vivir a Medellín, en el 92 para hacer Administración de Empresas, ellos empezaron un ritual de llamar todos los días a preguntar qué había de nuevo. Un día les dije que me llamaran día de por medio, que yo todos los días no tenía mucha cosa que contarles. Muy obedientes, llamaban día de por medio, pero igual, yo no tenía novedades tan frecuentemente. Así que al finalizar la carrera hablábamos tal vez una o dos veces a la semana.
Ahorita que estuve en Buga en el XV encuentro coral de música colombiana, los llamé una sola vez a decirles en dónde podían ver la transmisión por Internet de una de las presentaciones. Y bueno, mi mamá me llamó el jueves (justo el día en que salí) a decirme que se le había olvidado que me iba y que me estaba esperando para almorzar... es decir, no soy la única rara de esta relación.
Llamo a los amigos, aunque poco y no para conversar, llamo a lo que llamo y ya. Les escribo gracias a que existe el mail, el chat, facebook y twitter, pero si esas comunicaciones dependieran de la compra de sellos y del desplazamiento hasta los buzones, yo jamás me pondría en contacto con ellos. Soy desapegada, desprendida y desagradecida.
Y a pesar de los amores y cariños intensos que he sentido, han carecido de la fuerza del vínculo que proyecta una vida con otro. Sigo construyendo un yo que se nutre de mis relaciones con los demás, soy, a pesar de mi generosidad, el ser más egoísta que conozco.
Pero quiero cambiar.
Cuando me fui a vivir a Medellín, en el 92 para hacer Administración de Empresas, ellos empezaron un ritual de llamar todos los días a preguntar qué había de nuevo. Un día les dije que me llamaran día de por medio, que yo todos los días no tenía mucha cosa que contarles. Muy obedientes, llamaban día de por medio, pero igual, yo no tenía novedades tan frecuentemente. Así que al finalizar la carrera hablábamos tal vez una o dos veces a la semana.
Ahorita que estuve en Buga en el XV encuentro coral de música colombiana, los llamé una sola vez a decirles en dónde podían ver la transmisión por Internet de una de las presentaciones. Y bueno, mi mamá me llamó el jueves (justo el día en que salí) a decirme que se le había olvidado que me iba y que me estaba esperando para almorzar... es decir, no soy la única rara de esta relación.
Llamo a los amigos, aunque poco y no para conversar, llamo a lo que llamo y ya. Les escribo gracias a que existe el mail, el chat, facebook y twitter, pero si esas comunicaciones dependieran de la compra de sellos y del desplazamiento hasta los buzones, yo jamás me pondría en contacto con ellos. Soy desapegada, desprendida y desagradecida.
Y a pesar de los amores y cariños intensos que he sentido, han carecido de la fuerza del vínculo que proyecta una vida con otro. Sigo construyendo un yo que se nutre de mis relaciones con los demás, soy, a pesar de mi generosidad, el ser más egoísta que conozco.
Pero quiero cambiar.
jueves, 21 de octubre de 2010
Acumulando
Tuve un jefe que decía que papeles en el escritorio eran decisiones demoradas... creo que tenía razón...
Eso se acumula en esta mesa, para no hablar del corazón.
Eres una represa. Me vas a dejar fluir.
viernes, 15 de octubre de 2010
Encuesta
Una pregunta que de verdad quiero que me contesten y que de todas maneras me da pena hacer.
Quieren que haga una lectura de algunas de las cosas que he publicado acá en el marco de "Jazzperiencias" un festival del arte que se realizará en Manizales entre el 16 y el 20 de noviembre. Me pueden decir, amables seguidores de este blog, ¿cuál o cuáles son las que más les gustan?
Muy queridos...
Quieren que haga una lectura de algunas de las cosas que he publicado acá en el marco de "Jazzperiencias" un festival del arte que se realizará en Manizales entre el 16 y el 20 de noviembre. Me pueden decir, amables seguidores de este blog, ¿cuál o cuáles son las que más les gustan?
Muy queridos...
sábado, 9 de octubre de 2010
Mi temblor
Es una sensación muy bonita la de cargar a un niño dormido. Mi mamá no va midiendo la velocidad del carro y con las curvas y los quiebres de la ciudad Sofía puede despertarse en cualquier momento. Levanta la cabeza y con sólo tocarla vuelve a recostarse en mi hombro donde sospecho que ya tengo una mancha de babas que amaré, porque son de ella.
Pasamos por el estadio y pensamos que es mejor hacer des-coordinar un matrimonio y un partido del Once Caldas. Dónde parquean su carro los testigos, dónde parquean su carro los amigos. Si no es posible des-coordinar ambos eventos, es mejor decirles que lleguen a pie, las calles del barrio estrella son el parqueadero de quienes van a ver el partido. No es lo que sucedió hoy. Hoy están coordinadísimos un matrimonio y un partido. Estando tan cerca del estadio oímos todos sus gritos. El juego parece estar bueno, cuando salimos de donde el tío el marcador iba dos - uno ganando nosotros contra el Deportivo Independiente Medellín. Allá están los papás de Sofía... y las cámaras de televisión que transmiten el partido para la gente que está en Bogotá.
El apartamento de mi abuelita se mece con los gritos del estadio... histeria colectiva: 5, 4, 3, 2, 1 temblor... últimamente siento que tiembla cada dos minutos, donde mi abuelita la sensación es real. Cuando llegan los papás de Sofía nos cuentan que el partido estuvo regular.
Hoy cayó ceniza del volcán, es probable que le dé por estallar, es probable que le dé por temblar.
Yo quiero temblar.
Yo quiero estallar.
Es todo en lo que puedo pensar.
Pasamos por el estadio y pensamos que es mejor hacer des-coordinar un matrimonio y un partido del Once Caldas. Dónde parquean su carro los testigos, dónde parquean su carro los amigos. Si no es posible des-coordinar ambos eventos, es mejor decirles que lleguen a pie, las calles del barrio estrella son el parqueadero de quienes van a ver el partido. No es lo que sucedió hoy. Hoy están coordinadísimos un matrimonio y un partido. Estando tan cerca del estadio oímos todos sus gritos. El juego parece estar bueno, cuando salimos de donde el tío el marcador iba dos - uno ganando nosotros contra el Deportivo Independiente Medellín. Allá están los papás de Sofía... y las cámaras de televisión que transmiten el partido para la gente que está en Bogotá.
El apartamento de mi abuelita se mece con los gritos del estadio... histeria colectiva: 5, 4, 3, 2, 1 temblor... últimamente siento que tiembla cada dos minutos, donde mi abuelita la sensación es real. Cuando llegan los papás de Sofía nos cuentan que el partido estuvo regular.
Hoy cayó ceniza del volcán, es probable que le dé por estallar, es probable que le dé por temblar.
Yo quiero temblar.
Yo quiero estallar.
Es todo en lo que puedo pensar.
miércoles, 6 de octubre de 2010
Pinches Tiranos
No es bueno nunca hacerse de enemigos
Que no estén a la altura del conflicto
Que piensan que se hacen una guerra
Y se hacen pis encima como chicos
Que rondan por siniestros ministerios
Haciendo la parodia del artista
Que todo lo que brilla en este mundo
Tan solo les da caspa y les da envidia.
Al lado del camino, Fito Paez
¿Qué sería de la vida sin los pinches tiranos?
Esas personas que parecen querer hacernos la vida imposible. Que se dedican a atormentarnos la existencia porque no se aguantan la nuestra.
Hasta hace un año, tuve que lidiar durante uno y medio con tres personas que se amangualaron para ejercer en ese cargo.
Nunca pude decirles lo que pensaba de ellas. Me tocó, en condición de mi posición, aguantar con silencio y siguiendo los caminos establecidos para ese tipo de problemas, todo lo que estas personas se atrevieron a decir de mi, a pesar de saber que no era cierto. Tuve muchas reuniones en las que me tocó defenderme con altura y llanto (no sé como congenié ambas cosas, no sé si lo logré, creo que no del todo), los ataques bajos de estas personas. Fue evidente para quienes ejercieron de jueces la dimensión de lo que estaba teniendo que afrontar y eso me salvó. Su odio se expuso solo. Su manera de mirarme y de no mirarme, aclaró cualquier duda que los demás pudieran tener sobre mi comportamiento. Y por supuesto, también abogué a mi favor y tuve quién me defendiera.
Muchas veces me dije que tenía que escribirles o escribir sobre eso, para liberarlo, para salir del dolor de no poderles decir en su cara la traición que sentí de su parte, la deslealtad con la que me trataron y lo mentirosas que fueron. La manera cómo odié que tomaran mis palabras para darles otro sentido. Lo claro de sus intrigas y la evidencia de que ni para eso trabajaron bien.
Hoy estuve conversando con alguien que fue testigo de todo eso, me dijo: Todos necesitamos un pinche tirano, para no dormirnos, para seguir alerta.
Creo que no estoy preparada para ese tipo de personajes. No quiero pintarme como la más buena, porque no lo soy, pero me cuesta mucho trabajo aceptar que me pueden rodear personas decididamente mal intencionadas. Sé que es posible comprender su comportamiento con una dimensión amplia de su realidad. Hice ese esfuerzo para poder continuar, para no odiarlas definitivamente.
Pero ni sabiendo que me tuvieron alerta durante todo el proceso, ni pensando en el aprendizaje de esa época, puedo terminar de agradecer su existencia.
Algo de lo lindo que habita en mi, de la niña de 5 años que le conversaba a cuanto peludo pasara por el frente de su casa, se ve seriamente afectado por estas personas. Odio los golpes de realidad que me alejan de la esencia de mi infancia.
Que no estén a la altura del conflicto
Que piensan que se hacen una guerra
Y se hacen pis encima como chicos
Que rondan por siniestros ministerios
Haciendo la parodia del artista
Que todo lo que brilla en este mundo
Tan solo les da caspa y les da envidia.
Al lado del camino, Fito Paez
¿Qué sería de la vida sin los pinches tiranos?
Esas personas que parecen querer hacernos la vida imposible. Que se dedican a atormentarnos la existencia porque no se aguantan la nuestra.
Hasta hace un año, tuve que lidiar durante uno y medio con tres personas que se amangualaron para ejercer en ese cargo.
Nunca pude decirles lo que pensaba de ellas. Me tocó, en condición de mi posición, aguantar con silencio y siguiendo los caminos establecidos para ese tipo de problemas, todo lo que estas personas se atrevieron a decir de mi, a pesar de saber que no era cierto. Tuve muchas reuniones en las que me tocó defenderme con altura y llanto (no sé como congenié ambas cosas, no sé si lo logré, creo que no del todo), los ataques bajos de estas personas. Fue evidente para quienes ejercieron de jueces la dimensión de lo que estaba teniendo que afrontar y eso me salvó. Su odio se expuso solo. Su manera de mirarme y de no mirarme, aclaró cualquier duda que los demás pudieran tener sobre mi comportamiento. Y por supuesto, también abogué a mi favor y tuve quién me defendiera.
Muchas veces me dije que tenía que escribirles o escribir sobre eso, para liberarlo, para salir del dolor de no poderles decir en su cara la traición que sentí de su parte, la deslealtad con la que me trataron y lo mentirosas que fueron. La manera cómo odié que tomaran mis palabras para darles otro sentido. Lo claro de sus intrigas y la evidencia de que ni para eso trabajaron bien.
Hoy estuve conversando con alguien que fue testigo de todo eso, me dijo: Todos necesitamos un pinche tirano, para no dormirnos, para seguir alerta.
Creo que no estoy preparada para ese tipo de personajes. No quiero pintarme como la más buena, porque no lo soy, pero me cuesta mucho trabajo aceptar que me pueden rodear personas decididamente mal intencionadas. Sé que es posible comprender su comportamiento con una dimensión amplia de su realidad. Hice ese esfuerzo para poder continuar, para no odiarlas definitivamente.
Pero ni sabiendo que me tuvieron alerta durante todo el proceso, ni pensando en el aprendizaje de esa época, puedo terminar de agradecer su existencia.
Algo de lo lindo que habita en mi, de la niña de 5 años que le conversaba a cuanto peludo pasara por el frente de su casa, se ve seriamente afectado por estas personas. Odio los golpes de realidad que me alejan de la esencia de mi infancia.
viernes, 1 de octubre de 2010
Razas
Crecer en fincas hizo que el color de mi piel durante toda la infancia y hasta los 14 o 15 años fuera más oscura que clara, yo crecí jurándome morena. Tenía como referente además a mi abuelita materna que es morenaza, a mi mamá que también tiene un color de piel más bien oscurito y a un tío que, aunque es ñatihinchado y todo, se siente blanco, o no sé qué es lo que tengo que entenderle cuando se declara racista; tal vez no le gustan los rubios.
Dejamos las fincas atrás. Creo que mi abuelito se dio cuenta de que las frutas las vendían muy buenas en el supermercado y dejó de sufrir con el precio del café. Nos volvimos gente de ciudad de sol escaso, la piscina se volvió un plan exótico y cualquier día una amiga me dijo: fulanita es así, tan blanca como tú.
¿Cómo que blanca como yo? ¿Blanca? ¡si yo soy morenaza!
No entiendo a qué hora me volví "blanca". No me siento blanca, me siento desteñida. Siento que lo que me falta es algo de finca para volver a ser de la raza a la que pertenezco, creo que un poquito de sol soluciona la confusión de todos los que ahora insisten en decirme que soy blanca.
Y es que no soy blanca. Y no sé qué soy. Un cruce de negro (mi abuela y mi tío contribuyen con esta teoría), con india (mi mamá tiene unas fotos en las que sale idéntica a la india Catalina), con blanco (porque tengo un montón de apellidos que suenan a mono), una revoltura en la que no me hace falta sino el nipón, y eso que mirándome bien el ojo "razgao" pueden generarse suficientes dudas como para una investigación.
No soy sino el resultado de la mezcla de siglos de gente que se tenía ganas y a quienes no le importó estar "dañando la raza".
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Cuando te vea
Tendré todos los besos para ocupar el espacio de todas las palabras, para que no se note que ya no querré hablar...
viernes, 24 de septiembre de 2010
jueves, 23 de septiembre de 2010
Mío
Por fracciones de tiempo
por fracciones de espacio
y por fracciones de tu cuerpo...
Sin ser mío.
por fracciones de espacio
y por fracciones de tu cuerpo...
Sin ser mío.
sábado, 18 de septiembre de 2010
Dejarse ir
Yo quiero que cuando llegue la mía no me dé duro morirme, quiero decir sí, ya viví, ya fue suficiente, ya di la lora, ya dije todo lo que tenía que decir, me quedó faltando eso que no le dije a ese niño que me gustaba, pero igual, él se enteró, así que no importa, me puedo ir. Que no me falte dar las peleas que tenga que dar, ni querer a la gente que quiero querer, que no me queden verguenzas por superar ni dignidades estúpidas por conservar. Que me valga un huevo la "sociedad" y todo eso a lo que llamamos "los demás" para que pueda ser lo que necesite ser. Entregarme a la enfermedad que me vaya a matar, al asesino o al verdugo, al accidente de tránsito o avión, diciendo "está bien", para no quedarme acá atada a nada, porque no me comprometí a fondo con mi vida. Con vivirla. Con todo lo que traiga, lo fácil y lo difícil.
No me quiero amarrar a la vida porque sí, porque esto "es un regalo de Dios", porque la vida es maravillosa y en sí misma vale la pena. Porque nada de eso me caló.
Creo que vale la pena siempre y cuando valga la pena, y eso es tan individual como que a uno le gusten las alcaparras o no y, cuando ya no sea más y me llegue la muerte, que yo no esté apegada a una cosa que aunque se llame vida, no valga la pena vivir.
domingo, 12 de septiembre de 2010
Gracias a Dios el mundo queda taaaaaaaaaaaan lejos (Susanita)
Hoy he estado leyendo un poquito de Oriente empieza en el Cairo, el libro que Héctor Abad Faciolince le mandó a mi papá. Y también leí la columna de María Jimena Duzán que publica hoy en Semana.
El libro cuenta una excursión que HAF hizo a el Cairo, acompañado por dos esposas, asunto que simplemente menciona y del que me quedo esperando la aclaración "sí, dos esposas, dos viejas juntas y con ambas duermo", para que yo termine de creer que eso puede ser verdad. Pensar que podemos ser así de civilizados, que podemos abandonar nuestro instinto territorial y podemos convivir amándonos los unos a los otros, sin que a los otros les importen los unos... en fin... pero no era de eso que iba a hablar...
El libro, dentro de todo, narra una serie de revueltas que tuvo el Cairo, que derrumbaron edificios y cambiaron la cara de la ciudad para siempre, el hotel Shepheard's que fue destruido durante la "gran revuelta popular de 1952" que acabó con todo lo que tuviera un aire foráneo. El Teatro de la Ópera, donde se estrenó Aida, quedó gravemente afectado por la revuelta pero no se cayó; se cayó después, hoy ocupa su lugar un parqueadero.
El viernes en la reunión semanal que tenemos en el Fundadores para hablar del Plan de Desarrollo Cultural de Manizales, se asociaron dos hechos: donde antes funcionaba el Teatro Olimpia hoy funciona un parqueadero y donde antes funcionaba el Teatro el Cid hoy funciona qué?, muy bien! otro parqueadero...
Lo que Manizales tiene de parecido al Cairo.
Debe ser que esos lotes grandes una vez caídos tienen mucha cara de parqueaderos, y un parqueadero es un negociazo, al contrario de los teatros, que no sirven sino para que la gente se reconozca en sus manifestaciones artísticas, pero eso parece que no es tan buen negocio.
Y la Columna de Maria Jimena Duzán, que ustedes pueden leer aquí, habla de cómo vienen robándonos en Caldas nuestros impuestos impunemente desde hace años nuestra clase dirigente, sin que eso haya generado por parte de la ciudad el deseo de destruir nada, o sin que prospere ninguna acción legal (¿prospera alguna? no sé) para impedir que siga pasando... sin que al que le roban diga realmente nada... mansos que somos. Y como esta ciudad espanta, ha espantado al espíritu joven de los jóvenes que aun quedan, que ahora son tan mansos como los viejos de Manizales, cansados de ser honrados, honrados por cansados.
Y en la construcción del Plan de Desarrollo Cultural de Manizales, donde tanto hemos hablado de la identidad del manizaleño, se ha dicho que somos expertos en construir una imagen de lo que somos, para no construirnos realmente, es decir, palabras más, palabras menos, somos profesionales de la apariencia, aquí todo está bien. Nos seguimos viendo, nos seguimos saludando, chao querida.
Lo que Manizales tiene de distinto al Cairo... que vergüenza andar de vándalos.
Con todo lo que pasa acá, nunca pasa nada... en una ciudad que merece revuelta importante, acción importante, nos moriremos todos de muerte natural, para no ir a dar una cara errada de lo decentes que somos las gentes entre la 21 y la 23.
Esta ciudad es muy hipócrita. Como Susanita.
El libro cuenta una excursión que HAF hizo a el Cairo, acompañado por dos esposas, asunto que simplemente menciona y del que me quedo esperando la aclaración "sí, dos esposas, dos viejas juntas y con ambas duermo", para que yo termine de creer que eso puede ser verdad. Pensar que podemos ser así de civilizados, que podemos abandonar nuestro instinto territorial y podemos convivir amándonos los unos a los otros, sin que a los otros les importen los unos... en fin... pero no era de eso que iba a hablar...
El libro, dentro de todo, narra una serie de revueltas que tuvo el Cairo, que derrumbaron edificios y cambiaron la cara de la ciudad para siempre, el hotel Shepheard's que fue destruido durante la "gran revuelta popular de 1952" que acabó con todo lo que tuviera un aire foráneo. El Teatro de la Ópera, donde se estrenó Aida, quedó gravemente afectado por la revuelta pero no se cayó; se cayó después, hoy ocupa su lugar un parqueadero.
El viernes en la reunión semanal que tenemos en el Fundadores para hablar del Plan de Desarrollo Cultural de Manizales, se asociaron dos hechos: donde antes funcionaba el Teatro Olimpia hoy funciona un parqueadero y donde antes funcionaba el Teatro el Cid hoy funciona qué?, muy bien! otro parqueadero...
Lo que Manizales tiene de parecido al Cairo.
Debe ser que esos lotes grandes una vez caídos tienen mucha cara de parqueaderos, y un parqueadero es un negociazo, al contrario de los teatros, que no sirven sino para que la gente se reconozca en sus manifestaciones artísticas, pero eso parece que no es tan buen negocio.
Y la Columna de Maria Jimena Duzán, que ustedes pueden leer aquí, habla de cómo vienen robándonos en Caldas nuestros impuestos impunemente desde hace años nuestra clase dirigente, sin que eso haya generado por parte de la ciudad el deseo de destruir nada, o sin que prospere ninguna acción legal (¿prospera alguna? no sé) para impedir que siga pasando... sin que al que le roban diga realmente nada... mansos que somos. Y como esta ciudad espanta, ha espantado al espíritu joven de los jóvenes que aun quedan, que ahora son tan mansos como los viejos de Manizales, cansados de ser honrados, honrados por cansados.
Y en la construcción del Plan de Desarrollo Cultural de Manizales, donde tanto hemos hablado de la identidad del manizaleño, se ha dicho que somos expertos en construir una imagen de lo que somos, para no construirnos realmente, es decir, palabras más, palabras menos, somos profesionales de la apariencia, aquí todo está bien. Nos seguimos viendo, nos seguimos saludando, chao querida.
Lo que Manizales tiene de distinto al Cairo... que vergüenza andar de vándalos.
Con todo lo que pasa acá, nunca pasa nada... en una ciudad que merece revuelta importante, acción importante, nos moriremos todos de muerte natural, para no ir a dar una cara errada de lo decentes que somos las gentes entre la 21 y la 23.
Esta ciudad es muy hipócrita. Como Susanita.
viernes, 10 de septiembre de 2010
Economía
Qué tal que después de todos los argumentos (los más ortodoxos y los más liberales) a nuestros honorables congresistas les de por despenalizar el intento de suicidio - ¿el que no se queda en el intento se salva de ir a la cárcel? - legislen el tema y le toque al Estado intervenir en un asunto que ya sería de Salud Pública.
Qué tal que comprendiéramos que la muerte no es en sí misma una tragedia (para los que sientan que todos comprenden eso, perdón por esta aclaración) sino que para mucha gente la tragedia es tener que levantarse todos los días a vivir la vida.
Qué tal que esa comprensión, nos llevara a entender que hay gente que no es católica y que por lo tanto no cree que en ese acto haya un pecado mortal; y que hay gente a la que le importa un pito si el tema está legislado o no.
Qué tal que después de todo eso, nos ofrecieran un remedio rápido, indoloro, efectivo y eficaz... tal como ahora se consigue en cualquier Profamilia el condón o las pastas anticonceptivas, que tienen por fin evitar el nacimiento de hijos no planeados. Qué tal que el asunto dejara de ser tabú, mal visto, asumido como cobardía. Qué tal que llegáramos a respetar los desconocidos motivos que no podemos juzgar en quien toma esa decisión.
Qué tal que esto sucediera en todo el mundo por igual.
Yo me pregunto: a qué ritmo crecería la economía en un planeta que de un día para otro se quedara con la mitad de la mitad.
martes, 7 de septiembre de 2010
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Plagas
Con seguridad el señor la encontró metida en su puesto de dulces llenándole de plumas y de popó de paloma todos los confites, las papitas, las mentas, las galletas. O tal vez ya estaba haciendo un nido allí.
Con el clima que hace por estos días en Manizales no es raro que los animales busquen refugio de la lluvia en donde mejor les parezca que pueden pasar una noche secos.
El señor seguramente tuvo una mañana difícil. Como deben ser difíciles la mayoría de las mañanas de los hombres y mujeres que, en consideración de su edad, ya deberían estar pensionados, pero que tienen que levantarse temprano, para irse a vender chucherías y conseguir cualquier peso para un atado.
Y esa mañana al abrir el puesto de dulces no dudo que ambos, el señor y la paloma, se miraron a los ojos asustados, sin saber qué hacía el otro ahí.
La paloma cayó del otro lado de la acera, lanzada con un impulso tan fuerte que no pudo, no tuvo tiempo, de abrir las alas para volar... Y en ese momento de descargada frustración, al ver las plumas que se desprendieron de su cuerpo, y mirar a la paloma que ya no pudo levantarse del suelo, el señor la miró perplejo. Acababa de descubrir que para volar hay que parar y tomar impulso. Y él no le dio tiempo.
Con el clima que hace por estos días en Manizales no es raro que los animales busquen refugio de la lluvia en donde mejor les parezca que pueden pasar una noche secos.
El señor seguramente tuvo una mañana difícil. Como deben ser difíciles la mayoría de las mañanas de los hombres y mujeres que, en consideración de su edad, ya deberían estar pensionados, pero que tienen que levantarse temprano, para irse a vender chucherías y conseguir cualquier peso para un atado.
Y esa mañana al abrir el puesto de dulces no dudo que ambos, el señor y la paloma, se miraron a los ojos asustados, sin saber qué hacía el otro ahí.
viernes, 27 de agosto de 2010
Ey people!
Ayer estaba releyendo una entrada pasada de este blog y me encontré con que escribí dos veces (en el mismo párrafo además, aunque me parece que se leía bien) la palabra intenciones con ese. Las dos veces.
Y este blog tiene en la parte inferior un link para ver las estadísticas de visita, que dice que viene un montón de gente por acá a leer y no puedo creer que nadie me haya dicho nunca, oíste, así no se escribe tal cosa... para no hablar de los errores gramaticales, que también deben haber por millones.
Corregí la palabra esa y me quedé pensando cuántos errores más tendré por ahí, paranoide pensando en volver a leer todo el blog. Y yo sé que este blog lo visita gente que puede tener eso muy claro. Por ejemplo, este blog lo visita Misael Peralta que sabe mucho de estas cosas y jamás ha tenido el detalle de decirme que no uso bien (creo que no) el acento diacrítico ese que me da tanto trabajo, a pesar de que le he pedido que me corrija.
Nadie tiene por ahí la listica clara con los 32 casos de esa vaina que me la facilite si son tan amables? La voy a buscar en google, no se molesten!
En fin... que el comité de aplausos está muy bien, pero no me dejen pasar dos veces la palabra intenciones con ese por favor. Y si les parece brusco comentar esas cosas en el blog directamente, muchos de los que me leen tienen mi correo o me encuentran en facebook o alguna cosita, que si no aprendo ortografía y gramática mientras hago este ejercicio de desahogarme ahí sí este blog se queda en pataletas (como me dijo un amigo en estos días y le borré el comentario, perdón Jaime!!) y no sirve para nada más.
Gracias a todos, muy queridos por pasar, sírvanse corregir! Corríjanme por favor! Corríjanme!
Y este blog tiene en la parte inferior un link para ver las estadísticas de visita, que dice que viene un montón de gente por acá a leer y no puedo creer que nadie me haya dicho nunca, oíste, así no se escribe tal cosa... para no hablar de los errores gramaticales, que también deben haber por millones.
Corregí la palabra esa y me quedé pensando cuántos errores más tendré por ahí, paranoide pensando en volver a leer todo el blog. Y yo sé que este blog lo visita gente que puede tener eso muy claro. Por ejemplo, este blog lo visita Misael Peralta que sabe mucho de estas cosas y jamás ha tenido el detalle de decirme que no uso bien (creo que no) el acento diacrítico ese que me da tanto trabajo, a pesar de que le he pedido que me corrija.
Nadie tiene por ahí la listica clara con los 32 casos de esa vaina que me la facilite si son tan amables? La voy a buscar en google, no se molesten!
En fin... que el comité de aplausos está muy bien, pero no me dejen pasar dos veces la palabra intenciones con ese por favor. Y si les parece brusco comentar esas cosas en el blog directamente, muchos de los que me leen tienen mi correo o me encuentran en facebook o alguna cosita, que si no aprendo ortografía y gramática mientras hago este ejercicio de desahogarme ahí sí este blog se queda en pataletas (como me dijo un amigo en estos días y le borré el comentario, perdón Jaime!!) y no sirve para nada más.
Gracias a todos, muy queridos por pasar, sírvanse corregir! Corríjanme por favor! Corríjanme!
martes, 24 de agosto de 2010
No existen las coincidencias, ¿cierto?
Y terminé el colegio sin perder ningún año y luego me tardé 6 y medio haciendo Administración de Empresas en EAFIT.
E intenté ser una Administradora de Empresas que prefirió dedicarse a estudiar música.
Y tomé clases de historia y el profesor me invitó a hacer parte del comité de programación de la emisora que ahora dirijo.
Y esta emisora hace parte de la Red de Radio Universitaria de Colombia.
Y nos encontremos cada año con todos los que hacen parte de la Red.
Y este año la emisora de EAFIT estrenaba directora.
Y ella recorrió un camino, su propio camino, que la llevó a ser amiga de Héctor Abad Faciolince.
Y en el encuentro pasado le conté que si no soy la mujer de la vida de Héctor Abad Faciolince, es porque no me conoce. ¡No más que por eso!
Y ella le contó eso a él. Eso y que Héctor Abad Gómez, su papá, mi suegro, fue profesor de mi papá de Medicina Social o algo así... No le contó todo, pero mi papá le presentó un trabajo a HAG que se titulaba: Por qué no pude hacer una investigación sobre la tuberculosis (o una enfermedad parecida) en Medellín. Que de acuerdo con mi papá, HAG alabó esa investigación porque ese dato también era relevante para la medicina. Y que muchas cosas de HAG me parece que le calaron a mi papá... puede sonar pretencioso, pero me parece. Y que ella sí le contó esa partecita a Héctor Abad Faciolince.
Y ella, esta niña que conocí hace 10 días, compró el último libro de Héctor Abad Faciolince para mi.
Y ella hizo que Héctor Abad Faciolince lo firmara... me dijo que algo puso en referencia a lo que ella le contó de mi. ¡No lo puedo creer!
Y el libro llega mañana o pasado mañana.
No hay coincidencias.
¡La importancia de haber nacido en el 74 y no en el 76!
miércoles, 11 de agosto de 2010
Toy, tas, verbo irregular...
Me impresiona la cantidad de mensajes llenos de intolerancia por estupideces (vamos a llamarla por su nombre: intolerancia estúpida) que abundan en las redes... hasta creo haber contribuido con eso alguna vez, pero qué es lo que se creen los adolescentes (de entre 15 y 80 años) partícipes de Twitter o Facebook, que andan todo el día corrigiéndole a los demás cómo participar de estos espacios:
"Toy es un juguete, no un estado"
¿Si la gente quiere decir "toy burrido" porque no los dejamos? Ya está aburrido, dejémoslo que escriba la mitad de las palabras. Para que lo aburrimos más diciéndole "ve, te faltó la mitad de la frase", suficiente tienen, tan burridos!
"La mala ortografía es el mal aliento literario".
Pero qué exageración! la gente quiere participar y nadie es infalible, a todos nos pasa que se nos escapa alguna carajada mal escrita. A veces quisiera revisarles todo el time line a los que alegan tanto sobre eso, yo incluida. Una vez dije que por favor no me tiraran los perros en twitter diciendo sonriza. Pero más allá de que les parezcan feos los errores ortográficos, lo que se siente es una profunda intolerancia por el que no sabe la diferencia entre hay, ahí y ay... (otra vez, yo incluida, me propongo ser mejor).
Maggie Mae me disculpará que la cite, pero es una de las fuentes inagotables de estas cosas:
"Porqué la gente dirá exenario, pero no dicen pixina y axensor #quemalgenio"
Me da mucha risa y todo, porque es absolutamente cierto, pero uno capacitando a la gente por twitter para que aprendan a hablar, no es como dárselas de mucho profesor de "ven te digo cómo ser cool"?
Yo participé también una vez de una campaña para que la gente no dijera Ifecs y compact dics, pero realmente: lograremos nuestro objetivo por Facebook y Twitter cuando primero habría que reconocer que la gente que dice así no domina tanto el medio como para que la campaña tenga efecto?
Otro día vi a una amiga que pedía en pleno status de Facebook que las niñas no dijéramos groserías, que los tipos sí, bien podían, que no se les veía tan feo, pero que a las niñas eso nos quedaba muy mal. Pfff! ahí sí sentí que hablaban conmigo, porque para boquisucia yo y las que me rodean y me parece que todas son unas viejas regias, divinas a las que me encanta como se les oye un buen madrazo. ¿Por qué la gente quiere extender para toda la humanidad, lo que les parece apropiado para sí mismos? Me parece que por ahí empiezan los fanatismos.
¿Por qué nos choca tanto la gente distinta que no siente vergüenza diciendo "la chimba" en una reunión llena de pompa y circunstancia si cuando salen a su círculo de confianza, todos los que tan bien se portan, son igual o más mal hablados que el coherente vulgar?
Por qué nos molesta tanto el que es igual aquí y allá, por qué nos jode tanto la libertad de los demás... y estoy hablando de tonterías, porque el hablado es una cosa finalmente ornamental, porque para temas serios: por qué nos molestan los distintos, distintos... por qué seguimos siendo racistas, homofóbicos, excluyentes y xenófobos...
A mi lo que me choca es la intolerancia con la diferencia. Quién se cree uno para ir recomendándole a la gente la "mejor manera de vivir", "la mejor manera de hablar", "la mejor manera de comportarse", "los temas que no hay que tratar" y sí, para tirarme duro "el presidente por el que no hay que votar"...
Dejémonos ser!
Toy muy intolerante! Cómo aprendo de mi misma, cuando me fijo en lo que no me gusta de los demás...
"Toy es un juguete, no un estado"
¿Si la gente quiere decir "toy burrido" porque no los dejamos? Ya está aburrido, dejémoslo que escriba la mitad de las palabras. Para que lo aburrimos más diciéndole "ve, te faltó la mitad de la frase", suficiente tienen, tan burridos!
"La mala ortografía es el mal aliento literario".
Pero qué exageración! la gente quiere participar y nadie es infalible, a todos nos pasa que se nos escapa alguna carajada mal escrita. A veces quisiera revisarles todo el time line a los que alegan tanto sobre eso, yo incluida. Una vez dije que por favor no me tiraran los perros en twitter diciendo sonriza. Pero más allá de que les parezcan feos los errores ortográficos, lo que se siente es una profunda intolerancia por el que no sabe la diferencia entre hay, ahí y ay... (otra vez, yo incluida, me propongo ser mejor).
Maggie Mae me disculpará que la cite, pero es una de las fuentes inagotables de estas cosas:
"Porqué la gente dirá exenario, pero no dicen pixina y axensor #quemalgenio"
Me da mucha risa y todo, porque es absolutamente cierto, pero uno capacitando a la gente por twitter para que aprendan a hablar, no es como dárselas de mucho profesor de "ven te digo cómo ser cool"?
Yo participé también una vez de una campaña para que la gente no dijera Ifecs y compact dics, pero realmente: lograremos nuestro objetivo por Facebook y Twitter cuando primero habría que reconocer que la gente que dice así no domina tanto el medio como para que la campaña tenga efecto?
Otro día vi a una amiga que pedía en pleno status de Facebook que las niñas no dijéramos groserías, que los tipos sí, bien podían, que no se les veía tan feo, pero que a las niñas eso nos quedaba muy mal. Pfff! ahí sí sentí que hablaban conmigo, porque para boquisucia yo y las que me rodean y me parece que todas son unas viejas regias, divinas a las que me encanta como se les oye un buen madrazo. ¿Por qué la gente quiere extender para toda la humanidad, lo que les parece apropiado para sí mismos? Me parece que por ahí empiezan los fanatismos.
¿Por qué nos choca tanto la gente distinta que no siente vergüenza diciendo "la chimba" en una reunión llena de pompa y circunstancia si cuando salen a su círculo de confianza, todos los que tan bien se portan, son igual o más mal hablados que el coherente vulgar?
Por qué nos molesta tanto el que es igual aquí y allá, por qué nos jode tanto la libertad de los demás... y estoy hablando de tonterías, porque el hablado es una cosa finalmente ornamental, porque para temas serios: por qué nos molestan los distintos, distintos... por qué seguimos siendo racistas, homofóbicos, excluyentes y xenófobos...
A mi lo que me choca es la intolerancia con la diferencia. Quién se cree uno para ir recomendándole a la gente la "mejor manera de vivir", "la mejor manera de hablar", "la mejor manera de comportarse", "los temas que no hay que tratar" y sí, para tirarme duro "el presidente por el que no hay que votar"...
Dejémonos ser!
Toy muy intolerante! Cómo aprendo de mi misma, cuando me fijo en lo que no me gusta de los demás...
lunes, 9 de agosto de 2010
Gané y qué...
Hay peleas que uno está tan acostumbrado a perder, que no las puede ganar con dignidad.
Es fácil saber qué decir para hacer sentir mal a la gente que más conocemos y que más queremos. Son palabras que uno no usa, no porque no pueda, no porque no sean ciertas, no porque no sepa cómo usarlas, sino porque uno no quiere usarlas, uno se autoregula, se autocensura, uno se pregunta "para qué" y como no puede contestarse nada válido, mejor se calla.
Pero hay momentos raros, que se juntan con palabras necias...
Perdón papi!
Es fácil saber qué decir para hacer sentir mal a la gente que más conocemos y que más queremos. Son palabras que uno no usa, no porque no pueda, no porque no sean ciertas, no porque no sepa cómo usarlas, sino porque uno no quiere usarlas, uno se autoregula, se autocensura, uno se pregunta "para qué" y como no puede contestarse nada válido, mejor se calla.
Pero hay momentos raros, que se juntan con palabras necias...
Perdón papi!
All fools weekend
Parece el fin de semana de todos los tontos. Empezando por el tipo más importante de mi vida, hasta la historia que parece más intrascendente.
Creo que soy yo. Tiene uno que concluir eso cuando le suceden cosas como las que le suceden, porque como hablaba con un amigo, al que nunca he visto en mi vida, pero al que quiero como si lo viera todos los días, el único responsable de sus historias es uno. Claro, los otros vienen con su aporte, pero es uno el que los deja llegar hasta tan cerquita como para aportar.
Soy yo la que me estoy volviendo emocionalmente lejana, el cinismo me tiene cogida del cuello, tanta reflexionadera no puede ser tan buena, tanto análisis sin un experto cerca.
Y sentirse orgulloso de cosas que son tan dolorosas, nadie me toca, nadie me afecta. Tanta mentira que uno es capaz de creerse, nada me llega, nada me afecta.
No tienen derecho a exigir nada, no tienen derecho a exigir nada. Golpe en la mesa, no tienen derecho a exigir nada.
domingo, 1 de agosto de 2010
Para morir en paz
Los gringos (que no es que me caigan tan bien, porque a mi los que me caen bien son los europeos... esos clichés que uno escoge para tratar de indentificarse con cierto grupo de gente que escoge, como uno, dizque lo profundo por encima de lo superficial, es decir, por una idea estúpida de andar generalizando y clasificando lo especial y lo vulgar... en fin... por nada importante y que además es falso) hacen una cosa que me encanta, que me parece saturada de efectos, que es un poquito sobreactuada, que pretende lograr (lo logra) que uno se conmueva con un personaje:
Hacen reconocimientos a dos manos. A la vida y obra de cuanto gato hay. Uno alcanza a ver los que hacen en Hollywood, para actores, directores, guionistas; pero no es el único caso, los hay en varios sectores.
Escogen un personaje por año, hacen una gala, organizan todo divino, seleccionan unos momentos de la vida del elegido que serán presentadas a manera de semblanzas de su vida, sus amigos o colaboradores o familiares preparan unos discursos llenos de gracia y de sentimentalismo, la velada se reparte entre lágrimas y risas de manera equivalente, hay música (más de la mitad del efecto conmovedor lo logra la música), hay luces que imponen un ambiente, el escogido no tiene defectos o de tenerlos son matizados a punta de chistes y son presentados como males menores que hay que soportarle porque él a cambio es MARAVILLOSO.
Con todo lo que eso tiene de show, con todo lo que tiene de estrategia de mercadeo, con todo lo que tiene de político, de lobby, de falso, a mi me encanta y me parece que, a pesar de lo maluco, más significativo es que aquí (en Colombia) no seamos capaces de reconocerle a los amigos, de frente y en frente de otros, lo que tienen de maravillosos. Yo, que vivo feliz con mis amigos, que les repito que los adoro que son talentosos, que son hermosas y hermosos, jamás he organizado un reconocimiento de esas dimensiones para ninguno (y no es que no se lo merezcan), ni para mi gremio, ni para mis colegas, ni para mis amigos, ni he visto o participado, ni me han invitado a asistir a un acto de esos, no puede ser que no haya a quién hacerle un reconocimiento, no es eso, no. Es, simplemente, que no lo hacemos o lo hacemos muy poco y con poco impacto. No lo hacemos bien en todo caso, que es como no hacerlo o peor que no hacerlo: "te queríamos reconocer tu vida y obra y... bueno... nos salió esto".
Sigue siendo muy raro que las amigas nos queramos con sinceridad, sin egoísmos. Las viejas pensamos, "fulanita está linda, qué rabia", me pueden jurar que no piensan eso, pero no les creo, nos da muy duro reconocerle a otra mujer su belleza o su inteligencia. Cuando uno supera eso y es capaz de decirle a las amigas "estás hermosa" todavía hay gente que se aterra con lo especial que es uno con ellas... con los amigos es distinto, porque somos todas unas arpías tiraperros y por lo tanto eso sí somos capaces de decirlo con soltura: "tan liiiiindo"... eso sí y en otro contexto, pero a las amigas poco y con recelo. Eso, que no parece conectado con lo anterior, tiene TODO que ver. Somos envidiosos, no lo reconocemos, pero el hecho de que aquí no hagamos eso que digo que los gringos hacen (muy bien hecho) es una prueba que habla por sí misma. Ahí está eso para decirnos en nuestra cara una verdad así de simple, nos da mucho trabajo reconocerle a los demás la maravilla de su existencia y la felicidad de la coincidencia de su vida con la nuestra.
Pacheco y Gloria Valencia se van a morir sin que los colegas les hagan una gala que honre su vida y obra... qué pesar ole! A mi me parece que, independientemente de sus defectos, que deben tenerlos y muy grandes, son dos personas que se merecerían un reconocimiento público, ¿no? (¿ya se murieron?). Supongo que habrán recibido alguna plaquita que diga gracias, pero nada grandioso, nada que nos contagie a todos. A estas alturas uno los menciona y no falta quien diga que son unos viejitos decrépitos y no honorables y venerables que es como deberíamos recordarlos. ¿O es que su aporte no es digno de reconocimiento?
Repito, a mi eso me encanta y para que quede claro por qué escribí esto: quiero uno para mi. Quiero que mis amigos se reúnan 6 meses a organizar un evento donde hablen de mi con generosidad, donde mis defectos se mencionen diciendo que todo eso tan maluco que tengo no se compara con la maravilla de ser mi amigo, donde haya música bien escogida que los ponga a todos a llorar y a pensar en que qué pesar el día que yo me muera, yo creo que el mismo pensamiento iluminaba (i-lu-mi-na-ba!!!) al que se le ocurrió la brillante idea de hacer el primer evento de esos: "este año se lo organizo yo a él, lo vendemos como algo que tiene que volverse tradición y así, el año entrante, me lo tienen que organizar a mi". Pero yo me quiero saltar ese paso, quiero que vayamos directamente a mi gala, me preocupa una cosa práctica, yo soy la mayor de casi todos mis amigos. Es sólo eso, me les puedo morir primero y no vaya yo a quedarme sin la gracia de sus palabras, después, si me quedan fuerzas, les organizo los eventos de ustedes.
Así me puedo morir tranquila... ¡Ay! que no les falte atender esta pequeña solicitud, no sé cómo harían para vivir con esa culpa! Les doy permiso de usar este post como discurso de apertura, para que digan allá que esa es la dimensión de mi generosidad!
Y el que lea esto y diga "Ana María tan vanidosa", es mejor que no lo inviten, está faltando al principal espíritu de esas cosas.
domingo, 25 de julio de 2010
Que no acabas de llegar
miércoles, 14 de julio de 2010
Sebastián Marroquín y Rodrigo Lara Restrepo
A Lara Bonilla lo asesinaron en 1984. Yo tenía 10 años y recuerdo con claridad ese asesinato. Recuerdo que todo el mundo decía que lo habían matado porque había tenido valor. Había denunciado los nexos del narcotráfico y el gobierno. Rodrigo Lara Bonilla tenía un hijo de mi edad... yo no necesité más, para sentir ese asesinato, que pensar que a mi me podían matar a mi papá. Y lloré la muerte de ese señor, como hubiera podido en ese momento, llorar la de mi papá. Era una cuestión de empatía hacia ese niño de mi edad que había perdido a su papá por ser valiente y, como a mi el mío me parecía valiente, yo pensaba que eso podía pasarme a mi. Me dio muy duro ese asesinato.
Leí la carta que Sebastián Marroquín les mandó a él y a los hijos de Carlos Galán. Y no puedo pensar en eso sin llorar y llorar. Me parece admirable. Me parece un tipo brillante Sebastián. Esa carta no puede estar mejor escrita, no puede ser más respetuosa y a la vez dejar más claro el mensaje de necesaria reconciliación de este pueblo. Y me parece el tipo más noble Rodrigo, cuya reacción fue coger de una un avión para irse a ver con el hijo del tipo que mató a su papá. ¡Ejemplar! Sin duda los dos son tipos inteligentes, sensatos, pero además de una madurez que va más allá de lo que muchos pueden entender. Evolucionados. La carga simbólica de ese encuentro es descomunal.
Otros con historias similares han llegado al extremo de hacerse presidentes de este país para librar una guerra personal. Pero Sebastián y Rodrigo, lo que hacen es sentarse a conversar, a reconciliarse con su pasado, a entender que ninguno es responsable por eso. A entender que la historia no puede desconocerse, pero tampoco puede ser motivo de discordia, porque el pasado por el que son responsables sus actores, no puede llevarnos a librar guerras en el futuro, reconocer esa historia tiene que llevar a encontrar caminos de paz. Yo los admiro profundamente, al uno por escribir una carta tan hermosa y al otro por responder con una visita.
Me parece que mejor ejemplo no hemos podido recibir los colombianos y me parece que a eso no se le ha hecho toda la bulla que se le debería haber hecho.
Yo aquí contribuyo con mi bullita.
La Carta
Leí la carta que Sebastián Marroquín les mandó a él y a los hijos de Carlos Galán. Y no puedo pensar en eso sin llorar y llorar. Me parece admirable. Me parece un tipo brillante Sebastián. Esa carta no puede estar mejor escrita, no puede ser más respetuosa y a la vez dejar más claro el mensaje de necesaria reconciliación de este pueblo. Y me parece el tipo más noble Rodrigo, cuya reacción fue coger de una un avión para irse a ver con el hijo del tipo que mató a su papá. ¡Ejemplar! Sin duda los dos son tipos inteligentes, sensatos, pero además de una madurez que va más allá de lo que muchos pueden entender. Evolucionados. La carga simbólica de ese encuentro es descomunal.
Otros con historias similares han llegado al extremo de hacerse presidentes de este país para librar una guerra personal. Pero Sebastián y Rodrigo, lo que hacen es sentarse a conversar, a reconciliarse con su pasado, a entender que ninguno es responsable por eso. A entender que la historia no puede desconocerse, pero tampoco puede ser motivo de discordia, porque el pasado por el que son responsables sus actores, no puede llevarnos a librar guerras en el futuro, reconocer esa historia tiene que llevar a encontrar caminos de paz. Yo los admiro profundamente, al uno por escribir una carta tan hermosa y al otro por responder con una visita.
Me parece que mejor ejemplo no hemos podido recibir los colombianos y me parece que a eso no se le ha hecho toda la bulla que se le debería haber hecho.
Yo aquí contribuyo con mi bullita.
La Carta
sábado, 10 de julio de 2010
Carta abierta a un hermano desconocido
Y lo cierto es que, conociendo a Jairo, lo raro sería que terminaras por no existir.
Si existes, debes tener 14 años más que yo, es decir 50. Eres de Puerto Nare y tu mamá tiene que ser una campesina de la localidad (esperemos que sea sólo campesina) o una enfermera del hospital donde mi papá hizo su año rural. Jairo (tu papá, mi papá y el papá de Julita) cuenta una historia de una enfermera que le pidió referencias para solicitar traslado a Medellín. Él le dijo que claro, que con mucho gusto, pero que tenía que mostrarle su curriculum para saber a quién estaba recomendando, a lo que ella contestó que "claro que sí Doctor, pero por qué no cerramos las cortinas"... tal vez es esa tú mamá... espero no estarte revelando nada que te haga pensar mal de tu señora madre, todos cuando jóvenes hacemos pendejadas... vaya uno a saber si Jairo (¡JAIRO!) no aprovechó esa oportunidad como tan servidita en bandeja de plata, que tampoco es motivo para que no lo quieras...
Si existes y aún no te conocemos, tiene que ser porque mi papá tampoco sabe de tu existencia, porque él será todo lo que quieras pero no es un irresponsable que vaya dejando hijos por ahí regados sin responder por ellos... así que me pregunto por qué no habrás aparecido ya... no se te ocurra aparecer cuando mi papá se muera, ni vas a llegar directo al entierro que eso es de muy mal gusto... Vení por acá, presentate... seguro que mi papá te recibirá bien, pero por favor avísanos antes porque él ya no está para recibir semejantes sorpresas, como la de tener un hijo cincuentón; esa es la edad que él todavía cree tener.
Te va a caer bien Julita y si tienes algún problema en la piel ven preparado para la consulta porque tienes hermana Dermatóloga, como el papá (tú papá, mi papá, el papá de Julita). A Pilar ya te la iremos suavizando, porque puede ser que a ella si no le caigas tan, tan bien. Pero tú qué culpa tienes de haber nacido, tú no tienes por qué cargar con los pecados de tus padres, a ti nadie te preguntó. No te preocupes, de ella nos encargamos Julita y yo.
Te advierto sobre tu papá: hay que hablarle durito, no le gusta Uribe así que no se lo vas a nombrar, tampoco cree en Dios y si lo que quieres es que te quiera, lo mejor es que tu lo quieras harto primero, que no te vayas a poner a chicanear con nada que no le gustan los chicaneros, que nos quieras harto a Julia y a mi, porque hemos sido la "luz de sus ojos" rosca a la cual me imagino que querrás entrar.
Con cariño, tu hermana que te espera.
(Papi y mami: fregando!!)
lunes, 5 de julio de 2010
Un juez
¿Quién hay loco o cuerdo? ¿Cómo hacemos para saber de qué lado de la razón estamos?
Si hay un dios, es para que defina eso...
Si hay un dios, es para que defina eso...
miércoles, 30 de junio de 2010
martes, 29 de junio de 2010
La Parroquia
Hace unos días (ya algunitos) salí con mis amigas del colegio a almorzar... yo me gradué en el 91 del Gimnasio los Cerezos, que es un colegio del Opus Dei. Mis compañeras están en una brecha ahí del tiempo en la que hay unas que hablan inglés y otras no, y hay unas que manejan bien computadores y otras no... ¿si es claro donde queda mi generación? Hay unas que son señoras de punta en blanco todos los días (mamás y amas de casa) y hay otras que vamos de tennis a la oficina... un limbo de generación que no es ni de aquí ni de allá.
Pero en lo que iba... almorzando me dice una: Anita, de las compañeras del salón ¿cuántas contigo son las solteronas? Casi me exploto de la risa, ella pensó "¡uy, la embarré!" cuando ya era demasiado tarde, pero como la conozco, a mi no me pareció que la hubiera embarrado y contesté haciendo la cuenta mental de cuantas no nos hemos casado, dato que para ella parece importante. A mi como mi abuelita me está diciendo solterona desde que tengo 13 años, el adjetivo no me hace mella y por el contrario hago flashback y me siento como de 13 otra vez, me cae divino.
Pero cuando no me hago la loca, me doy cuenta de que se espera en esta parroquia el siguiente orden sin alteraciones:
Kinder (ese montón de parvularios de hoy en día)
Primaria
Bachillerato
Universidad
Matrimonio
Universidad (maestrías y esas cosas)
Hijos
Trabajo "exitoso"
Muchas veces traslado de ciudad: "¿Usted pues se enterró a morir en Manizales?"
Éxito (medido en la marca del carro y del celular)
Éxito de los hijos
Jubilación en finca de recreo
Éxito de los nietos
Muerte por causa digna
Entierro multitudinario
Y yo voy en un nivel de torcida en ese plan que no dudo que moriré de manera procaz. Ese tipo de cosas las esperan nuestros padres, los amigos de nuestros padres, los jefes... claro, adultos. Pero también, y eso es lo que más me sorprende, personas más jóvenes o de la misma edad de uno, que quedaron alienados en ese sistema. Mi hermana me dice que siente que tiene amigas que piensan que ella no será feliz hasta que no se case, así ellas mismas sean infelices en su matrimonio. Pero la vida sin marido y sin hijos no les parece completa.
Anecdotario de la parroquia (para poner ejemplos concretos)
Mamá de compañera de mi colegio al ver las calificaciones bastante regulares de su hija: "¡Ay! siquiera fulanita es bien bruta para que le vaya bien en el matrimonio". Hay que decir que parece que así ha sido.
Compañera del colegio dos años después de graduadas y después de la anulación de su matrimonio: "¡Ay! yo siquiera no me quedé solterona". Me impresiona cómo después de un fracaso matrimonial, le ven ESO de bueno a la experiencia.
Compañera del colegio cuando estábamos en 11, hablando sobre el matrimonio: "Mi mamá me dijo que el carro de la basura pasa una única vez y que uno o se monta o lo deja". Con esa manera de ver la cosa, a mi siquiera me está dejando!
Amigo de la infancia hace unos 8 años: "Usted pues se dedicó a cantar y se enloqueció"... hmmm, tal vez habría que reconocer cierta verdad en lo que dice, lo que pasa es que una cosa no es consecuencia de la otra.
Amigo de la adolescencia, mientras adolecíamos: "Usted se está juntando con gente muy rara (unos amiguitos que tuve de un colegio que a él le parecía poco digno) y por eso nosotros (los de la barra del colegio chévere) no volvimos a hacerle visita (en nuestras bicicletas Monark)". Siquiera no volvieron y siquiera les perdí el rastro.
Abuela de amiga del colegio, al grupo de 4 amigas de su nieta:
"¿Tú eres nieta de quién?" (una por una)
Cuando reconoció a los abuelos de dos de nosotras y no supo quienes eran los abuelos de las otras dos, replicó:
"A ustedes dos las conozco, a ustedes dos no"
Y las tenía frente a sus narices, pero no las conocía.
La semana pasada estaba conversando con un amigo. Está pensando irse de la ciudad después de haber luchado mucho tiempo por hacer empresa acá y "meterme en esa rosca"... otro de los indicadores de parroquialidad de esta ciudad. Hay que ser de tales o cuales para poder participar y, además, hay que tener cierta edad, para los jóvenes con su irreverencia parece que no hubiera espacio: "a ser impertinentes en otra parte que estamos hablando los mayores" parece que le gritara a uno esta ciudad... toca tenerse mucha confianza para intervenir sin gaguear en una reunión de empresarios manizaleños... todos tan hijos de azucenos... y así no eran sus papás.
No sé cuántas barras de amigos he despedido desde que yo misma me devolví a trabajar en mi ciudad, por un tema que parece que tampoco importara: la cultura.
Voy a contar, porque es pertinente, una anécdota que ya conté en otro post:
Empresario de la ciudad cuando fui a contarle del proceso sinfónico: "Yo prefiero que mi hijo me salga marihuanero a músico".
Otra. Señor divinamente de la ciudad: "¿A los conciertos de música clásica si va gente?, es que esa música es para cierta élite, y en Manizales de eso casi no hay"
He conocido otra Manizales desde que llegué de Medellín, me relaciono distinto, salí de la burbujita de cristal en la que nos querían mantener las supernumerarias del Opus Dei. Recuerdo que veíamos la burbujita, se la intentábamos hacer ver a los adultos de esa época, pero no la dimensionaba... esta ciudad es mucho, mucho más... pero no se ve.
La parroquia sabe tapar.
sábado, 19 de junio de 2010
Progreso/Promedio
Los que se inventan cómo progresar: científicos, ingenieros, artistas...
Los que implementan esos progresos: administradores, políticos, abogados...
Los que retrasan esos progresos: iba a decir otra vez abogados y políticos.
Pero vamos a tratarlos con cariño... por eso los puse arriba: ayudando... en todo caso, sin nombrar profesiones, hay que decir que siempre resulta quien retrase las cosas... eso es evidente porque si alguna claridad tenemos todos es que como experimento esta humanidad no va muy bien (bueno yo digo todos, pero no faltan los optimistas).
Los que retrasan las cosas bien podrían ser los de mercadeo mientras se les ocurre como "lanzar" el progreso, mientras diseñan las piezas, contratan a las modelos y organizan la fiesta donde el progreso será vendido como una "experiencia" de marca. Mientras hacen de el "progreso" una cosa bien superficial. Mentiras, importante labor la que hacen los de mercadeo: hacer el progreso atractivo... ese concepto solo, no lo es. O no parece.
Y digamos que en cada uno de esos grupos que menciono al comienzo, hay gente muy inteligente, gente promedio y gente menos inteligente...
Lo que dará como resultado, necesariamente, que en el primer grupo habrá científicos, ingenieros y artistas muy inteligentes señalando por dónde y cómo es el progreso, en el segundo grupo, gente muy inteligente ayudando a llevar eso a cabo y en el tercer grupo, gente muy inteligente haciendo lo suyo, impidiendo el progreso.
Pero sobre todo, porque esta humanidad no produce genios en masa, en el primer, segundo y tercer grupo, hay una cantidad importante de gente promedio intentando entender por dónde y cómo se llega al progreso:
- Hermano, que es por acá
- No chino, no... yo entendí otra cosa, preguntémosle a fulano... Fulano: qué fue lo que dijeron?
- Hermano, estaba dormido... cogí la mitad. Yo me pongo al día mañana.
Esos somos la mayoría.
En la historia de la humanidad todos los progresos nos cogen fuera de base:
___
- ¿Qué es lo que suena?
- ¡El teléfono!
- ¿Qué cosa???
- El teléfono... el último invento de Alexander, el esposo de la señora sorda, los que viven en la esquina.
- ¡Invento endemoniado!
___
- ¿Qué es lo que suena?
- ¡Skype!
- ¿Skype???
- Sí en el computador, un teléfono virtual por el que no solo puedes hablar sino que además puedes tener video conferencias.
- ¡Invento endemoniado!
Se me ha ocurrido, que al igual que en los estudios estadísticos, deben eliminarse los datos que dañan el promedio. Es decir, los datos más hacia la derecha y más hacia la izquierda en la dispersión de resultados numéricos... si vamos a medir la altura promedio de un salón de niños, eliminamos al individuo que mide dos metros y tiene 15 años, así como al pequeñito pequeño que con 16 todavía no supera el metro de altura y así podemos determinar que en promedio el grupo de 8vo grado mide 1.60mts, diga usted.
Si no hubiera habido genios, ni idiotas, esta humanidad habría progresado de acuerdo con el promedio.
Una humanidad promedio y no una humanidad fracasada, que es lo mejor que les hemos dejado hacer a los genios. Porque una cosa es saber que hay algunos que saben como progresar y reconocer que no hemos sido capaces de llevarlo a cabo y otra cosa muy distinta es ir descubriendo todos juntos cómo progresar y de esa manerita... o sea, lento, irlo llevando a cabo. En el primer caso somos un fracaso, en el segundo, ahí vamos, ahí vamos...
No hubiéramos oído nunca la Novena.
Siempre es que el fracaso es más llevadero con buena música.
miércoles, 16 de junio de 2010
Cuídate...
"Cuídate que estás muy bonita". Ok, y eso se cae o qué?
Me llama mucho la atención que los amigos lo manden a uno a cuidarse: "Oye, y cuídate!"
¿Viene el lobo feroz, o qué?
Cuidarse...
Además de come saludable y haz ejercicio, no entiendo la frase. Si se refieren a algún cuidado espiritual, no la cojo por ahí.
Y si se refieren a cuidarse de la vida, menos. La vida hay que dejarla que sea, porque de lo contrario no llegan las experiencias, que más allá de todo lo que le aportan a uno y todo lo que uno puede aprender de ellas, son las que hacen la vida entretenida, que viene siendo como lo mejor que puede ser esta vida.
Para no hablar de los que se despiden: "Juicio", "juiciosita pues", "pórtate bien"... esos francamente!
Yo me voy a seguir despidiendo: ¡Entretente!
martes, 8 de junio de 2010
Lo peor de vivir sola
Se pierde la crema de dientes sin poder echarle la culpa a nadie más que a Usted mismo. Luego de buscarla dos horas la encuentra en el estante de los cepillos para el pelo, convirtiéndose en claro indicador de la demencia que, muy temprano, empieza a padecer.
Se pierde la excusa: "a mis papás no les gusta que yo entre gente a esta hora" que, por consiguiente, nos lleva a tener que manejar con gracia la franqueza de decir "es que ya me quiero dormir" cuando los demás todavía no se han cansado de la rumba. Tema serio en el caso de la barra de amigos y MUY serio en el caso de el individuo individual que quiere entrar de varias maneras a la vida de uno. Para no hablar de los que se quieren quedar a dormir porque aquí "¡no hay papás!".
No hay zanahoria que aguante la hechura de dos ensaladas. Ni limón, ni tomate, ni cebolla. La naturaleza produce para grupos familiares de dos o más. Nos discrimina. Eso de júntate y procrea parece ser una necesidad cierta en el caso de los vegetales, que vienen empacados tamaño familiar.
La nevera siempre es gigante, no importa que sea diminuta. Uno puede anhelar un nevecón, pero necesita una de esas neveritas de oficina del típico ejecutivo en las que se puede encontrar cerveza, salchichitas vienesas y red bull para cuando hay plan. El mercado nunca será mucho, pero la luz para mantener la nevera es la misma: la relación costo beneficio es negativa.
No hay referencia horaria: "mija, acuéstese ya que son las 10", no, nadie le advierte eso. De pronto es la una de la mañana y uno sigue en un plan muy de las 7 de la noche. Por ejemplo, a esa hora se prende la lavadora con la 2 tanda de ropa. La de color.
Llamar al portero para que abra la mermeladita de piña. Nada peor que necesitar un tipo para que cumpla con el estereotipo del macho abrelotodo.
Lo que era el buen hotel mama, al que uno iba solo a comer y a dormir, se vuelve el muy regular hotel Ana, donde también le provoca a uno reclamarse por ir solo a comer y a dormir. Debería pasar más tiempo en la casa, con la familia. O sea, conmigo. Me reclamo, no me acompaño lo suficiente.
Vivir solo es empezar a ejercer de verdad eso de la voluntad. La casa funciona si uno quiere. Tiene que operar con el motor de uno y no con el de la cantaleta de la mamá, que es como lo que le daba cuerda. Y el motor de uno que es "apagadorcito" a veces extraña hasta la cantaleta.
Con lo que llegamos a lo peor de vivir solo: tener que decirse: haz, lava, compra, paga, plancha, sacude, lava, ahorra, barre, trapea, tiende la cama, cocina, eso no, una cosita más saludable, no veas tanta televisión, levántate ya, acuéstate ya, por qué no te bañas, péinate (no sé si han notado que no me paro bolas), verse convertido en eso que uno siempre juró que no sería: el autocantaletoso, o sea, la mamá.
Lo bueno de eso es que uno empieza a quererla más. Uno la extraña y la valora. Pero no compensa.
viernes, 4 de junio de 2010
Buenos Aires
Buenos Aires se sintió familiar, Quino la dibuja exacto. Estoy segura de que vi en una librería a una prima hermana de Felipito (los mismos dientes de conejo tenía), al lado de una tienda de barrio al hermano mayor de Manolito (ese que pagó servicio militar) y a, probablemente una hija de Guille, es decir, sobrina de Mafalda, en un bus.
Vi los sifones con los que jugaba a ser astronauta, vi el parque (la plaza) donde jugaba a los vaqueros, vi los andenes con arbolitos de tronco delgadito donde Miguelito se sentaba a esperar que la vida le diera algo (en otoño, así que la vida, amarreta, le daba una hoja de árbol), vi los edificios delgados, vi la imagen del Che (por todas partes), y la vi a ella sentadita en la banca.
Nada está producido en serie, no se ve una silla rimax ni por equivocación, todas las piezas parecen únicas: las mesas y sillas de todos los restaurantes y cafés, las chapas de las puertas, los edificios, los menús de los restaurantes, los muebles, los baños, las cocinas... todo es lindo, lujoso. Fue un país con mucha plata, que sí, se ha venido a menos económicamente.
La gente es capaz de la ironía y el cinismo con humor, por lo que dan la impresión de ser inteligentes... bueno, por lo menos con los que conversé. Tienen un estilo de comunicación directo y no todo afectado como el nuestro, en el que damos mil vueltas para decir lo que queremos y eso cuando logramos decirlo, un ejemplo:
Íbamos en un bus para una estancia (finca) a las afueras de BA. Yo iba en el puesto de adelante y el chofer (lindo... todos son lindos) me dijo:
Chofer del bus: ¿Alguno querrá entrar al baño para hacer una parada?
Yo: hice cara de que no
Chofer: ¿Podés preguntar?
Yo: (atónita, me sentí medio regañada e idiota. Pues claro, tenía que haber preguntado, ¿acaso yo decidía por las ganas de hacer chichí del bus completo?) ¿Que si alguno quiere parar al baño?
Como nadie dijo nada, ahí sí me volteé otra vez hacia al chofer: Parece que no.
Chofer: Parece que no.
Me contestó igual de simpático. Él no me estaba regañando cuando me pidió que preguntara, aunque a mi me lo pareciera. Él simplemente quería que yo preguntara. Aquí, no nos digamos mentiras, esa conversación se hubiera dado más o menos así.
Chofer (feíto, para qué): ¿Será que alguien quiere entrar al baño?
Yo: no creo
Chofer: (a los gritos) ¿ALGUIEN QUIERE ENTRAR AL BAÑO?
Y se hubiera quedado ofendido porque yo no hice la tarea que él pretendía y que no fue capaz de pedirme directamente. No es por tirarnos duro, que tenemos muchas cosas bonitas los colombianos, pero eso del estilo de comunicación directo si no es una de nuestras virtudes. Si un chofer de bus de acá me llega a responder "¿podés preguntar?" puedo estar segura de que pretende darme una orden y de que está medio bravo, ante lo cual yo (yo, con todo lo que estoy pidiendo un estilo de comunicación directa) no responderé muy bien: Veeeeeeee, no me grite!
Tienen en BA un teatro subsidiado por la Municipalidad y un centro de exposiciones para artistas plásticos patrocinado por la Municipalidad. Los libros no pagan IVA (el IVA a los libros es tan perverso como el IVA a la leche), hay música por todas partes y a todas horas, tienen una de las 5 librerías más hermosas del mundo, el Ateneo, que era un teatro hermoso y ahora es una librería hermosa. Fuimos a ballet: Carmina Burana, por la compañía de Ballet de Buenos Aires: muy buena!
Conocimos a una persona (artista plástica) que estando más joven ganó un concurso cuyo premio consiste en una pensión vitalicia, que le da la municipalidad, para que pueda dedicarse a su oficio. Tienen mucho valor el arte y la cultura. Un cartelito que me gustó mucho decía: El arte joven te da más de lo mismo: cosas nuevas.
El lenguaje informal se formalizó: subte, micro, vení, comprá, mirá, son palabras que ve uno escritas así en carteles, vallas, el periódico, en fin...
Valoran el ocio, trabajan de 9 a 5, han intentado ponerles más horas de trabajo y los sindicatos no lo han permitido. El salario mínimo de allá corresponde a dos de acá. El trabajo no calificado está mejor valorado. Se tardan entre 6 y 7 años para hacer su carrera profesional, la cual es gratuita, incluso para extranjeros, viven mucho más tranquilos que nosotros y a la gente de su provincia (estuvimos en Iguazú) les parece que son demasiado acelerados... lo que será vivir en Mendoza!
Definitivamente Buenos Aires provoca. Yo nunca he sido muy partidaria de desarraigarme, para mi eso es sensiblemente importante, por lo que la propuesta es: ¿vamos juntos? Allá se quedó Mafaldita esperándome!
sábado, 29 de mayo de 2010
La importancia de nadie y de nada
Iba a nacer pero mejor no y ahora nos hace inmensa falta aquel que llenaría ese espacio suyo que ahora nadie llena y que es tan imprescindible llenar.
Y si ese que llenaría ese espacio suyo tan necesario, iba a nacer pero mejor no... y si alguien dijo venir a llenar su espacio y como es evidente de acuerdo con la falta que no sentimos pero que sabemos que hace aquel que no nació, no lo logró, será que no valía tanto la pena llenar su espacio, que no es tan imprescindible que nazca ese que lo haría y que no nació, porque mirándolo bien qué importancia tiene hacer una labor que no se ha logrado hasta ahora porque no nació el que lo iba a hacer y el que dijo venir a eso no lo logró.
Nadie ni nada hace falta... ni siquiera el que no nació y lo que no hizo. Y si no me creen, vean cómo estamos de bien sin él.
lunes, 24 de mayo de 2010
El vuelito...
Ayer en Bogotá fue Monserrate (muy lindo) y el Andino... el clima no dio para Usaquén. Almorzamos en Santa Clara, uno de los restaurantes del cerro, delicioso!
A las 10:30 p.m. nos metimos al avión. Todo empezó bien, sirvieron la comida pero cuando ya era momento de recoger "la loza" el clima no dejó. de las 5 horas de vuelo 3 y media nos las pasamos como si fuéramos por carretera destapada. Yo intenté mantener la calma para darle ánimo a Julia, pero a las 2 horas y media empecé a rezar "Dios te salve María, llena eres de gracia...", en silencio sin que ella se diera cuenta, pensando que tal vez una conversión a tiempo haría detener semejante juego de maracas del clima con el avión, y a las 4 horas decidí que yo también tenía permiso para preocuparme y tan duro como Julia me apretaba la mano yo se la amagullaba a ella. Para colmo de males el avión "sonaba" todo, entonces este mecerse estuvo acompañado del desajuste del air bus, que, por ese motivo, más parecía un sprint modelo 89.
Es la primera vez que siento ganas de vomitar del susto.
Le consultamos a uno de los sobrecargo:
- ¿Esta turbulencia qué?
- Sí, está maluco, hay muy mal clima por esta zona
- Y, ¿Cuándo pasa?
- Cuando lleguemos a Buenos Aires
Mal zona Suramérica. No habíamos caído en cuenta de que vinimos a darnos de frente contra el invierno.
Estamos que nos devolvemos por tierra.
Muy, muy miedoso... y a mi me gusta volar...
A las 10:30 p.m. nos metimos al avión. Todo empezó bien, sirvieron la comida pero cuando ya era momento de recoger "la loza" el clima no dejó. de las 5 horas de vuelo 3 y media nos las pasamos como si fuéramos por carretera destapada. Yo intenté mantener la calma para darle ánimo a Julia, pero a las 2 horas y media empecé a rezar "Dios te salve María, llena eres de gracia...", en silencio sin que ella se diera cuenta, pensando que tal vez una conversión a tiempo haría detener semejante juego de maracas del clima con el avión, y a las 4 horas decidí que yo también tenía permiso para preocuparme y tan duro como Julia me apretaba la mano yo se la amagullaba a ella. Para colmo de males el avión "sonaba" todo, entonces este mecerse estuvo acompañado del desajuste del air bus, que, por ese motivo, más parecía un sprint modelo 89.
Es la primera vez que siento ganas de vomitar del susto.
Le consultamos a uno de los sobrecargo:
- ¿Esta turbulencia qué?
- Sí, está maluco, hay muy mal clima por esta zona
- Y, ¿Cuándo pasa?
- Cuando lleguemos a Buenos Aires
Mal zona Suramérica. No habíamos caído en cuenta de que vinimos a darnos de frente contra el invierno.
Estamos que nos devolvemos por tierra.
Muy, muy miedoso... y a mi me gusta volar...
jueves, 13 de mayo de 2010
En el taxi
Y yo sé que los runchos también tienen derechos y entiendo que no tienen otra manera de aprender a manejar bien más que saliendo a la calle a hacer runchadas, pero ir de pasajero del runcho siempre es desesperantico...
Las manos a las diez y diez, no importa que el ángulo de la curva vaya por los 45 grados. En ese momento, pero no antes, hace con el timón el mismo movimiento que se necesita para armar arepas y así logramos dar las curvas necesarias por la avenida que conduce hasta mi oficina.
Frenar no es elegante. Frenar es un abrupto. Arrancar en segunda en la falda que necesita primera. El señor recibió el pase ayer y yo soy su primer cliente. Tengo que tener paciencia, porque además qué otra cosa podría hacer... no le tengo la confianza que se necesita para intervenir y para él soy una aparecida; que tal que me diera por darle indicaciones... no, yo tan metida e impertinente no soy. Me controlo, solo pido que no nos choquemos, aunque es improbable, los que van a ese paso generalmente no se chocan porque primero, son fácilmente detectables, lo que hace sencillo esquivarlos y segundo, esa cautela exagerada rinde sus frutos... los runchos se chocan contra la columna, contra un carro parqueado, contra el barranco, pero muy poco contra un carro en movimiento... si eso sucede es el choque de dos runchos.
Esta lloviendo cuando llegamos a la estación del ferrocarril que es donde queda mi oficina:
- ¿Aquí nos dejan entrar?
- Sí
- Ah claro, trae carné
- Pues no, se me quedó, pero aquí me conocen
El señor se revienta de la risa y yo no sé qué chiste hice...
No solo es runcho... me río con él. Es simpático. No quiero que se vaya a sentir mal.
lunes, 10 de mayo de 2010
Tuve novio veterinario
Vivía en Medellín, tenía un sprint modelo 89 y andaba a las carreras. Sobretodo si era de noche e iba por la autopista. El freno del carro era una palanca casi desconocida para mi. En esa época era más bien miedosito andar solo en el carro por la noche, así que yo hundía el pie en el acelerador, subía el volumen de la radio para sentirme mejor, bien chévere y tras! una vez pisé un perrito.
Iba para el cumpleaños de una amiga y allá llegué llorando y pensando que lo había matado, así que hice que la mamá de mi amiga se devolviera conmigo. Encontramos a Firulais (así lo pusimos) cerquita de donde lo había atropellado... me tiré el cumpleaños de Juliana... se volvió reunión para buscar veterinario y atender a Firulais.
Llegó Plablo Andrés Agudelo. Operó a Firulais y se cuadró conmigo.
Firulais se voló de la casa de mi amiga unos días después. Creo haberlo visto canequiando por una de las lomas del poblado con un grupo de recicladores... él ahí con su cicatriz. Bueno y sano lo devolvimos a la vida que seguramente prefería, la calle.
En cambio, la relación con el veterinario sí sobrevivió un poco más... lo que no sobrevivió fue el cariño hacia esa profesión... eso moduló...
Pablo Andrés era estudiante y, en los 7 meses que duró ese noviazgo, a mi me tocó estudiarme el capítulo completo de los diferentes soplos del corazón que podían sufrir los perros o cualquier otro animal doméstico... Entonces llegaba el viernes, Pablo me recogía en el centro, donde yo estaba haciendo mi práctica de 9 semestre y me tocaba mamarme, calladita porque si no interrumpía y en medio de unos trancones monumentales, un casete que él tenía con un estudio de percusión sobre los corazones de varios animalitos:
(voz en off) un soplo...
pm pfffffff
pm pfffffff
pm pfffffff
(voz en off) otro soplo
pffffffffff pm
pffffffffff pm
pffffffffff pm
(voz en off) este otro
pffffffffff pffffffff
pffffffffff pffffffff
pffffffffff pffffffff
este seguramente estaba fregado...
Las estupideces que uno hace cuando cree que está enamorado...
Un día obré de ayudante en una operación de orejas a un perrito cachorro. Yo le alegaba a Pablo por esas mutilaciones y él me contestaba que "así es la raza", a lo que yo decía que la raza ya viene como es, con las orejas y la cola largas, que no me creyera tan pendeja... Evidentemente él me creía más pendeja al ponerme de ayudante, y yo contundentemente estaba empendejada porque participaba...
Pablo no tenía pesa en el lugar en el que iba a realizar la cirugía, entonces el cálculo de la anestesia fue a ojo y yo resulté encargada de ver si al pobre perro le dolía o no para que el "Doctor" le pusiera más dosis de "dormidol". El perrito medio chillaba, yo gritaba y Pablo intervenía con "dormidol"... lloré toda la cirugía, la sangre tiene un olor, la cauterización otro, la luz era bajita, las condiciones de asepsia escasas...
No era de extrañarse pues que esa relación no prosperara... demasiado para mi, que siento que pierdo un pedazo grande de mi dignidad cada que una jeringa me rompe el pellejito, que me desmayo cada que me sacan sangre... yo tenía que querer mucho a Pablo y ya ni me acuerdo...
Pero hoy es su día... me acuerdo que tuve novio veterinario...
jueves, 6 de mayo de 2010
Buenas intenciones
Tanto que me disgustan las buenas intenciones, y me parece que todo lo que escribo no es más que eso...
viernes, 30 de abril de 2010
Cocina y Género
Cortar en Julianas, Pasteles Gloria, Torta María Luisa, Magdalenas.
Y todo eso es para comer... Si desde la cocina estamos hablando de preparar para llevar a la mesa a todas las amigas, con razón se habla tanto hoy en día de la bisexualidad de las mujeres.
Al baño de María. Baño como sustantivo... el baño de María, tiene que ser un recinto, un espacio físico. Que se hable en la cocina de un recinto dedicado a las labores higiénicas de María, por más aseada que sea, no me suena para nada.
Compensa el muchacho relleno... pero no es ninguna novedad, rellenos vienen todos y el relleno es el mismo.
Ana en salsa de almendras, acompañada con deliciosos Robertos... hmmm si no fuera porque Roberto suena a loro, hasta de pronto.
(Tengo que confesar que la imagen me hace dar ganas de volverle a escribir al niño Dios)
Los conchudos
Yo soy mala, mala, mala, para sentir que se abusa de mí o que me quieren manipular. Mala, mala, mala.
¿Quién era el que decía que tener carácter es tener mal carácter? Eso debió haber sido antes de que se inventaran o de que reivindicaran el término asertivo(a).
Porque poder decir, "ve, tal cosa no me gusta" no es de malgeniado que es uno, ni de hormonal que amaneció, sino de franco, de honesto, de que es capaz de trazar la línea de hasta acá voy yo. Uno no grita, uno no tiene una reacción desmedida, uno no tiene rabia (bueno, de pronto un tris), uno simplemente siente que la gente se propasa (porque la gente se propasa) y uno no lo permite y punto.
Dejemos clara una cosa, con la misma confianza con la que me pides un favor, yo te diré si puedo o no. Incluso si quiero o no. Esperaré lo mismo de ti y no reaccionaré mal cuando no puedas o no quieras.
Francina Echeverri, a quien le escribí el post sobre cómo orinar a campo traviesa y con quien me trato en igualdad de condiciones en este sentido, cada que le pido el cuadernito con las letras de las canciones que ella tiene y que cuida como si fuera de oro, me contesta "aquí hay de todo, para no molestar a nadie". Pues esperen esa respuesta mía de ahora en adelante.
No, no me gusta que me metan la mano al plato.
No me gusta que cuenten ni con mi tiempo, ni con mi espacio, ni con mi dinero. Me gusta que me consideren cada que los van a tener en cuenta y me gusta sentir que tengo la opción libre de decir que no.
Pero entonces uno traza clarita esa línea y la gente se extraña, "tan grosera Ana María, tan poco servicial, tan egoísta".
Nada de eso. Yo, con quienes son generosos, soy igual. Me gusta compartir con quien comparte. Pero cuando siento que la relación es desigual mido cada gesto mío. Sentirme mezquina no es algo que me guste tampoco, pero lo prefiero a sentir que permito que se me falte al respeto.
Así que no se extrañen tanto, que aquí no nos da miedo decir que no puedo y que no quiero.
Y agradezcan, que esto es mejor que lo que la mayoría de la gente hace: la Dinámica General Abusado/Abusador. Esa que consiste en hacer todos los favores renegando y criticando, juzgando de conchudos a los conchudos, sintiéndose las víctimas abusadas de todos los que en el mundo son: en estaaaaaaaaaa esquinaaaaaa los conchudos y en estaaaaaaaaaa otraaaaaaaaaa las víctimas; con asaltos que duran toda la vida. ¿Qué es eso? ¿qué son esas dinámicas tan dañinas?
Así que lo acepto, lo mío podrá ser raro, poco frecuente, ¡pero es mejor!
Y sí, también tengo mis roscas, compuestas por un montón de gente generosa. Con ellos, pregunten si quieren, no tengo límites.
martes, 27 de abril de 2010
De todos modos...
Últimamente siento tantas cosas del amor tan cursis.
Todos esos "te juro que te amaré por siempre", "a nadie más que a ti", "nunca te dejaré", que parecen atados necesariamente al amor... un montón de mentiras que luego son motivo de reclamos: "pero es que tu me dijiste que nunca me dejarías de amar", le deberían contestar a uno que quién lo manda creer semejantes estupideces... ¿Alguien en serio cree que el amor es una cosa tan estática? No es sino pensar en los sentimientos que ha tenido uno por los padres o por los hermanos que, en el caso de las familias más funcionales, también atraviesan todas las etapas, que van desde la veneración y la idealización, hasta el cariño mediado por un más o menos importante conocimiento de las debilidades de nuestros progenitores... a veces logra uno incluso no quererlos. A veces es una sensación momentánea, pero también hay casos desahuciados... qué me van a decir ahora del cariño que logra uno hacia un perfecto aparecido...
Por eso es que me gusta tanto esa frase que dice que el amor es eterno mientras dura... porque uno no puede ni siquiera reclamar la existencia de una mentira cuando alguien le promete amor eterno. Cuando se dicen esas cosas, nacen, muchas veces, de la verdad que siente el alma en ese instante de dos segundos en el que realmente se sentía tan enamorado como para decir una exageración como esa. Pero el hecho de que desaparezca el amor y con el la motivación para hablar haciendo hipérboles, no debería ser motivo de reclamo al que las dice, sino al tonto que se las cree. La próxima vez que le digan eso, conteste que usted también y cuando se le pase la euforia verá que no podía hacer ni un reclamo.
Y pienso si será necesario amar así... si habrá que estar dispuesto a la ternura patética, a ser un franco mentiroso, ya a sabiendas de que esas son puras frases de cajón, si quedará esperanza para estar lo suficientemente desprevenido para encajar esas falacias con una sonrisa y contestar con esa convicción de 15 años: "y tú... tú eres el hombre al que más he amado en mi vida y al último que amaré" y evadir la sobre conciencia de saber que a pesar de sentirme segura de ese sentimiento, no es más que un engaño de los sentidos... O si habrá otras opciones que no he considerado o vivido... si me faltará haber atravesado una relación menos pasional y más racional... con seguridad que por ahí va la cosa, porque, como decía un sacerdote con el que solía conversar "Ana María, tu eres un corazón con brazos y piernas", a mi si no me levantan del piso los sentimientos me parecen una cosa muy sosa como para parar bolas.
De dónde provendrá esta sensación... tiene que venir de que justo en este momento en mi corazón no hay nadie. Nadie, nadie. Siempre ronda una que otra persona... a veces pueden ser varias lindas motivaciones al mismo tiempo, pero justo ahora, no... nadie. Y todo este espacio libre que me dice que ahora puede ser momento bueno para que alguien llegue, se llena de un importante sentido de realidad que es medio cínico y triste...
Y basada en los hechos recientes, donde el amor no ha estado invitado y la experiencia ha sido tan enriquecedora, tan llena de momentos para pensar quién soy yo, tan reveladora en muchos casos de lo que soy y no soy capaz, tan ampliadora de mi circulito de confianza para hacerlo cada vez más grande... pienso que para qué el amor... y justo en ese momento cuando pienso que menos lo extraño me entran las ganas de llorar...
Así que debe hacer falta de todos modos...
Por eso es que me gusta tanto esa frase que dice que el amor es eterno mientras dura... porque uno no puede ni siquiera reclamar la existencia de una mentira cuando alguien le promete amor eterno. Cuando se dicen esas cosas, nacen, muchas veces, de la verdad que siente el alma en ese instante de dos segundos en el que realmente se sentía tan enamorado como para decir una exageración como esa. Pero el hecho de que desaparezca el amor y con el la motivación para hablar haciendo hipérboles, no debería ser motivo de reclamo al que las dice, sino al tonto que se las cree. La próxima vez que le digan eso, conteste que usted también y cuando se le pase la euforia verá que no podía hacer ni un reclamo.
Y pienso si será necesario amar así... si habrá que estar dispuesto a la ternura patética, a ser un franco mentiroso, ya a sabiendas de que esas son puras frases de cajón, si quedará esperanza para estar lo suficientemente desprevenido para encajar esas falacias con una sonrisa y contestar con esa convicción de 15 años: "y tú... tú eres el hombre al que más he amado en mi vida y al último que amaré" y evadir la sobre conciencia de saber que a pesar de sentirme segura de ese sentimiento, no es más que un engaño de los sentidos... O si habrá otras opciones que no he considerado o vivido... si me faltará haber atravesado una relación menos pasional y más racional... con seguridad que por ahí va la cosa, porque, como decía un sacerdote con el que solía conversar "Ana María, tu eres un corazón con brazos y piernas", a mi si no me levantan del piso los sentimientos me parecen una cosa muy sosa como para parar bolas.
De dónde provendrá esta sensación... tiene que venir de que justo en este momento en mi corazón no hay nadie. Nadie, nadie. Siempre ronda una que otra persona... a veces pueden ser varias lindas motivaciones al mismo tiempo, pero justo ahora, no... nadie. Y todo este espacio libre que me dice que ahora puede ser momento bueno para que alguien llegue, se llena de un importante sentido de realidad que es medio cínico y triste...
Y basada en los hechos recientes, donde el amor no ha estado invitado y la experiencia ha sido tan enriquecedora, tan llena de momentos para pensar quién soy yo, tan reveladora en muchos casos de lo que soy y no soy capaz, tan ampliadora de mi circulito de confianza para hacerlo cada vez más grande... pienso que para qué el amor... y justo en ese momento cuando pienso que menos lo extraño me entran las ganas de llorar...
Así que debe hacer falta de todos modos...
lunes, 12 de abril de 2010
Mockus: el riesgo de perder mi voto...
En estos días viendo muchas de las cosas que se han publicado sobre Antanas (con la confianza que trata uno al próximo presidente de Colombia), terminé viendo unos videos hermosos de Jaime Garzón donde, con el tono que lo caracterizaba, explicaba la relación entre los ciudadanos y sus gobernantes. Él decía que la relación estaba invertida de como debería ser. Miramos a los gobernantes hacia arriba, como si estuvieran en un lugar más alto que nosotros, y resulta que así no es la cosa. Si votamos por ellos es porque decidimos, a manera de licitación, otorgarles un cargo para gerenciarnos, dirigirnos, etc. Es decir, son nuestros empleados. Es así tal cual porque de nuestro bolsillo sale la plata para pagarles. Y él (Jaime) remataba diciendo que asumirnos de esa manera, con ese poder y esa responsabilidad, es asumir nuestra identidad y el papel de cuidar lo que es de todos: el país. Y que eso es ser verdaderos ciudadanos... y a mi esas cosas me calan.
Y Antanas Mockus ha dicho: voten por mi, solo si van a hacerlo a consciencia, no lo hagan si su voto está amarrado de alguna manera", algo así, palabras que me llenan de motivos para votar por él.
Y recuerdo una ley que dice que uno no debe contratar a nadie a quien no pueda despedir. Así que por muy emocionados que estemos (lo estoy, al ver como crece la marea verde) no puede uno permitirse perder la objetividad. Y es que hay cosas que definitivamente sí me harían desistir en mis intensiones de votar por Mockus y por mucho cariño que uno le coja al tema de tener un presidente honrado e inteligente (el colmo!!! uno feliz porque por fin habrá alguien honesto y capaz gobernándolo, esa debería ser la norma), el que lo sea no es suficiente para darle mi voto, más importante es que sea consecuente.
Y leo una columna en estos días donde se ambienta una posible unión de Pardo a Mockus. Y converso con una amiga que entiende todas estas cosas mejor que yo (y mejor que muchos) y me dice que nadie en este país, ni siquiera los godos han logrado ganar unas elecciones presidenciales sin la ayuda de la maquinaria liberal, entonces que hay que matizar, que Pardo es honesto y bueno, y que claro que habría que darle algo, un ministerio... y que él queda feliz y nosotros gobernados por quien queremos que nos gobierne... pero a mi no me gusta eso. Vamos a votar por Mockus porque creemos que el ideal es posible.
Yo voy a votar por Mockus entre otras cosas porque ha dicho que no hace politiquería... y eso es exactamente lo que eso es. Si empezamos por hacer una alianza de esas, empezamos politiquiando, porque todos esos votos de la maquinaria roja, no van a votar por Mockus porque sí, por muchos 8 años de sequía que hayan tenido, según me explicaba mi amiga, diciendo que se contentarán con poquito. Yo no quiero ni un voto para Mockus que provenga del deseo de un puesto o una prebenda. Eso haría a mis ojos indigno ese triunfo, cuando tantas veces hemos dicho que eso es lo que estamos derrotando.
Me duele dejarlo así de claro, pero si Pardo se suma a la campaña de Mockus yo voto en blanco. Y así siento que estoy siendo consecuente con la lección de Jaime Garzón.
Sinceramente creo que ganaremos sin Pardo y sin la maquinaria liberal, por eso es importante sacar la campaña de las redes como se hizo este fin de semana con las ciclovías verdes, para no necesitar ese tipo de ayudas... Yo quiero ver a Mockus decirle a Pardo igual que le dijo a Noemí: no, no nos interesa su alianza, no nos interesa seguir con lo mismo, con la misma manera de hacer política (a Noemí le dijo otra cosa, pero igual le dijo que no)... porque yo creo que los votos para Mockus están en las cifras de abstencionistas de este país, de los que no votan porque "para qué"... esos están esperando esa clase de gestos para animarse a votar, creo que muchos votos de la marea verde efectivamente vienen de ahí.
Por último varias cosas que me preocupan de la campaña:
1. Este país es peleador, entonces ahora resulta que nadie nos puede decir que no va a votar por Mockus. Eso no debería ser así, los verdes no deberíamos ser tan polarizadores como Uribe, que o se está con él o se está contra él... si partimos de la ética hay que empezar por respetar que hay unos a los que, con sus buenos motivos, no les gusta Mockus... demos ejemplo también de una cosa distinta. Nota mental: hacerlo yo misma, reconozco que me da mucha rabia que me digan que van a votar por Santos... prometo mejorar. Pero eso sí, como Aleida, yo no soy capaz de salir en plan simpático con un Uribista o un Santista, hasta allá no llega mi tolerancia. Yo los respeto, bien puedan digan lo que quieran, pero no más...
2. Hay que hablar con la gente que no tiene internet. En estos días pasé una idea de mi amiga (la misma de la que hablo arriba) para que se imprima la imagen que tengo en mi perfil de fb, y la llevemos a la calle para mostrarla en señal de "muy bien"a la gente que está lejos de las redes, como una manera de asociar lo que hizo Antanas Mockus en Bogotá. Ojalá se haga desde ahí porque esas cosas para que tengan real impacto deben ser bien coordinadas y centralizadas. Como se ha hecho con los girasoles y con la donación del estatus de fb... muy buenas ideas!
3. Me avergüenza reconocer que mi liderazgo de opinión es tan nulo que esta nota probablemente no convenza a nadie de lo que digo y que por eso lo digo con confianza, porque sé que mi voto blanco no detendrá la marea verde y Mockus será presidente, con o sin Pardo... lo que me da alegría y me hace una completa inconsecuente.
4. Segunda Nota Mental: ser inteligente no es ninguna cosa positiva en sí misma... son inteligentes, quién va a decir que no Santos y Arias... hasta Uribe... Noemí si no, esa sí como decía en estos días una vieja en twitter, hay que mirar si su imbecilidad es congénita o se le desarrolló en la infancia... y ser honrado es una cualidad, pero no es suficiente para gobernar bien un país, es una condición, pero no porque es honrado es por lo que hay que votar por Mockus, hay que leer el programa y los principios y mirar si a uno eso le gusta. Porque creo que muchos tienen confudido a Mockus como más de izquierda que de derecha... y creo que no... creo que es más de derecha (prohibir la salida de la gente hasta tal hora no es una medida de izquierda por ejemplo, es una medida de derecha, y el hombre es autoritario y orgulloso... pero con un revuelto lindo de saber reconocer cuando se equivoca), para que después cuando gane y empiece a gobernar no digan que no sabían... a mi con todo eso, me sigue gustando... y si no se le pega Pardo (por honesto y bueno que sea) voy a votar por el.
5. Si gana Mockus, sé, estoy segura, que hará muchas cosas que no me parecerán. Eso sí, no es motivo para no votar por él. Porque para eso elige uno también a alguien, no para que haga todo lo que me gustaría, ni para que haga lo que yo creo que es bueno, ni para que haga lo que me convenga, sino para que haga lo que sea MEJOR PARA LA MAYORÍA y ese criterio es el criterio de ESTADISTA que debe pedirle uno a quien lo gobierne... en eso, confío plenamente en él. Y me dejo guiar, así no me guste el camino.
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